TURRON SKYRACE 2014 Y ASCENSION INVERNAL AL MONCAYO
La semana de antes de las Navidades se presentaba movida. Estaba apuntado a unas cuantas actividades y entre medio las cenas, comidas, celebraciones y todos los eventos que acumulamos Marta y yo en este mes. Había que estar a pleno rendimiento para aguntar este tute, pero nada más lejos de la realidad, desde finales del mes de noviembre no levanto cabeza, arrastro un eterno catarro que no consigo curar del todo y encima el miércoles pasado estaba crujido de nuevo, lo peor de todo es que no estoy acostumbrado a esto.
A pesar de estar físicamente bastante mermado, no renuncio a ninguna de las actividades planteadas, pero esta vez me reservo, si el finde no estoy en condiciones aceptables me daré de baja, no estoy dispuesto a arrastrarme de la misma manera que en Mularroya, de eso apenas habían pasado dos semanas y lo tenía muy reciente.
Comienzo el maratón de actividades con la San Silvestre que se organiza en mi curro. 5 km más o menos llanos pero con alguna subida puñetera, en un terreno más parecido a un circuito de cross en el que se alternaban tramos de asfalto con tierra y cesped. Es el día que peor estaba y lo consigo capear de la mejor manera posible, crono de 20min 15seg a 4:03/km
En plena ascensión, al fondo el Embalse de Arguis (foto cedida por Monrasin).
El sábado, tras trasnochar el viernes, conducimos dirección a Arguis para correr la Turron Skyrace 2014, segundo año consecutivo que participo en esta carrera de montaña.Este nombre tan curioso esconde una cronoescalada de 4,6km y 721 metros de desnivel positivo que sube al conocido Pico del Águila.
El año pasado un frio del carajo, -3º en Arguis y salí de los últimos. Este año, aunque la temperatura abajo era fria, se hacía llevadero y además salía más o menos en el medio de la lista de participantes asi que me tocó esperar menos.
En la salida muchas caras conocidas, entre ellos Cristian Pau, conocido bloguero con el que coincidí en julio de 2013 en el Doble Kilómetro Vertical de Collarada. Charradica con unos, charradicas con otros, lo de siempre, aquí nadie entrena y todos estamos muy flojos, luego todos a fuego, anda que no me conozco estas conversaciones previas a las carreras.
En mi caso personal, esta vez sí que estoy especialmente flojo. Un mes arrastrando un fuerte resfriado que me ha dejado tocado, pero a pesar de todo lo tengo claro, lo haré mejor o lo haré peor, pero voy a salir a darlo todo.
En la subida parecía un oso respirando. Con los orificios nasales completamente anulados por la congestión nasal del resfriado, sólo podía respirar por la boca, pero claro, esto es una carrera en formato de kilómetro vertical, asi que iban las pulsaciones a mil, vamos que yo mismo me asustaba cuando me oía los jadeos que estaba pegando en la subida intentando respirar......ja,ja,ja.
A darlo todo: con las pulsaciones a mil y a tope!!!!.
Este año voy más reservón, y en vez de darlo todo en el primer tramo de la subida y desinflarme después, hago una subida a un ritmo más constante y sin desfallecer en ningún momento. En la cima paré el crono en 37min56seg, asi que mejoro mi tiempo del año pasado. Puesto 54 de 102 participantes. Si os dijera que las sensaciones en la subida fueron buenas os mentiría, lo de no poder respirar correctamente me dejaba bastante limitado pero lo di absolutamente todo en todos en cada uno de los metros de esta subida y eso era lo que contaba, al menos para mi. Y sí, hacer 700 metros de desnivel en 38min en el estado físico en el que estoy ahora mismo está muy, pero que muy bien.
El tramo de bosque es muy chulo pero vas tan al límite que a penas levantas la cabeza del suelo.
Arriba me reencuentro con Marta que ha subido andando a la cumbre. La temperatura es estupenda, hay un anticiclón potente y tenemos mar de nubes instalado sobre la Hoya de Huesca. ¿Qué por qué me gusta correr por la montaña?. Pues en la siguiente fotografía está la respuesta .Desciendo con Marta andando a Arguis donde nos tomamos con el resto de participantes el aperitivo que nos da la organización.
Ah, se me olvidaba, es una carrera solidaria, 3€ de nuestra inscripción van para el Banco de Alimentos de Huesca, asi que día redondo, qué más se puede pedir?.
Cima del Pico del Aguila y mar de nubes sobre la Hoya de Huesca, el mejor premio que me podían dar por terminar la carrera.
Pues sí, se puede pedir más, al día siguiente una ascensión invernal al Moncayo. Es una tradición que tengo con los compañeros de trabajo de mi padre desde hace muchos años. Creo que son más de 20 los años initerrumpidos en los que se sube al Moncayo el sábado antes de la Navidad, nunca se mira el tiempo, se sube sí o sí, haga bueno o haga malo. En todos estos años nos hemos encontrado de todo, peliculas de miedo para subir con los coches hasta arriba, mucha nieve, poca nieve, sin nieve, sol, inversión térmica, mares de nubes, pero también ventisca y aunténticos huracanes en la cima, es con mucha diferencia la montaña más fria a la que he subido. Son fechas muy malas para mi y no siempre he podido acompañarles, pero si puedo organizarme, como este año, hago todo lo posible para acompañarles.
Vista invernal del Moncayo y del Circo de San Miguel.
Este año tenemos un día anticiclónico; es decir, sol en la cima y mar de nubes (nieblas) en los valles. Lo mejor es que no hará viento, algo temible, muy temible, en esta montaña en invierno. Nos sorprende el Moncayo por que tenía más nieve de lo que nos pensábamos, y además está muy dura, ideal para progresar. Nos calzamos los crampones nada más salir del bosque y enfilamos la cumbre por su ruta más directa: el Cucharón, hacía años que no subía por aquí.
Esas rampas del Cucharón, cómo cuestan de subir!!!!.
Buah, qué vistas, ya sabía yo que no me tenía que quedar hoy en casa.
El día y las condiciones de la nieve no es que sean buenas, son espectáculares, llego a la cima con una camiseta térmica y un chaleco.........y se está tan bien que ni siquiera tengo ponerme más ropa de abrigo. Otras ocasiones, en pleno verano, he pasado más frio en esta cima.
Segunda cumbre del fin de semana, otra vez más en la cumbre del Moncayo.
Sol y mar de nubes instalado en los valles, mucho más formado en el lado soriano que en el aragonés, me recuerda a aquel lejano noviembre de 2007 en el que subí en solitario al Moncayo para dormir en la cumbre, creo que desde entonces no había disfrutado de unas vistas tan bonitas en esta cima:
Anticiclón y mar de nubes instalado sobre la vertiente soriana del Moncayo.
Y una vez abajo, a meternos la tradicional comilona de grupo en Agramonte, un sitio del todo recomendable.
Foto de grupo en la cumbre.
Y como veis, pese al resfriado, he aguantado 4 días muy intensos. Eso sí, ayer llegué a Zaragoza baldado, físicamente estoy flojico y los esfuerzos me han pasado factura........pero que me quiten lo bailado
Y ahora a curar de una vez por todas el resfriado que empiezo a estar un poco harto.