martes, 31 de mayo de 2016

EL SALTO DE TRESUNS.

DESCENSO DEL TRAMO INTERMEDIO DEL BARRANCO FONCINA (AFLUENTE DE LA PEONERA SUPERIOR). 


Afinando la búsqueda en la Sierra de Guara: frente al escondido y muy poco conocido Salto de Tresuns.


Esta actividad sólo la puedo definir como una frikada. Mira que he pisado en estos últimos años sitios recónditos, salvajes y poco conocidos de la Sierra de Guara, pero éste se lleva la palma, al menos en lo que a barranquismo se refiere.
Todo empezó en el mes de agosto de 2011 cuando estábamos prospectando el Solencio de Morrano en lo que se conoce como la Solana de la Peonera. En las múltiples vueltas que dimos por la zona buscando la susodicha cavidad encontramos un cartel con una senda que señalizaba este salto Ahora ese cartel ya no existe pero en su momento consiguió llamar mi atención. Salía en mi plano topográfico pero había muy poca información sobre él.
Y es que en la Sierra de Arangol, en la márgen derecha del tramo del Alcanadre conocido como Peonera Superior, nace un discreto barranco denominado FONCINA. El tramo superior está alimentado por una pequeña surgencia, casi seca todo el año, y, aunque está engordado en algunos sitios, por la poca información que he podido encontrar, debe estar comido por la vegetación, vamos que promete. El tramo medio del Barranco Foncina es el de mayor desarrollo, y se caracteriza por una vistosa cascada, casi siempre seca, que se desploma 45m al vacio en un circo rocoso muy chulo y escondido. Es el Salto de Tresuns y el sitio al que nos dirigimos.
Más adelante, cuando llega a la Solana de la Peonera, se abre completamente y se convierte en una regata poco desarrollada que discurre por un denso pinar, hasta volver a excavarse de nuevo, ya con más entidad, cuando llega a su confluencia en el Alcanadre. Estrictamente este tramo sería el Foncina Inferior, pero se conoce como BARRANCO DE LA PEONERA, un topónimo que erróneamente se aplica actualmente al tramo del Alcanadre que está por debajo de la confluencia de este barranco, pero que nunca se ha denominado así.
Como hay poca información de este barranco, voy a ser un poco generoso con la descripción del mismo:
El coche lo dejaremos en el parking clásico que se utilizaba hace años para acceder a la Peonera Inferior y que ahora sirve para hacer la caminata al Huevo de Morrano. Está pasando Morrano en dirección a Santa Cilia.


Desde aquí sólo tenemos que seguir  todo el rato por pista los carteles que nos dirigen al Castillo Naya y a la Ermita San Martín. Nada más pasar una barrera, veremos a nuestra izquierda una tímida pista que más adelante se convierte en senda, aquí estaba antes el cartel que marcaba el Salto de Tresuns, y por aquí haremos el camino de retorno. En este primer tramo, podremos ver a nuestra izquierda el barranco al que nos dirigimos y a la derecha la pista empinadísima que tendremos que subir.




Cuando la piste termine de bajar y en medio de un gran pinar tomaremos de nuevo otro desvío señalizado hasta el Castillo Naya. A partir de aquí, la pista sube a cuchillo, no es empinada, es empinadísima y el calentón es de los buenos, menos mal que no es mucho rato.Tras un rato subiendo, dejaremos a la derecha la senda que baja a la Ermita de San Martín. 


Buf, qué empinada está esta pista!!!!.



Conforme ganamos altura, las vistas de la Solana de la Peonera y de este tramo del Alcanadre, son magníficas. Por encima del pinar veremos emerger el monolito del Huevo de Morrano.



El Huevo de Morrano emerge entre el denso pinar de la Solana de la Peonera.


Y por debajo nuestro, el enorme tajo que ha formado el Alcandre y su confluencia con el Barranco de la Peonera, afluente seco por la derecha, y que da nombre al tramo del río que está por debajo de su confluencia. Un topónimo erróneo (el de este tramo del Alcanadre) tal y como he explicado antes.



Vistas magníficas del cañón que ha excavado el Alcandre y de la confluencia del Barranco de la Peonera (Foncina Inferior) con el cauce principal.



