viernes, 31 de agosto de 2012

GARGANTA DEL IRUES



NATURALEZA SALVAJE EN UN LUGAR RECONDITO DE LOS PIRINEOS


La aventura del Irués empezó en mayo del 2010, cuando Marta y yo, en una actividad de espeleo, contemplábamos desde el Collado de Santa Isabel (macizo del Cotiella) la cabecera de esta garganta. Tengo la "mala costumbre" cuando estoy en el monte de fichar y preparar mentalmente actividades mientras estoy haciendo otras, por lo que normalmente, si el sitio lo merece y tiene el interés suficiente, el final de una actividad suele marcar el comienzo de otra. Ese día me llamó mucho la atención la Garganta del Irués, en una vertiente alejada de un macizo ya de por si poco frecuentado: el Cotiella. Mientras me documentaba, pude comprobar que esta garganta era el punto de drenaje de todo este inmenso macizo, que en su tramo inferior se hacía barranquismo y que tenía tramos espectaculares. Además, la poca información que encontraba era un reflejo de que era un descenso solitario y salvaje, vamos que tenía todos los ingredientes para hacer una actividad perfecta de montaña. Tan sólo hacía falta juntar las ganas suficientes para lanzarse a una aventura en la que nos embarcamos durante nuestras vacaciones de agosto de este año en el Cañón de Añisclo.




 La marcha de aproximación va por dentro de un bosque precioso.



El descenso de la Garganta del Irués tiene una aproximación relativamente larga para lo que es una actividad barranquista en los Pirineos. Para ello, deberemos tomar una PR que sale de la localidad de Badaín, a escasos kilómetros de Lafortunada. La senda está perfectamente marcada y sale en dirección a El Chorro y las Fuentes de Fornos. Senderista, si te gusta disfrutar de la naturaleza, sin duda alguna este es tu sitio, la senda va colgada unos cientos de metros por encima del río del Irués en medio de un bosque precioso en el que será fácil que encontremos ardillas y demás fauna salvaje. No tiene nada de dificultad y en unos 50 minutos nos depositará en el río para cruzar una pasarela metálica, justo en la confluencia del Irués con el río Garona. 


Pasarela en la confluencia del Irués con el río Garona. Este punto marca el fin de nuestro descenso.


A partir de aquí, y por otra senda perfectamente marcada y en medio de una vegetación aún si cabe más frondosa,  el camino coge algo de desnivel sobre el Irues. A partir del puente y aguas arriba del Irués, es todo el tramo barranqueable que bajaremos después. En pocos minutos podremos ver las surgencias de las Fuentes de Fornos con el agua saliendo a borbotones del suelo en medio de la nada de la frondosidad del bosque. Sólo por esto, merece la pena venir aquí, pero también es cierto que el senderista desde este punto no puede contemplar en su inmesidad el espectáculo tan sobresaliente que son estas surgencias, algo que si hará el barranquista desde el cauce del Irués.


Las Fuentes de Fornos saliendo de entre las piedras en medio de la frondosidad del bosque (imagen tomada en la marcha de aproximación al barranco).



La senda acaba más arriba dentro del cauce del Irués muy cerca de otra surgencia por la que solo mana agua tras fuertes lluvias y de la que hablaremos más tarde: el Chorro. Justo en este punto, podremos equiparnos y empezar el descenso. El sitio es muy guapo, estamos rodeados de pequeños manantiales por los que sale un hilo de agua pero que tras los deshielos tienen que ser auténticas cascadas.


Surgencias semi-activas junto al Chorro, en el inicio del descenso. Al loro con este sitio en deshielos o después de fuertes lluevias,  por que por aquí saldrá mucha agua.



Tras ponernos el neopreno y todo nuestro equipo de protección contra el frio, por que sabemos que el agua de este barranco está muy fria, comenzamos el primer tramo conocido como los Estrechos del Irués. Es el tramo más deportivo del barranco, con zonas estrechas alternadas de largas badinas de agua muy fria. En este tramo tendremos que hacer 3 pequeños rapeles, el segundo saltable incluso en verano. A tener en cuenta el estado del equipamiento de estos rapeles, digamos que los spits tienen bastante solera, y además no están preparados para desplazarnos de los movimientos de agua cuando el barranco esté en deshielos, lo que implica que para sortear los movimientos que se forman en la recepción de cada uno de estos rápeles, estaremos obligados a saltar y, si bien no son saltos muy grandes, son muy técnicos y de apuntar, vamos que es para tener en cuenta si el barranco va fuerte de caudal algo que ocurre con toda seguridad si por el Chorro, la surgencia que alimenta este tramo del barranco, sale agua.


