CONEXION DE LAS DOS PEÑAS DEL SALTO DE ROLDAN POR EL VALLE DEL FLUMEN
Vista poco conocida del "Fraile" desde el fondo del Valle del Flumén.
A las 2 peñas que constituyen el Salto del Roldán había subido muchas veces, muchas más a la Peña de San Miguel que a la Peña de Amán, por el fácil acceso que hay a la primera. Pero mi mente inquieta siempre se había preguntado si sería posible ascender las 2 peñas en el día sin tener que desplazarse en coche desde el parking del Salto de Roldán (acceso a la Peña de San Miguel) al parking de San Martín de la Val d´Onsera (acceso a la Peña de Amán). Estos dos mallos son un pórtico por el que el río Flumén se abre camino de forma muy accidentada hacia la Hoya de Huesca, constituyendo un enorme tajo, principal obstáculo para alcanzar de una sola tirada ambas peñas. Asi que la pregunta que me hacía era si era posible comunicar las dos peñas a través del Valle del Flumén.
El mapa de la Editorial Alpina que tantas veces consulto en casa trazaba un sendero que comunicaba ambos márgenes del río Flumén asi que me preguntaba si de verdad existiría ese sendero y en que estado se encontraría. La escasa-nula información que encontré en internet me decía que por aquí pasa muy poca gente.
Asi que este sábado por la mañana, aprovechando la única ventana de buen tiempo que daban los de la meteo para el finde, me fui a despejar mis dudas. Desde el mismo parking de la Peña de San Miguel, sale un sendero muy bien marcado que baja hasta el cauce del Flumén. Ojo, por que aunque está bien marcado, la entrada del mismo no sé ve bien. Desde esta senda conviene que os fijéis en la vertiente contraria del Valle del Flumén, por la que subiremos dentro de un rato, especialmente el Barranco Reguero del Águila, que baja desde el Picón del Mediodía y que desemboca en el Flumén. Por la orilla izquierda de este barranco, pero bastantes metros de desnivel por encima del mismo, remontaremos para alcanzar el collado de la Peña de Amán. En la fotografía siguiente he trazado aproximadamente el itinerario que tendremos que seguir.
Ruta aproximada desde el parking del Salto de Roldán.
La senda que baja de la Peña de San Miguel está muy bien marcada, sobretodo al principio y pasa por los restos de una pequeña caseta, que junto con unos aterrazamientos artificiales que veremos un poco más abajo, y que se denominan Huertos de Laballos, demuestra que esta margen del Flumén fue explotada en el pasado por los habitantes de la sierra.
Justo a la altura de la caseta semi-derruida, se encuentran los Manantiales de Laballos. Y es que el Valle del Flumén es pródigo en manantiales, aunque estos estén ocultos por la espesa vegetación de la sierra. No olvidemos que aguas arriba de este punto estaban los famosos manantiales de Cienfuens, que ahora mismo yacen bajo las aguas del embalse del mismo nombre. Seguramente, los manantiales de Cienfuens serían semejantes a estos de Laballos.
Manantiales de Laballos.
Si el Salto de Roldán impresiona desde la Hoya de Huesca o desde las cumbres de sus dos peñas, desde aquí abajo, en el fondo del Flumén, es verdaderamente sobrecogedor, menudos peñascos y menudos paredones, uno de los desfiladeros más impresionantes del Prepirineo y uno de los parajes más bonitos del Alto Aragón.
El Salto de Roldán impresiona mucho más desde el fondo del valle.
La senda se vuelve un poco difusa justo antes del llegar al río pero se sigue más o menos bien. Hasta aquí es más o menos conocido, y la senda es relativamente recorrida por pescadores y barranquistas, ya que es el camino de aproximación de las Palomeras del Flumén, el barranco más acuático y técnico de toda la Sierra de Guara. En el siguiente enlace podéis ver el ambiente que tiene este barranco, de movimientos de agua peligrosos y caudales muy elevados incluso en pleno estiaje:
A partir de este punto empieza el tomate. La senda acaba justo en el río, hay un pequeño poste que os servirá para garantizar que hacéis el vadeo en el sitio correcto. Con los caudales que me encontré el sábado pasado (la semana pasada cayeron 50l en Arguís para que os hagáis una idea), nos tocará mojarnos mucho, hasta más encima de la rodilla y eso perreando entre las piedras y los argustos, por que las pozas cubrían mucho más. Ojo, por que el agua empujaba, asi que tened en cuenta esto por el caudal del Flumén puede ser limitativo para la realización de esta actividad........y lo tendremos que volver a cruzar a la vuelta. Tened también en cuenta que aguas arriba está regulado por la presa de Cienfuens, asi que también os podéis ver afectados por las sueltas de la presa.