Cuando la pista deje de subir, tendremos que estar atentos a unos enormes cajigos ya que a la izquierda sale una tímida senda que tendremos que tomar. Como referencia, para saber si nos hemos perdido, si la pista vuelve a bajar, es que nos hemos pasado.
La sendeta existe y está marcada pero no es muy transitada y nos tocará lidiar un poco con la vegetación lacerante de la Sierra de Guara, es decir, toca pincharse.




Poco a poco, llegaremos por arriba a la divisoria del Barranco de Foncina, el cuál veremos por primera vez en la marcha de aproximación, y el enorme Salto de Tresuns, que con sus 45m de caída, es uno de los más grandes de toda la Sierra de Guara. Casi se puede decir, que sólo se puede contemplar este salto desde este sitio, y la senda por la que vamos no es que sea muy conocida, asi que estamos ante uno de los parajes menos divulgados de toda la Sierra de Guara. 


El Salto de Tresuns y el tramo intermedio del Barranco de Foncina.



El circo dónde se ubica el salto es muy guapo y tiene formaciones rocosas muy chulas que luego transitaremos por su base.






En teoría esta senda nos llevaría directamente al cauce seco del barranco pero nosotros nos debimos salir en algun punto y acabamos en unos campos de cultivo que hay debajo del Castillo Naya, que manda narices que aquí arriba la gente trabaje la tierra. . Asi que tocó tirar un poco de intuición y atravesar alguna terraza cultivada (por la orilla y con cuidado), hasta alcanzar una especie de pista de tierra que nos llevó hasta el puesto de observación de la siguiente fotografía:



Esta torre de madera es clave en nuestra ruta y hay que encontrarla o sí o sí. Está justo en la entrada del cauce del barranco, cuyo lecho vegetal-y aparentemente muy lacerante, se muestra muy escondido desde nuestra posición, de hecho no lo hemos visto hasta que hemos llegado hasta aquí, hay que reconocer que  es un barranco bastante difícil de localizar. Nos costó casi 2h llegar a la entrada pero si no os perdéis por los campos de cultivo como hicimos nosotros se puede hacer perfectamente la aproximación en 1h30min


El tímido cauce muy escondido de la entrada del Barranco de Foncina.


Desde la torre de madera entraremos al cauce seco del barranco que en 5min aproximados nos deja en la cabecera del gran salto. Por suerte no está muy vestido y se pasa bastante bien.



En la instalación de la cabecera nos encontraremos unos cordinos con un mallón oxidado que abrazan una higuera seca, vamos una maravilla, y de esto nos tendremos que colgar 45 metros en el vacio. Que por cierto es lo normal en este tipo de barrancos tan poco frecuentados. Si no me he informado mal el Salto de Tresuns fue descendido por primera vez P.Gimat en 1992 y para su descenso aprovecharon esta enorme higuera como instalación de cabecera.
Será que me estoy haciendo mayor, pero ya no me apetece colgarme de cordinos roñosos y de mallones oxidados, sobretodo cuando el rapel en cuestión tiene tanta envergadura como éste, asi que decidí reforzar la instalación con un cordino mío y un mallón nuevo, que por 5 euros no me la voy a jugar y menos en estos sitios, y eso que me esperaba encontrar en mucho peor estado los cintajos de la cabecera de este rapel.

La higuera seca con la instalación de la que nos tendremos que colgar reforzada con un cordino y un mallón mío.
 


Tras reforzar la instalación, sólo queda colgarse de las cuerdas y bajar esta bonita vertical. El rapel es cabroncete, al estar la cuerda instalada en la higuera, la vertical del rapel te lleva de forma semivolada a una cueveta llena de vegetación en la que tendremos que lidiar con los arbustos y las ramas. Después se vuelve más limpio y ya se puede bajar-y disfrutar-sin problemas.


La vertical de 45m del Salto de Tresuns.


Por ello, recomendamos bajar con las cuerdas ensacadas para no liarda parda con la vegetación y evitar enredos engorrosos de la cuerda a 35 metros aproximados del suelo.


El Salto de Tresuns, un barranco muy poco conocido de la Sierra de Guara.


Sabíamos que esta cascada baja seca la mayor parte del año, pero ilusos de nosotros pensábamos que la primavera tan lluviosa que estábamos teniendo y el tormetón que iba a caer el día anterior (el SAIH registró 30l por la noche en el Embalse de Calcón pero apenas 5l en Rodellar y puede que aquí casi no lloviese nada), nos permitiría ver el salto en actividad. Nuestro gozo en un pozo, no lleva nada de agua pero por lo menos estamos disfrutando de este impresionante rapel.


