jueves, 19 de julio de 2012

DE BARRANCOS POR EL PIRINEO



FINDE A REMOJO: BARRANCOS DE YESA SUPERIOR + GLOCES + FURCO



El fin de semana pasado Marta y yo nos fuimos a la zona de Ordesa-Cañón de Añisclo para tachar algunos barrancos  que aún no habíamos descendido. Finde disfrutón, a remojo, sin estrés por las características de las actividades realizadas, y con los amigos, qué más se puede pedir?.

BARRANCO DE YESA SUPERIOR (BUERBA).




De los 3 barrancos que hicimos el finde pasado, éste es el menos conocido, aunque más bien habría que decir que es el menos frecuentado, por que la fama de este barranco es de sobra conocida. La aproximación no es larga pero se hace larga, sobretodo por lo calurosa que es, menos mal que al final acabamos a remojo.




El Yesa Superior es un barranco que no tiene grandes caudales, ni grandes saltos  y tan sólo se saca la cuerda en 2 ocasiones: en una primera cascada de agua de 14m y en el rapel de entrada a los Oscuros. El vaya buscando grandes emociones probablemente saldrá decepcionado.



Por que este barranco es para disfrutar intensamente de la naturaleza. A destacar especialmente la vegetación tan frondosa que tiene en su fondo que para mi es el mayor interés de este barranco ya que en algunos momentos parecerá que estamos en un bosque subtropical. Por lo visto, la vegetación ha encontrado en este barranco las mismas condiciones de humedad y temperatura que había en estas tierras hace miles de años, lo que supone una reliquia botánica del pasado que dificilmente encontraremos en otras partes del Pirineo, algo curioso si tenemos en cuenta en terreno tan seco dónde se ubica este barranco.


Pero a esta maravilla botánica hay que sumarle el estado de conservación tan excepcional en que se encuentra este barranco. Aguas super cristalinas que acogen una gran cantidad de fauna. Nosotros pudimos ver sapos, tritones (en plural) y bastantes peces, por lo que, a falta de regulación, tendremos que ser muy respestuosos y evitar en la medida de lo posible pisar el fondo del cauce sobretodo en los lugares en dónde podemos progresar fácilmente por las orillas.


Un barranco muy completo, con zonas abiertas, pequeños saltos, badinas de agua cristalina dónde nadar y hacer pequeños saltos y un ultimo estrechamiento final que forman unos oscuros similares a los de las Gloces, barranco que descenderemos al día siguiente.
En definitiva una joyica que disfrutamos con mucha tranquilidad y en total soledad. Para que os hagáis una idea, nos costó 3h hacer el descenso, 1h más de lo que marcan las guías, pero es que las más de 100 fotos que tomamos dentro del barranco, bien merecían disfrutar con tranquilidad de este sitio tan bonito. Para mi, uno de los barrancos más bonitos que se pueden hacer en el Pirineo aragonés.


BARRANCO DE LAS GLOCES (FANLO).


El domingo nos desplazamos a Fanlo y reclutamos a Sergio para este descenso. Gloces es uno de los barrancos más famosos del Pirineo asi que poco tengo que añadir en esta entrada. Es un descenso cortito, poco acuático en verano, excepcionalmente encajado hasta el punto de tener en todo momento la sensación de estar dentro de una cueva. Hasta tal punto esta encajado que en algunos puntos se tiene que progresar a tientas por la falta de luz.



Gloces es un barranco sencillo en condiciones de caudal bajo, por eso los guías llevan a muchos clientes en verano,  pero no me quiero ni imaginar cómo tiene que ser aquí dentro una crecida. No hay ninguna escapatoria posible una vez que se ha entrado dentro y la estrechez y las falta de marmitas y pozas aseguran crecidas violentas y repentinas. Troncos empotrados a más de 8 metros sobre el fondo del barranco nos servirán para hacernos una idea del infierno que se tiene que formar aquí dentro.

En resumen, otro descenso excepcional que no os tenéis que perder. Barranco con ambiente de cueva, sin tiempos muertos desde que se entra hasta que se sale, muy encajonado y estético.


BARRANCO DEL FURCO (BROTO).


Por la tarde nos desplazamos a Broto y reclutamos a David "Malabarista" que ha estado haciendo de las suyas por el Pirineo. Una compañía excepcional para hacer este barranco ya que lo ha descendido más de 100 veces y se lo sabe de memoria, por lo que pudimos explotar al máximo todos los saltos, toboganes y trucos que tiene este barranco.