Los Estrechos del Irués.


A pesar de llevar poca agua ese día, el Irués nos mostró su cara más salvaje, un barranco muy solitario en el corazón de los Pirineos, con una naturaleza exuberante y pozas de agua muy fria y cristalina en las que aún tuvimos tiempo de enredar y dar algun salto que otro.


Pozas de agua muy fria y cristalina en los Estrechos del Irués, un lugar muy salvaje y solitario.



Tras los Estrechos, el barranco se abre y ofrece una escapatoria hacía la senda que hemos recorrido en la aproximación y que va por encima. Enseguida empieza una zona de caos en la que el agua se filtra completamente en verano por debajo de la roca. Es un tramo entretenido y seco-condiciones de verano-y con abundantes destrepes. Nos servirá para entrar en calor y coger calorias para el plato fuerte que nos espera más adelante.
De repente, de la nada empieza a salir agua por todas partes y por los dos márgenes del barranco. La roca es sustituida por el musgo y el Irués pasa en pocos metros de ser un barranco semi-seco a ser un descenso muy acuático. ¿Pero de dónde sale esta agua?. Este fenómeno es el principal interés de este barranco por que las aguas que salen a una cota aproximada de 950 msnm por las innumerables surgencias como la de la siguiente foto ...............

Primeras surgencias a la altura de Fornos, empieza el espectáculo del agua.



............se filtran más arriba en el enorme desierto kárstico del Macizo del Cotiella. En la siguiente foto podéis ver, asemajando a la superficie lunar, el inmenso campo de dolinas, simas y pozos del Circo de Armeña, una de las principales zonas de captación de agua lluvia y de nieve de todo el macizo, a unos 2400-2500 msnm. Es decir, que el agua que en forma de lluvia y de nieve cae en la alta montaña del Macizo del Cotiella, se filtra a través de su inmenso karts, discurre por el subsuelo a través de un complejo sistema subterráneode más de 1000 metros de desnivel y sale otra vez a superficie en la Garganta del Irués, a traves de las surgencias del Chorro y de las Fuentes de Fornos, la pricipal zona de drenaje de este  macizo.


Campos de dolinas en el Circo de Armeña, la principal zona de infiltración del macizo.



Los innumerables pozos y simas por los que se filtra el agua de lluvia en el inmenso karts de alta montaña del Cotiella.



En efecto, la Garganta del Irués es la pricipal zona de drenaje del Cotiella o, lo que es lo mismo, el barranco por dónde surgen todas las aguas que se filtran por este inmenso macizo de casi tres mil metros. Y esto ha sido así desde hace mucho tiempo como lo atestiguan las numerosas cavidades fósiles que hay en la cabecera de este barranco.

 La cabecera de la Garganta del Irués vista desde el Collado de Santa Isabel.



En la zona del Collado de Santa Isabel, en la vertiente de la montaña que da a Saravillo, podremos encontrar y visitar alguna de las cavidades fósiles de este sistema  que ahora se encuentran muchos metros de desnivel por encima de la actual zona de drenaje del Cotiella.


El Monte de las Pecotosas, en uno de los márgenes de la cabecera de la Garganta del Irués, y alguna de  sus cavidades fósiles.



Destaca la Cueva 5 de Agosto, denominada así por sus descubridores el día que la localizaron, pero que, tal y como me pudo corroborar un pastor de Saravillo, siempre se ha llamado Espelunca Alta de Lasguerritz. La cueva es una cavidad fósil de 1 km de desarrollo que da la sensación de estar dentro del túnel de un metro por las grandes proporciones y regularidad de su galeria principal, una galeria excavada en el pasado por un río subterráneo de bastante entidad cuyo caudal sería semejante al que  podemos observar en la actualidad  en las Fuentes de Fornos, ya que la cabecera de este barranco hacía en el pasado  las mismas funciones de drenaje que hace altualmente la zona baja del Irués a la altura de Fornos.