Tramo inferior de la vertical, ya más limpio y disfrutón.


En la base recogemos las cuerdas y se acaba la parte deportiva del barranco. Ya sólo nos queda andar por el fondo del mismo un tramo (tiene vegetación pero no molesta) hasta encontrar la senda marcada que viene del Solano de la Peonera y que era la que señalizaba el cartel que vimos en el 2011. No sé cuánta gente vendrá a ver el Salto de Tresuns, en todo caso desde la base no se puede apreciar la magnitud del mismo, aunque es verdad que el circo rocoso dónde se ubica es muy chulo.




Conforme sobrepasamos los farallones rocosos, podremos contemplar la magnitud del barranco, me recordó mucho al Barranco del Abadejo del Tozal de Guara.





Una vez en la pista de acceso, ya sólo nos quedará retornar al coche. En total, el retorno será de unos 40 minutos desde la base del Salto. 
¿Merece la pena venir hasta aquí?. Hombre las vistas son chulas y pasaremos por sitios poco conocidos de la Sierra de Guara, pero desde el punto de vista deportivo no compensa tanto rato de aproximación y retorno. Además, nos tocará llevar metros de cuerda y el rapel es exigente, tanto en su instalación como en la recuperación de cuerdas, vamos que aquí vendrá siempre muy poca gente, no me extraña que apenas haya información de este descenso. 
Como he dicho al principio, esta actividad fue una frikada, eso sí, ya podemos decir que hemos descendido uno de los saltos más grandes de toda la Sierra de Guara.








jueves, 26 de mayo de 2016

BARRANCO DE SAN MARTÍN + BARRANCO FONDO

BARRANQUISMO EN LAS GARGANTAS DEL RÍO SIESTE


El 07 de mayo participé en la Maratón de Montaña de Boltaña, una carrera preciosa que hace un recorrido circular por todos los despoblados del entorno de esta localidad, subiendo al Pico Navaín y atravesando numerosos cauces y barrancos. Me planté en la línea de salida muy cargado físicamente, sin haber recuperado de la Jorgeada, recorrida con muchas molestias físicas dos semanas antes. El resultado fue que tuve que utilizar el "comodín del público" y retirarme en la localidad de Campodarve, con 24km y unos 1.600m d+ en las piernas. Esta prueba la recordaré siempre por ser la primera carrera de montaña en la que me he retirado.
Ese día me percaté que todos los cauces por los que pasamos (Barranco de Ascaso, el río Ará y un sinfin de torrentes más) iban muy cargados de agua. Más allá de Campodarve me quedaba la parte más bonita del recorrido que era la que pasaba por las Gargantas del río Sieste, así que decidí que en cuanto la meteo nos diese tregua, cambiaría las zapas de trail por el neopreno y me vendría a conocer este sitio del que tanto había oido hablar.


 La Cascada del Coño del Mundo, el rincón más sobresaliente y conocido de este barranco.


Hace unos años estas gargantas eran un sitio muy tranquilo y desconocidas para el gran público, a excepción de los habitantes de Boltaña que las frecuentaban en verano para bañarse en las piscinas naturales del barranco. Pero con la reciente publicación de la guía de barrancos de Senderos de agua del río Ara, este barranco se ha hecho relativamente conocido, entre otras cosas por que en la portada de este libro sale una fotografía muy llamativa de la preciosa cascada de la cabecera del barranco.
Para acceder a las gargantas tendremos que ir a Boltaña y desviarnos a la población de Sieste. Desde aquí, por pista asfaltada siempre paralela al cauce del río, llegaremos a una explanada señalizada dónde dejaremos el coche. Es el parking habilitado para las Pozas de San Martín.

 Las Pozas de San Martín, fin de nuestro descenso, vistas desde la senda de aproximación.


Desde aquí, cruzaremos el río y siguiendo las indicaciones de los carteles, llegaremos hasta las famosas pozas que serán el final de nuestro descenso. Continuamos remontando el río por senda perfectamente marcada hasta llegar a un cruce de sendas dónde nos liamos. Un cartel que indica cascada del Confesionario, que nos lleva por el cauce del río y que no tenemos que seguir, y que está al lado del cartel de la siguiente fotografía, el cuál nos desvía hacia la izquierda hacia el despoblado de Morcat. Nuestra reseña decía que nos teníamos que desviar en este punto hacia la izquierda y comenzar a subir, pero tanto subimos que al final casi nos plantamos en el pueblo.  