¿Y qué decir del Furco?. El hecho de su cercanía a  Broto, a las puertas de un parque nacional y que no es muy dificil ni largo, hace que sea un barranco muy frecuentado por los guías hasta el punto de probablemente sea, junto con el Gorgol, el barranco más masificado del Pirineo Aragonés. Pero nosotros este finde tenemos la suerte de nuestro lado y, al igual que con el Yesa Superior y las Gloces, hacemos el descenso completamente sólos. De lujo!!!!!!.
El Furco es uno de los barrancos en flysch más bonitos de los Pirineos. Un descenso de carácter abierto con un par de saltos de agua de unos 30 metros y varios toboganes y saltos, todo ello en medio de una geología espectácular, sin duda alguna uno de los mayores atractivos de este barranco. Y gracias David por enseñarnos esta joya y mostrarnos todos y cada uno de sus secretos, anda que no nos lo pasamos bien enredando en los toboganes de este barranco.



Y eso es todo señores, como hicimos los 3 descensos con la calma, completamente sólos y disponíamos de tiempo, me dio tiempo de prenderle fuego a la tarjeta de memoria de mi cámara de fotos, con numerosas fotos y  vídeos que me han permitido hacer un pequeño montaje con lo que dio de sí el fin de semana. Asi si que mola hacer barranquismo!!!!!!!





martes, 3 de julio de 2012

DESCENSO DEL VERO



Bonitos contraluces en los Oscuros del Vero


El Vero fue el primer barranco que hice y si no recuerdo mal eso fue en el año 95. Por aquel entonces no tenía ni idea de lo que era el barranquismo, pensábamos que ibamos a bañarnos a unas pozas o algo parecido y no llevábamos ni neopreno, ni casco y sobretodo, no teníamos conocimiento.Han pasado muchos años y apenas tengo recuerdos de esa actividad, a excepción del frio tan intenso que pasamos en todo el descenso y que cada vez que el barranco se abría  lo aprovechábamos para  secarnos y calentarnos con los rayos del sol. Aquellos maravillosos años..........
Este sábado he vuelto otra vez a llevar a amigos y familiares que en multiples ocasiones me habían dicho que querían probar el barranquismo y ésta vez lo he hecho con más conocimiento que aquella primera vez. Entre medio muchos años de actividad y unos cuantos barrancos a la espalda, entre ellos el Vero, que era la quinta vez que lo repetía. Para mis compañeros de aventura era una actividad iniciática en el barranquismo, al igual que yo en el año 95, para mi una ocasión para fotografiar un barranco emblemático de la Sierra de Guara que aún no tenía fotografiado.


 El equipo al completo en el aparcamiento de entrada al barranco


El sábado pasado hicimos el descenso clásico que sale del aparcamiento del Basender. El primer tramo del río, que pasa por el molino abandonado, lo evitamos por la senda que aproxima al Basender para luego bajar al río justo a la altura de la desembocadura del Basender y el Portiacha.


 Primeros tramos abiertos


El Basender y el Portiacha son 2 afluentes secos del Vero que desembocan en el cauce principal a la misma altura pero en dos orillas diferentes. Mis compis apenas se enteraron de este tramo por que el descenso del Vero era largo y no quise alargar más la actividad, pero en este tramo se encuentra uno de los puntos de mayor interés estético del descenso, sobretodo la gran bóveda helicoidal del último salto del Portiacha. Ambos son descensos deportivos en los que se hace barranquismo, como muestra 2 fotos de Marta realizando en años anteriores los ultimos rápeles de estos 2 descensos, la primera corresponde al gran rapel volado de 40 metros del Portiacha y la segunda al coqueto rapel de salida del Basender.

El rapel volado de 40m del Portiacha.


 Confluencia del Basender con el Vero.


Este primer tramo puede resultar aburrido ya que es abierto y supone andar por el río con el agua hasta las rodillas. Pero esta falta de interés deportivo se ve compensada con creces con el interés estético del barranco.  Es más, en este tramo lo más interesante del cañón no está en su fondo sino en sus paredes, horadadas por abrigos y cuevas como si fuera un queso gruyere. Y en algunos puntos, como en la confluencia del Barranco de la Choca, este fenómeno geológico es realmente espectácular. Aprovecho también para recordar que muchos de estos abrigos tienen numerosas muestras de arte rupestre levantino y esquemático, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conformando el Parque Cultural del Río Vero, cuya visita os recomiendo. Para más información, pinchad aquí.


 Espectaculares abrigos, muchos de ellos surcados por pinturas rupestres, en las paredes del cañón.


Tras unos 45 metros desde el punto de partida, el Vero por fin se encañona definitivamente y empieza el tramo deportivo. Estamos justo en la entrada de los Oscuros y a partir de aquí hay que progresar con el neopreno puesto.


 El grupo con el disfraz de anfibio antes de comenzar el tramo deportivo del cañón.



Y qué decir de los Oscuros del Vero que no se haya dicho hasta ahora. Es un tramo super bonito de gran interés estético, formado por grandes bloques desprendidos sobre el río por los que el agua discurre de forma accidentada formando bellísimos juegos de luces y sombras.


 La entrada de los Oscuros.


 Juegos de luces y sombras en los Oscuros del Vero, un sitio precioso.