El vadeo del río Flumén, justo en el sitio dónde lo crucé.
Una vez crucemos el río, tendremos que remontar unos 20-30m aguas arriba por la orilla contraria, incluso tendréis que trepar por una gran piedra. Desde aquí, lo que parece una traza de senda, os permitirá atravesar la espesa vegetación de la ribera del río y encontraros con el siguiente cartel de la foto. Curioso, por que no creo que nadie venga aquí a escalar, los accesos a todas estas paredes son tan complejos y te pinchas tanto, que si a alguno se le ocurre venir hasta aquí, seguro que se le quitan las ganas de escalar. El caso es que este cartel es un regalo del cielo por que justo detrás de él hay una senda que nos permitirá realizar el itinierario pensado. Ojo, por que el cartel está oculto por la vegetación y no se ve hasta que te das de frente con él, por eso es muy importante que hagáis el vadeo del río por el mismo sitio que yo. Suerte o casualidad, lo curioso es que encontré este cartel, os puedo asegurar que cuando crucé el Flumén pensé que de aquí no pasaba...........
En efecto, la senda que marcaba el mapa de Alpina existía. Esa es la buena noticia. La mala es que está devorada literalmente por la vegetación. Es una auténtica selva y el avance por la senda es una lucha penosa contra los arbustos y toda clase de vegetación pinchuda. Senda al más puro "estilo Tarzán" en la que nos tocará pincharnos y arañarnos y mucho, es el precio a pagar por explorar las sendas y los rincones más ocultos de la Sierra de Guara. Está claro que por aquí no pasa mucha gente.
Los arbustos y los pinchos nos cubrirán enteros en la senda. Los que seáis asiduos a la Sierra de Guara, sabéis perfectamente lo que pinchan los arbustos que tengo detrás mío.
La senda es dificil de seguir en algunos tramos pero es tal el bosque de arbustos que hay, que hice lo posible y lo imposible para no perderla. Como referencia, tenemos que tener siempre a nuestra derecha, conforme subimos, el Barranco Reguero del Aguila, sobre el que remontaremos unos cuantos metros de desnivel por encima de su cauce.
Tras este tramo tan penoso que además es bastante largo, llegaremos al Collado de la Peña de Amán para conectar con la senda que sube hasta la peña desde San Martín de la Val d´Onsera. Justo detrás del cartel dónde se señaliza los caminos a seguir de San Julián de Banzo y la Peña de Amán, sale la senda por la que he subido. Por supuesto, no está señalizada, hay que estar muy loco y tener muchas ganas de pincharse para ir por aquí.
Detrás de este cartel, en la ruta normal a la Peña de Amán, sale la senda por la que he venido.
Lo que viene a continuación ya lo conozco. Sólo me queda trepar por las clavijas, por cierto algo separadas para los que no somos muy altos, y alcanzar la cumbre de la Peña de Amán.
Las clavijas de la Peña de Amán.
En la cumbre de la Peña de Amán me tomo un respiro a pesar de que el cielo amenaza lluvia. Tampoco pierdo mucho tiempo, dentro de un rato caerá la mundial y no me quiero encontrar una sorpresa en el Flumén, que con el caudal que llevaba antes justo me ha venido para cruzarlo sin problemas.
Objetivo conseguido: cima de la Peña de Amán desde el Valle del Flumén.
El descenso lo hago por el mismo sitio, o sea, otra vez a pincharse y a
arañarse y otra vez a penar por la senda de antes pero esta vez es
cuesta abajo y ya me lo conozco asi que bajo mucho más rapido y cruce el
Flumén sin perder tiempo. Justo cuando empiezo la subida al parking del
Salto de Roldán empieza a llover pero ya no me importa, estoy en zona
segura y en poco tiempo llegaré al coche. Cuando llego al coche ha
parado de llover asi que me acerco en un momento a la cumbre de la Peña de San Miguel.
La cumbre de la Peña de San Miguel y sus fortificaciones.
Desde la cumbre de la Peña de San Miguel señalo la cumbre de la Peña de Amán, hace un rato he estado allí y he conseguido comunicar ambas peñas por el Valle del Flumén. Si se podía y si que existía la senda que había marcada en el mapa. Hoy bajaré al coche con una sonrisa de oreja a oreja.
Hace un rato estaba allí arriba, entre medio, el enorme tajo del Salto de Roldán.
Ruta para coleccionistas y gente que se quiera lanzar a la aventura y pasar por sitios muy solitarios. Obligatorio que llevéis ropa que os protegan los brazos y las piernas, vais a salir decorados, no os podéis ni imaginar lo que me escocieron las piernas cuando me duché ayer, y eso que llevaba pantalones largos.........