 Por aquí no.


Cuando nos dimos cuenta del error, ya era tarde y tuvimos que bajar otra vez al río, y es que más adelante de ese cartel, había otra senda con un cartel que marcaba cascada del Confesionario por senda. Esta era la buena, mientras tanto, casi 40min de subida extra que nos hemos hincado y en el camino nos ha adelantado otro grupo de barranquistas. Informo de esto por que la reseña no decía que había más sendas en esta bifurcación y es fácil confundirse si no te acercas a ver este cartel, el más alejado de los 3. 


 Por aquí sí, es el camino correcto.



A partir de aquí, sólo es seguir la senda que va todo el rato por la derecha orográfica del río Sieste con unas vistas magníficas del cañón y del barranco Fondo, un afluente del río principal que también vamos a descender.
En cuanto la senda cruce el cauce del Sieste, entraremos en el barranco. En seguida nos pondremos en faena. Un primer rapel de unos 22m al lado de una formación de toba muy chula que recibe tanto el nombre del Confesionario como del Coño del Mundo. El segundo nombre puede sorprender pero en cuanto estás en frente de él, te das cuenta de lo acertado del nombre......je,je,je. No hay fotos de este primer rapel por que tenía el sol justo encima.


 Frente a la toba del Coño del Mundo tras descender el primer rapel.



Tras este primer rapel, cruzaremos por el cauce a la otra orilla orográfica (ojo con este cruce si llevase mucho caudal por que el lecho es muy resbaladizo) para pillar otra instalación que en un rapel de  volado de 13m sobre una gran cueva nos depositará en una preciosa poza de agua verde cristilina. 
Estos dos rápeles sobre la cascada del Coño del Mundo son muy estéticos y la imágen más conocida de este barranco. Por aquí baja agua en primavera, en invierno o después de fuertes lluvias, asi que es muy importante  acertar con el caudal ya que con agua es mucho más espectácular. Nosotros lo hemos pillado en unas condiciones excepcionales, en la carrera, hace dos semanas, ya me había fijado en los cauces de los barrancos, y mi ojo no me había fallado. 



 Menudo espectáculo para el espectador: en el segundo rapel del CoñodelMundo, qué sitio más guapo!!!.


En las dos siguientes fotografías, podéis ver el rincón tan maravilloso que forma la cascada volada sobre el porche de la cueva con las aguas verdes cristalinas de la poza de recepción como telón de fondo.
Un rincón de gran calidad estética, sólo por esto ya ha merecido la pena venir hasta aquí.



  Iniciando el rapel volado..........


 ......sobre el porche de la gran cueva del segundo rapel del Coñodelmundo, es casi  imposible no hacer postureo en este sitio!!!!.



Y en la siguiente fotografía, tomada desde lejos y sin el sol encima, podéis ver la curiosa formación de  toba del Coño del Mundo, normalmente seco pero hoy con un buen caudal de agua. Un sitio muy guapo.


 La toba del CoñodelMundo. ¿Por qué le llamará así a este sitio...je,je,je?.


Nada más guardemos las cuerdas, llegaremos al siguiente rincón conocido del barranco, una poza de agua verde cristalina denominada por los habitantes de la zona como Poza de Chinchirigoy. La poza invita al salto y a nadar en sus cristalinas aguas pero como este barranco es muy corto (en realidad, la parte deportiva acabaría con el salto de esta poza), para aprovechar el día y hacer una actividad más completa, nos vamos a salir en este punto del cauce del río Sieste y vamos a pillar una senda que remonta por encima de un afluente que viene por la margen izquierda de la garganta con el fin de descender el BARRANCO FONDO.

 La Poza de Chinchirigoy invita al baño pero de momento la dejamos de lado y nos vamos a remontar el Barranco Fondo.



La sendeta son sólo 10 minutos de subida pero es empinada y con el neopreno puesto y el calor que hace, la verdad es que se atraganta un poco. Lo bueno es que nos permite contemplar desde arriba el barranco que vamos a descender a continuación.


 Senda empinada que con el calor y el neopreno se hace algo dura, menos mal que es corta.



Nada más cruce la senda el cauce del barranco, iniciaremos el descenso con un precioso rapel volado de 13m junto a la cascada de agua que se desploma por el salto. Es un rapel muy chulo. Normalmente es un barranco seco y sin agua pierde mucho interés, asi que es prácticamente indispensable que planifiquéis su descenso en época de lluvias.