 La gran estalagmita de la galeria principal de la Cueva 5 de Agosto, la principal cavidad fósil del antiguo sistema de drenaje de la Garganta del Irués.



Digamos que lo que la naturaleza nos ha privado en la alta montaña del Macizo del Cotiella, ya que en altura es casi imposible encontrar agua en esta montaña, nos lo regala en la Garganta del Irués a través de estas espectáculares surgencias. Y ahora sí, os muestro en la siguiente fotografía el espectáculo que son las Fuentes de Fornos desde el fondo del barranco, uno de los sitios más bonitos, espectáculares y salvajes que he visto en los Pirineos y no solo a nivel de barrancos. Agua saliendo a borbotones por todos sitios y despeñándose en pequeñas cascadas sobre el cauce principal, todo ello en medio de una naturaleza exuberante, un espectáculo grandioso que sólo puede contemplar el barranquista desde el fondo de la garganta. El agua de las surgencias principales sale a una temperatura constante de 7-8º que puso al límite la electrónica de mi cámara acuática asi que siento no poder ofrecer mejores imágenes de este sitio aunque en el vídeo que he colgado al final de esta entrada podéis haceros una idea mejor de lo increible que es este paraje.


 El espectáculo grandioso de las Fuentes de Fornos desde la Garganta del Irués, uno de los sitios más bonitos que he visto en los Pirineos.


A partir de Fornos, cuanto menos se duplica el caudal del Irués y lo hace con aguas que están más que frias, heladas, vamos que como no llevéis neopreno bueno las pasaréis canutas por que además el tramo que viene a continuación es muy acuático, son los denominados como Rápidos del Irués, una zona de fuertes corrientes y algun resalte que nos obligará a echar la cuerda en alguno de los árboles que hay en los márgenes del barranco. Recomendable llevar material de instalación por que los cordinos y los mallones que encontremos, una vez más, tienen bastante solera.En verano es un tramo de atención pero que se pasa muy bien y que termina en el puente que hemos cruzado en la aproximación, justo en la confluencia del Irués con el Garona. Ahora sí podremos ponernos al sol y recuperar las calorias perdidas. Para que os hagáis una idea, esos días hicimos también el Miraval y la Garganta de Escuain, barrancos considerados de aguas muy frias, y el Irués los superaba con creces. 
Como habéis visto, este descenso transciende el barranquismo propiamente dicho y nos sumerge en una actividad más relacionada con la espeleología que con otra cosa. De hecho, en las surgencias de este barranco se están realizando en los últimos años intensas campañas espeleológicas con el fin de comprender el complicado sistema de drenaje del Cotiella y su posible conexión con las zona de infiltración del sistema.  Os pongo un par de imágenes sacadas de la página web de la Asociación Científico-Espeleológica del Cotiella  con un plano general sobre la montaña del desarrollo de todo el sistema de drenaje subterráneo de esta zona del Irués, con todas las bocas que se han prospectado hasta ahora (pinchar en la imágen para verla más grande) y una topo de la que actualmente es la cavidad explorada de mayor desarrollo de toda esta zona: la Cueva de los Graners.

Imágen general de todo el sistema de drenaje subterráneo y las principales surgencias de la Garganta del Irués (obtenida de la página web de la Asociación Científico-Espeológica del Cotiella).


Topografía de la Cueva de los Graners (obtenida de la web de la Asociación Científico-Espelológica del Cotiella).



Y para acabar, como las imágenes tomadas del barranco no son muy buenas debido a que el frio afectó mucho a mi cámara, he realizado un pequeño montaje con los vídeos que grabamos ese día. Espero que os guste y que no os haya aburrido mucho este ladrillo que he escrito.



miércoles, 29 de agosto de 2012

ASCENSION AL CASTILLO MAYOR



EL CENTINELA DE LA GARGANTA DE ESCUAIN.



La cara norte del  Castillo Mayor visto desde la Garganta de Miraval.


