Trazado "rompepiernas" por la estepa de Zaragoza de la III Carrera del Ebro.
Paso por el km.14 en la XI Media Maratón de Zaragoza.
Aún asi, estoy motivado este año y quiero preparar a fondo el que iba a ser uno de los principales objetivos del 2008: la "V Desértica Extrema de Belchite". A diferencia del año pasado, no me conformo con terminarla y quiero acabarla con una buena crono. Para ello, aumento la carga de entrenamientos de 3 a 4 días; además, y dado que los primeros km de la carrera son cuesta arriba, me preparo entrenando con desniveles por el puerto de "La Plana de Zaragoza" y por los acantilados de Juslibol. El mes de mayo es muy lluvioso y tengo que salir muchos días bajo una intensa cortina de agua, que endurece muchos días los entrenamientos pero que por el contrario fortalece mi forma física. En junio pretendo entrenar en los momentos de más calor del día para aclimatarme a las condiciones de la carrera, pero un mes inusualmente fresquito me impide entrenar con las condiciones requeridas. Como siempre, el trabajo realizado se traduce en resultados y completo la carrera con un tiempo de 1h21min28seg, bajando en casi 12 minutos el tiempo del año pasado.
Tras las buenas sensaciones de la Desértica Extrema y con el estado de forma conseguido, decido a mediados de julio correr la Maratón de Zaragoza. Es el momento adecuado y a diferencia del año pasado llevo 6 meses de entrenamiento a mis espaldas por lo que podré aumentar el volumen de los entrenamientos de forma progresiva sin temor a lesionarme como el año pasado. Y esta vez, no entrenaré por asfalto sino por tierra.
A partir de julio y hasta el 28 de septiembre, cambio mi forma de entrenar. Las anteriores pruebas disputadas en el año se movían en torno a los 21 km, con trazados técnicos y desniveles en los que hacía falta trabajar la potencia y la técnica. A partir de ahora, cambiaré la calidad por la cantidad y me concentraré en acumular kilometros en mis piernas. Desde el 21 de julio hasta el 28 de septiembre corro en mis entranamientos 5 medias maratones y dos series de 31 km con el fin de acostumbrarme a las largas distancias de la maraton. Combino los días de rodaje largos y lentos con días de kilometrajes cortos y rápidos, sin pasar de los 4 días de entrenamiento por semana para evitar sobrecargarme las piernas.
En estos días cobra un papel fundamental los trazados elegidos para mis entrenamientos. La necesidad de entrenar en tierra por trazados largos y llanos, me hace buscar recorridos de estas características por los alrededores de Zaragoza. Por ello, me aprovecho de la estupenda red de senderos que posee ahora mismo la ciudad y, siguiendo las huellas de la G.R. 99, que es la senda que recorre el Ebro desde su nacimiento a su desembocadura, establezco recorridos que tienen en el río su eje principal. He pasado muchas horas por los caminos del Galacho de Juslibol y del Galacho de la Alfranca, realizando en este ultimo mis rodajes más largos. Además, me he dedicado a "coleccionar" pueblos, al ir corriendo en los entrenamientos a pueblos como Monzalbarba, Alfocea, Pastriz, la Cartuja Baja o Movera. Ya que hay que entrenar duro durante muchas horas, por lo menos hacerlo en recorridos verdes con interés paisajístico que te entretengan algo durante la soledad que experimenta el corredor de fondo.
Como habeis podido leer, mis entrenamientos se han concentrado en alcanzar la forma física deseada y no lesionarme durante los entrenamientos. De hecho, esto ultimo ha sido mi máxima obsesión durante las ultimas semanas. Todo ello completado con series de estiramientos, una dieta equilibrada (no he podido excluir la cerveza, lo reconozco) y preparación psicológica.
De esta manera he llegado a finales de septiembre con 1440 km acumulados en las piernas durante todo el año, sin llegar a superar en ningun momento los 65 km semanales en el pico de máximo volumen, aunque introduciendo series de calidad y desniveles en los primeros meses del año. Todo ello me ha permitido superar los diferentes retos que me he marcado a lo largo del año y terminar en condiciones físicas aceptables la maratón del día 28 de septiembre.
Puede parecer duro este año de entrenamientos y de hecho lo es. Hay días que sales a rodar sin ninguna gana pero la disciplina de los entrenamientos son la clave del éxito del corredor de fondo. De hecho, una maratón se corre en los entrenamientos y no en el día de la carrera. A cambio, ha habido días de satisfacción, en los que me he evadido de la rutina y de los problemas diarios corriendo por las vías verdes de los alrededores de Zaragoza y en los que he llegado completamente nuevo tras una hora de carrera intensiva. Solo por esos momentos de evasión y por la satisfacción que se siente al completar las carreras en las que se participa, merece la pena todo este esfuerzo.
El proximo año, habrá nuevos retos. De momento, a descansar y a colgar las zapatillas por un tiempo que este año ha sido un poco largo.