 Primer rapel volado junto a la cascada del salto de agua, muy chulo!!!!!.


Tras este rapel, llegaremos a la gran rampa de 33m que tendremos que descender mediante otro rapel. Ojo por que la parte más vertical del rapel está justo al final, asi que llevad los metros de cuerda necesarios.


 Segundo rapel en la gran rampa de 33m.


Aún hay otro rapel más de unos 6m que destrepamos y cuya instalación nos saltamos. Ojo también con la poza de recepción de este rapel, desde arriba invitaba al salto, pero abajo apenas cubría.
Y así, nos acercaremos enseguida a la confluencia del Barranco Fondo con el cauce principal. Pero antes tendremos un salto obligado de 4m que se nos antojó delicado. La poza cubría, al menos con el caudal que encontramos ese día (en estiaje no sé si cubrirá lo suficiente) pero desde arriba se veían perfectamente la silueta de las piedras amenazantes del fondo que obligaban a apuntar y a no errar en el salto.En mi opinión, no estaría de más equipar este resalte.


 
 Salto delicado de 4m, hay que apuntar, la poza no es limpia y las piedras en punta acechan.



Y ahora sí, volvemos al cauce del Sieste al que entraremos mediante un salto a la estética Poza de Chinchirigoy.  Estamos un buen rato disfrutando de este sitio, el día es caluroso y la poza invita al baño.


 De relax en la magnífica Poza de Chinchirigoy de agua verde cristalina, un sitio precioso!!!!.


A partir de aquí, sólo nos queda una excursión acuática por el fondo del río hasta las Pozas de San Martín. Este tramo se puede hacer algo pesado aunque el entorno natural en el que nos encontramos es magnífico.


 Cauce abierto del río Sieste, bonito pero se hace algo pesado.


 Menos mal que cada cierto rato nos encontramos más pozas de agua verde cristalina para mitigar el calor.




Y por fin, llegaremos a las famosas Pozas de San Martín, unas piscinas naturales de agua verde cristalina muy frecuentadas por los habitantes de Boltaña. Un sitio precioso que permite enredar un rato toboganeando en las rampas resbaladizas que comunican las pozas.


Toboganeando en las Pozas de San Martín, unas piscinas naturales muy conocidas por los habitantes de Boltaña. Este sitio marca el fin del descenso.


Las Gargantas de Sieste son un descenso en el que prima lo estético sobre lo deportivo, por eso es muy importante combinar ambos barrancos para que salga un día más completo y pillarlos con caudal para que no pierdan interés. Acertar con el caudal es lo más complicado, en la época en la que llevan agua la temperatura exterior (no olvidemos que esto es el Pirineo) y del agua, puede ser muy limitativa.
Aunque estas gargantas ya están difundidas en el mundo del barranquismo a partir de la publicación de la guía de Senderos del agua del río Ara, este barranco sigue siendo un rincón tranquilo alejado de la marabunta de los barrancos más comerciales y conocidos.
Ah, y sobran las palabras con el rincón de la Cascada del Coñodelmundo, sobretodo si la pilláis con agua abundante como lo pillamos nosotros. De hecho, el espectador desde lejos, disfrutará más viendo al barranquista descendiendo por esta espectácular cascada, que el propio barranquista colgado de la cuerda. Sólo por este sitio merece la pena venir a conocer este barranco.

martes, 17 de mayo de 2016

BARRANCO DE SAN CRISTOBAL (BOLEA).

UN BARRANCO DESCONOCIDO Y UNA PEQUEÑA GRAN SORPRESA.


La Ermita de San Cristobal mimetizada con la roca en la parte media de la gran peña dónde está ubicada.


Este fin de semana pasado decidimos comenzar con la temporada de barrancos. Un domingo soleado pero algo fresquete por la mañana y muy ventoso, y con unos caudales disparados, por no decir imposibles, en las principales zonas de barranquismo cercanas a nuestra casa, nos liamos la manta a la cabeza y decidimos ir a investigar y a conocer nuevos sitios. Lo bueno de estas actividades en sitios recónditos es que no te encuentras con nadie, lo malo es que hay poca información de ellos y te tienes que arriesgar a meterte sin saber muy bien lo que te vas a encontrar y, sobretodo, si va a merecer la pena ir hasta alli. A veces, como ocurrió el domingo pasado, te sale bien la jugada y descubres un sitio muy chulo que, además, te lo encuentras en unas condiciones excepcionales para su descenso. Estoy hablando del Barranco de San Cristobal en Bolea, y como hay muy poca información en castellano, voy a ser generoso y os lo voy a reseñar en condiciones por si alguno se le cruza los cables y decide venir a conocer este sitio.
Sí, aunque parezca mentira, en Bolea se puede hacer barranquismo, y además éste barranco tiene agua todo el año, aunque en verano, el caudal puede ser muy excaso. Para aproximar tenemos que dejar el coche en la Ermita de Santa Quiteria a la que se accede por una pista de tierra en buenas condiciones que está señalizada en la salida del pueblo.