Tras un montón de días a remojo en aguas muy frias y con el neopreno puesto todo el rato apetecía cambiar de actividad y sacar la vena montañera que siempre sale cuando estoy rodeado de tantas y tantas montañas. Este verano ha sido un monográfico del Cañón de Añisclo y de la Garganta de Escuain asi que para continuar con el guión me planteo realizar una ascensión mañanera a la que podemos considerar como la gran atalaya de la Garganta de Escuain: el Castillo Mayor.
A pesar de su escasa altitud (poco más de 2.000 m) en comparación con los gigantes que la rodean (Macizo Monte Perdido-Suca-Tres Marías), es una montaña de gran entidad que domina de forma muy característica el paisaje de la Garganta de Escuain. ¿Quién no se ha fotografiado alguna vez en el Dolmen de Tella con la esbelta figura del Castillo Mayor al fondo?. 
En realidad es una montaña de grandes contrastes según desde dónde la miremos. Vista desde la Garganta de Escuain, es un murallón de roca gigantesco que cae en picado sobre los acantilados que forma el río Yaga en su base. De ahí el nombre de Castillo Mayor. Pero si la miramos desde el sur, en la vertiente que da a la Montaña de Sensa, es una cumbre de bosques y pastizales y de laderas de inclinación más o menos moderada.


La cara sur del Castillo Mayor vista desde los Sestrales.


Sin ser una cumbre solitaria, tampoco se puede decir que sea un montaña a la que suba mucha gente. No obstante, desde la vertiente sur hay accesos fáciles que con un desnivel de unos 900 metros aproximados nos depositarán en unas 2h30min en la cima. El coche lo dejaremos nada más pasar la localidad de Puértolas, en el cruce que nos lleva a Bestué. Desde allí podremos distinguir fácilmente el itinerario a seguir.


Itinerario de ascenso desde el aparcamiento.


No voy a describir la ruta de acceso por que hay mucha información disponible al respecto. Tan sólo señalar que pese a tener tan solo 900 metros de desnivel, el camino es muy empinado y algunos tramos nos pondrá a tono. También indicar que la ruta de ascenso va por una cara sur muy marcada y que es imposible encontrar agua en todo el trayecto, por lo que hay que evitar realizar el ascenso en verano o en días de mucho calor, cosa que yo no hice y de la que me arrepentí, menos mal que salió algo nublado por que sino hubiera pillado una insolación importante.


El gran lapiaz visto desde los pastizales de la parte superior de la montaña.


Si hay algo que destacar de esta montaña es el gran lapiaz cimero que hay a pocos metros de su cumbre, uno de los más extensos y mejor configurados que podremos encontrar en los Pirineos. Un desierto de roca fracturada por la que filtra enseguida todo el agua de lluvia y de nieve que cae sobre las laderas de la montaña lo que explica la ausencia total del líquido elemente que hay en la misma. Sólo por ver este lapiaz, merece la pena subir a esta cumbre. A continuación os muestro unas fotos de las curiosas y espectaculares formas rocosas que podréis encontrar en el lapiaz cimero:


Un gran árbol cimero crece en medio de este lapiaz inmenso.








Y la segunda característica de esta montaña son las extensas vistas que hay desde la cumbre, especialmente de la Garganta de Escuain, cuyos acantilados domina desde lo alto. Si además de montañero eres barranquista, disfrutarás un montón con la vista aeréa de todos los barrancos de la Garganta de Escuain.


Los contrafuertes y paredones de la cara norte caen en picado sobre la Garganta de Escuain..



Foto de cima.



Vista aérea de la Garganta de Escuain desde la cima del Castillo Mayor.



La parte superior de Ordesa-Monte Perdido desde la cima del Castillo Mayor.



En definitiva, una fácil y relativamente solitaria cumbre cuya ascensión no os tenéis que perder.
 

lunes, 27 de agosto de 2012

FORATO DE MANATUERO-MALAPRECIATA



 TRAS LAS HUELLAS DE LUCIEN BRIET


Marta en el porche de grandes dimensiones de la Cueva Manatuero.


