El título de esta entrada bien podría aludir a una excursión senderista. Nada más lejos de la realidad por que detrás del mismo está un ambicioso intento frustrado de escalar una de las vías más emblemáticas de los Órganos de Montoro: la "Abraxas".
En realidad el domingo pasado estábamos predestinados a pringar. Para empezar, al salir de Zaragoza no teníamos un destino fijado. Kike y yo llevamos la intención de escalar en Rocas del Masmut (Peñarroya de Tastavins) pero llevar "un Bartolo en la mochila" siempre implica subir el nivel de las actividades y cagar vinagre. Al loro a la primera frase memorable del día:
"¿......por qué no vamos a otro sitio, que en Masmut no se preta mucho.....?". Ante frases como ésta, Kike y yo no tenemos nada que objetar, así que cambiamos el destino pero no nos movemos de la provincia de Teruel: a por la "Abraxas" en los Órganos de Montoro.
Claro que el no pensar este destino antes de salir de casa, implica no llevar una buena reseña qué te diga cómo se va a la vía, algo de lo que nos acordaremos todo el día. Pero no pasa nada, el aparatico que lleva siempre el Bartolo (los que le conocéis, ya sabéis a cuál me refiero) tiene conexión a internet y se supone que nos llevará directos hasta nuestro destino.
El viaje se hace largo pero por fin llegamos a los Órganos de Montoro. Qué pasada de sitio, una de las joyas naturales de la provincia de Teruel y otro paraíso más para los escaladores. Al salir de coche nos acojonamos del frío que hace: apenas 6º y un viento del copón, vamos condiciones ideales para ir a escalar.
Los Órganos de Montoro son un conjunto impresionante de paredes y agujas verticales. ¿Y aquí dónde está nuestra vía?. Ahí va la segunda frase memorable del día:
"........no os preocupéis, la vía es evidente y va por un diedro muy característico, no vamos a tener problemas para encontrarla....."
Tras abrigarnos hasta las trancas, iniciamos la aproximación hasta la vía pero pronto comprobamos con gran horror que entre nosotros y las paredes pasa el río Guadalope y para colmo de males va hasta arriba de agua. Hacemos lo posible y lo imposible para intentar pasar sin mojarnos pero al final nos rendimos ante nuestro irremediable destino y acabamos cruzando el río con las zapatillas en la mano. Cuando llegamos a la otra orilla no me pueden doler más los pies de lo fría que está el agua. Por supuesto, no llevamos toalla ni nada por el estilo así que con un paquete de clinex nos secamos los tres los pies como buenamente podemos. En ese momento aún no sabemos que nos tocará cruzar el susodicho río hasta tres veces más......
.......por que la ganas de escalar y de llegar pronto a las paredes han provocado que nos precipitemos y que cruzáramos el río por dónde no era. Al poco de cruzarlo la primera vez, tenemos que recular de nuevo por que unas paredes interrumpen nuestra marcha. Volvemos a mojarnos y por fin encontramos el paso bueno pero por aquí el río está más profundo y nos tocará mojarnos por encima de las rodillas. ¿Esto es una broma, no?. Lo bueno de de esto es que he dejado de sentir el frío en el cuerpo, normal llevo los dedos de los pies tiesos de lo fria que está el agua y todo el frío me ha bajado hasta los pies.......
Lo que se suponía que iba a ser una vía evidente que iba por un diedro característico, se transforma en un estado total y absoluto de confusión. Aquí todo son diedros y agujas y no tenemos ni idea de por dónde empieza nuestra vía. El aparatico maravilloso del Bartolo deja de funcionar lo cuál es del todo comprensible ya que estamos en el Teruel profundo y aquí es más fácil encontrar animales salvajes que cobertura para los móviles, así que tendremos que guiarnos por nuestra intuición y por la poca información que hemos podido sacar antes de que fuera la cobertura.
Son la 1 de la tarde cuando localizamos lo que creemos que es nuestro pie de vía. Habíamos leído que el inicio está marcado por una flecha y nosotros hemos encontrado una flecha a pie de la pared, claro que lo que tampoco sabíamos en ese momento es que aquí casi todas las vías tienen marcado el inicio con una flecha......El Bartolo lanza la tercera frase memorable del día:
"..........el valor de un escalador es directamente proporcional a la cantidad de material que lleva para sus escaladas.....", pues nosotros debemos ser unos acojonados por que lleva colgado del arnés material para hacer 2 Capitanes seguidos......amigos, menudo arsenal de friends.
Como os podéis imaginar, hace bastante rato que somos conscientes que hoy vamos a pringar. Al empezar a la 1 de la tarde una vía de casi 300 metros desequipada en pleno invierno y con el frío que hacía, teníamos todos los boletos para salir de noche de la pared cuya bajada, por supuesto, no teníamos ni idea de por dónde se hacía.
Y por supuesto, cuando hacemos el primer largo y comprobamos que no hay reuniones ni equipamiento y que la roca es una escombrera, nos percatamos que estamos en una vía equivocada, así que a bajarnos rápidamente al suelo en un rapel precario que hacemos de un cordino que abandonamos y que lazamos al saliente de una roca.
Una vez en el suelo y tras dar varias vueltas por la base de la pared, localizamos la vía y el diedro característico de la misma pero es demasiado tarde para empezar a escalarla. El diedro es una pasada, de una verticalidad arrogante y parece trazado con tiralíneas, habrá que volver otra vez para escalarlo.
No es la primera vez que no encuentro una vía pero si es la primera vez que voy a escalar y me vuelvo a Zaragoza sin haber hecho absolutamente nada. Este tipo de vías no hay que improvisarlas y hay que prepararlas previamente. Por eso, a ninguno de los tres nos extrañó que pringásemos el domingo pasado.