La salida de los Oscuros


Tras la salida de los Oscuros viene otro tramo muy acuático denominado las Clusas, constituido por badinas alargadas y pozas muy profundas que nos obligarán a nadar un buen rato. Estamos en el sector más encajado del descenso. Este tramo también se aprovecha para dar saltos debido a la profundidad de las pozas.



La largas badinas de las Clusas




La salida de las Clusas se hace justo en la confluencia del Chimiachas con el Vero. El Chimiachas es otro afluente seco del Vero, cuya confluencia con el río principal se hace a través de una bóveda desplomada de gran valor estético conocida desde antaño como la "Cocineta". La Cocineta es una de las imágenes más conocidas del Vero y de toda la Sierra de Guara. Por cierto, el Chimiachas aún no lo he descendido, habrá que ponerle remedio pronto.

 Espectaculares formaciones rocosas en la confluencia del Chimiachas con el Vero.


 Esta imágen no necesita presentación: la "Cocineta" del Chimiachas.


Tras la desembocadura del Chiamachas, otro tramo abierto y soleado que nos permitirá coger calorias tras el paso por las frias aguas de las badinas de las Clusas. Este tramo alterna pozas de agua cristalina con trozos de ir andando.



Poco a poco nos iremos acercando al siguiente punto de interés deportivo del descenso. Sobre nosotros, una gran techo desplomado, conocido como la Visera,  irá tomando poco a poco protagonismo. En este tramo el Vero pasa justo bajo el Tozal del Vero, también conocido como la Peña Bobín. En el contacto del río con la gran pared, una gran bóveda desplomada custodia este tramo del descenso. Con el paso de los años, de esta gran bóveda desplomada se han ido desprendiendo bloques que han caido sobre el cauce, conformando uno de los tramos más bonitos y deportivos de este descenso.

 La Gran Visera del Vero vista desde el fondo del cañón.



 Tramos muy deportivos y acuáticos bajo la Visera.


 Y aquí el autor de todo este ladrillo y de este reportaje fotográfico, que nunca sale en las fotos, disfrutando de las aguas del Vero.




Estos bloques desprendidos incluso llegan a formar unos pequeños oscuros de harán las delicias de los barranquistas. Este tramo es una joyica y para mi es  lo más bonito de este descenso.

 Contraluces en la salida de la Visera




 Y un pequeño caos para disfrutar a saco del agua.




Tras la Visera el Vero se vuelve a abrir pero no deja de perder su caracter acuático, con algun pequeño tobogán y pozas de agua cristalina dónde poder enredar y  practicar pequeños saltos.






En este tramo el Tozal del Vero es el verdadero protagonista que vigilará nuestros pasos. El Tozal del Vero es una pared de unos 350 metros de altura que tiene abiertas vías de escalada clásica  libre y artificial de gran dificultad solo accesibles a la élite de este deporte. Como muestra, pinchando aquí podéis ver el vídeo que grabó Manu Cordova escalando "Vertigo", la última vía abierta en la pared.


 El Tozal del Vero se muestra imponente por encima de nosotros.



Tras este tramo abierto, llegamos al Segundo Caos del Vero, una nueva sucesión de bloques desprendidos sobre el cauce del río que forma otra sección de Oscuros de gran valor estético. Estamos en otro de los tramos deportivos del descenso que en condiciones normales no ofrece ninguna dificultad particular pero que con caudales altos tiene pasos obligados que pueden llegar a estar sifonados.



 Contraluces y tramos de gran interes estético en el Segundo Caos.



Tras el Segundo Caos, el cauce se vuelve a abrir de nuevo pero a diferencia de los anteriores tramos abiertos, en esta sección del barranco hay numerosas badinas profundas que nos permitirán progresar nadando y realizar pequeños saltos.



Fijaros en la siguiente fotografía como, aunque el río haya perdido en este tramo interés deportivo en el fondo del cañón, el entorno maravilloso de sus paredes compensa con creces esta falta de deportividad.


Al fin llegamos al ultimo caos, el más técnico y obligado del descenso, con destrepes delicados y complicados con caudal alto. Antes del comienzo de este caos sale a mano derecha una senda poca evidente que evita por este margen del barranco los pasos más delicados del cañón.


Y por fin, tras 6 horas largas de descenso y unos 6 km pateando por el río, llegamos al Puente de Villacantal, fin de nuestra aventura aunque no de nuestra actividad, ya que aún nos queda media hora larga de subida hasta Alquezar.




El Vero es un descenso emblemático de la Sierra de Guara que en los ultimos años se está haciendo menos debido a su longitud y a su supesta falta de interés deportivo. No es un barranco para hacer todos los años pero la estética de algunos de sus tramos, sus famosos Oscuros con juegos de luces y sombras, y sobretodo todo el entorno que rodea a este cañón, creo que compensa con creces el esfuerzo que supone su descenso y la falta de interés deportivo de alguno de sus tramos. Pese a todo, es un descenso indispensable de la Sierra de Guara.
Y esto es todo amigos, al final  me ha salido una reseña muy completa del Vero.