Ermita de Santa Quiteria, dónde dejaremos el coche.



Desde el parking podemos ver el tramo medio e inferior del descenso, un barranco que ha excavado el río Sotón en la cara sur de la Sierra Caballera.

Vistas del barranco desde la pista de acceso.


La aproximación es muy sencilla y no tiene ningún misterio. Desde la Ermita de Santa Quiteria, primero por pista y luego por senda, todo ello señalizado con carteles, tenemos que pillar el camino que sube a la Ermita de San Cristobal que da nombre a este barranco.
La senda va todo el rato paralela al cauce del río que vamos a descender y está perfectamente marcada y limpia. 

La aproximación está marcada y perfectamente señalizada, va paralela al cauce que bajaremos a continuación.


En unos 50 minutos aproximados llegaremos a un encajonamiento muy chulo en el que el río Sotón se encuentra aprisionado entre grandes paredes con unos estratos horizontales muy característicos que se asemejan al flysch. Enseguida el camino baja al cauce del río y lo cruza. Es el inicio del descenso y el punto dónde nos tendremos que equipar.
Fijaros bien antes de cruzar el río por que en la derecha orográfica, en medio del gran paredón que tenemos en frente, se distinguen los restos de la Ermita de San Cristobal.



Encajonamiento final y la peña dónde se ubica la Ermita de San Cristobal.



Es obligatorio que os acerquéis a visitar este sitio. La senda está empinada y es algo incómoda pero son sólo 5-10 minutos y lo que vamos a visitar merece la pena.

Escaleras aéreas de acceso a la ermita.


Estoy hablando de la Ermita de San Cristobal a la que se accede por unas escaleras de piedra colgadas literalmente en el vacío. Es un sitio increible, probablemente una de las ermitas rupestres más bellas y espectáculares de todo el Alto Aragón. Ubicada en un nido de aguilas, se encuentra en un paraje bellísimo y muy aislado, es un sitio que impresiona y que transmite paz y espiritualidad y os lo dice uno cuya religiosidad brilla por su ausencia.Aunque su estructura, o lo que queda de ella, es del S.XVI-XVII todavía conserva restos de pinturas tardo-románicas.

Increible que se haya construido una ermita en este sitio.



Desde lo alto de la ermita tenemos unas vistas increibles, sobretodo del primer tramo del barranco que vamos a descender a continuación, que se encuentra justo a sus pies.

La parte superior del descenso vista desde la ermita.



Antes he indicado que este barranco es muy poco conocido, ya que hay muy poca información sobre él, y que lo normal es no encontrarse a nadie en el descenso. Pues bien, cuando ya estábamos equipados y estábamos a punto de entrar, llegaron una pareja de franceses con la misma intención que nosotros. No me pude resistir y estuve hablando un buen rato con la chica, que hablaba muy bien el castellano, y les pregunté qué hacían en un sitio tan recóndito e inusual como éste, al menos en lo que a barranquismo se refiere. 
Pues bien, ellos valoraban mucho los barrancos españoles, con caudales más asequibles que los franceses, y sobretodo buscaban el sol, la luz y los colores de  los cañones de nuestro país. Al igual que nosotros, los fuertes caudales de otras zonas cercanas (Guara, Pirineos), les habían empujado a este sitio. Y sí, ellos lo conocían, y hay reseñas en francés de este descenso. Esto nos tiene que hacer reflexionar, por que manda narices que los de fuera se conozcan nuestra tierra mejor que nosotros........
Y tras charrar un buen rato con ellos, iniciamos el descenso. En efecto, esta semana ha llovido mucho y hoy el río Sotón lleva un caudal más que generoso. Lo primero que nos llama la atención son los enormes estratos rocosos que ha excavado el barranco y en cuyas paredes podremos ver cantidad de tafoni (cavidades o huecos pequeños que se han formado por la erosión del viento o del agua).

Pequeñas viseras y estratos rocosos con tafoni en las paredes del barranco.



Enseguida llegaremos al primer rapel, el único obligado del descenso, de unos 5m y que va por todo el activo de la cascada.Por cierto, tiene una salida muy puñetera. Primera ducha de la temporada, qué ganas teníamos de mojar el neopreno!!!!.



Primer rapel, el único obligado del descenso.



El barranco sale del primer tramo y llega a una zona más abierta en la que recibe aportes de otros barrancos afluentes que hoy bajan con mucha agua. Conforme avanzamos, el barranco se va incidiendo en su fondo y forma unos pequeños estrechos que con el caudal que lleva nos resultan muy divertidos.


Caudal majete para disfrutar.


La mayoria de los resaltes se pueden destrepar aunque ojo con alguno como el de la siguiente fotografía. Aunque lo pudimos bajar sin problemas, el agua cubría gran parte de la roca dónde había que hacer el destrepe  y no se veía bien, con un poco más de caudal tendríamos que haber improvisado un rapel.

Resalte sin cuerda, la parte superior un poco delicada con el caudal que encontramos.




Pronto vemos como el barranco se estrecha y se encañona,  estamos llegando a la parte sorprendente del descenso.




Un pequeño rapel en una zona de oscuros, que con el agua que llevaba podríamos haber toboganeado, pero que preferimos sacar la cuerda por que no nos fíabamos de la recepción, nos deposita en un rincón maravilloso y sorprendente.



El río Sotón recibe por la margen izquierda orográfica el aporte de una surgencia que forma una preciosa toba en una de las paredes y todo ello nos recibe bajo una preciosa ducha de agua pulverizada. Un rincón de mucha calidad estética, sólo por ver esto ya ha merecido la pena venir hasta aquí.

Entrada a la zona de tobas de la surgencia.



En la siguiente foto podéis ver la ducha de agua que nos dimos en la enorme colada de toba formada por el aporte de la surgencia, qué sitio más guapo!!!!!.

Agua por todas partes, luz, color, vegetación.....un rincón muy bonito que justificó con creces este descenso.


El barranco sigue encañonado y enseguida llegaremos a otro rapel más no obligado que se puede toboganear (con cuidado) o saltar. Nosotros, de nuevo preferimos sacar la cuerda, el rapel iba por el activo de la cascada, te dabas una buena ducha y era muy divertido.



A partir de aquí el barranco se abre. Tenemos que estar muy atentos a una playa que nos encontraremos de la que sale una senda poco definida señalizada por un mojón que puede pasar desapercibido. Como referencia, el mojón está justo después de una pequeña cascada procedente de un afluente que viene por la derecha. Además, justo después del mojón hay otra pequeña cascada con una instalación para rapelar.


La playa, el pequeño mojón y la senda de salida, te lo puedes saltar si no vas atento.


En efecto, el barranco continua y tiene 2 rapeles más, pero merece la pena salirse en este punto ya que más adelante el barranco se cierra por la vegetación y, por lo visto, el avance es muy penoso. Si decidimos continuar por el cauce, llegaremos hasta un puente por el que cruza la pista que viene de la Ermita de Santa Quiteria, a escasos metros del coche. Si nos salimos aquí, remontaremos hasta la senda de aproximación y en unos 15-20min llegaremos al coche.

Remontando la senda de salida, abajo se puede ver la cascada procedente del afluente que nos tendrá que servir de referencia para localizar el mojón de salida.


Este descenso nos sorprendió y nos gustó mucho, tiene rincones bien majos y de mucha calidad estética. No es deportivo pero es una buena alternativa cuando los caudales estén imposibles en otras zonas o si queremos gastar una mañana o una tarde. Desde luego, nuestra percepción del mismo cambiará en función del caudal que encontremos, aunque lleva agua todo el año, en verano mengua mucho.Nosotros lo encontramos en unas condiciones excepcionales debido a las fuertes lluvias de esta semana y gracias a esto lo disfrutamos un montón.
Ale, que esto ya ha empezado, el primer barranco de la temporada (miento, ha sido el segundo, el primero no lo voy a reseñar pero lo podéis consultar en la reseña que ha colgado Carmar: pinchad aquí para ver la reseña de la actividad), ya estamos pensando en los siguientes.