Lucien Briet es un personaje muy singular que siempre me ha llamado mucho la atención. Conocido por el gran público sobretodo por su faceta  más montañera (no olvidemos que fue uno de los principales impulsores de la creación del Parque Nacional de Ordesa a principios del S.XX), fue uno de los pioneros de la espeleología moderna. Y uno de sus principales campos de exploración fue la cara sur de los Pirineos y la Sierra de Guara.
En el año 1910, el ojo avizor de Lucien Briet le llevó a Fanlo, a las puertas del Cañón de Añisclo,  en una de sus campañas exploratorias por la cara sur de los Pirineos, con el fin de conocer todo el sistema freático de esta zona de la cordillera. En las fiestas de Fanlo, coincidió con el cura de Buerba, el cuál, a sabiendas del interés del vecino francés por las cavidades y los barrancos, le indicó que en su pueblo había una garganta cuyas paredes formaban casi una caverna, y que muy cerca del mismo había una surgencia por cuya boca salía agua después de fuertes lluvias.
Poco tardó Lucien Briet en acercarse a este pueblo. De la mano de un cazador y de los curas de la localidad, personajes anónimos que han pasado desapercibidos pero que han tenido un papel relevante en la exploración de los Pirineos, visitó esa garganta que no era otra que el Barranco del Yesa Superior, hoy en día uno de los descensos barranquistas más bonitos que se pueden hacer en las puertas del Parque Nacional de Ordesa.
En la aproximación al Barranco de Yesa Superior, cuya senda pasa al lado del Barranco de Manatuero, los lugareños le indicaron una surgencia por la que salía agua después de fuertes lluvias, despertando el interés de Lucien Briet. El caso es que el 4 de octubre de 1910, nuestro amigo galo visitaba el Barranco de Manatuero con el fin de explorar la curiosa surgencia. En esta incursión descubre el gran porche de la Cueva de Manatuero pero al llevar sólo cerillas como iluminación, apenas pueden recorrer unos metros de la galeria principal.


Fotografía histórica  tomada por Lucien Briet en 1910 de la boca de la Cueva de Manatuero desde el fondo del barranco del mismo nombre (imagen obtenida de Soberbios Pirineos).



El 6 de octubre de 1910 regresa de nuevo dispuesto a explorar la cueva. Es curioso leer el relato que publicó de esta exploración en "Soberbios Pirineos". Lo primero que llama la atención, es que no se conformaba con explorar la cavidad, sino que llevaba un cordel y un cuaderno para medir y anotar con la mayor precisión posible las dimensiones de las galerias que exploraban, asi como instrumentos para medir la temperatura y la humedad de su interior. Tras pasar por la zona activa de la cueva, dónde encuentran algun tramo inundado de agua y bastante barro, llegan a la zona fósil y a los primeros estrechamientos. Tras hacer algunas arrastradas y forzar algun paso, uno de los  guías del pueblo que acompañaban a Lucien Briet, un tal Joaquín, se detiene ante un paso estrecho y deciden dar la vuelta tras 4 horas de exploración.
Una vez fuera y cuando se estaban lavando en el arroyo de la surgencia, aparecen Mosen Felix, cura de Buerba,  y el hermano de Melchor, otro de los guías que le habían acompañado en la Cueva de Manatuero, y le indican que hay otra cueva justo en el otro margen del barranco: la Malapreciata.
Tras algun esfuerzo, localizan esta pequeña cavidad y se internan para realizar la exploración. A diferencia de la Manatuero, las galerias que encuentran están fuertemente concreccionadas y disfrutan del espectáculo de la gran cantidad de formaciones que hay en la cavidad. Los guías se adelantan al cura y a Lucien Briet y descubren el punto dónde se habían detenido esta mañana. Por lo visto hay una galeria  que comunicaba las 2 bocas del sistema. De esta manera, Lucien Briet mide un desarrollo 673 metros de galerias, realizando la primera travesía subterránea de la cara sur de los Pirineos y descubriendo la que el creía que era en ese momento la cavidad de mayor desarrollo del Alto Aragón. Evidentemente, no es la cueva de mayor desarrollo del pirineo aragonés, y de hecho tiene más de los 673 metros que midió Lucien Briet, pero lo que hay que destacar es que este personaje, a principios del S.XX, fuera capaz de ver el potencial espeleológico que tenía la zona del Cañón de Añisclo y la Garganta de Escuain, una zona que hoy en día, con técnicas mucho más modernas, ha dado a la luz alguno de los sistemas subterráneos más importantes del mundo.

Una copia de la topografía que dibujó Lucien Briet del interior de la cueva.


Nosotros nos fijamos en el Forato de Manatuero-Malapreciata en nuestro reciente descenso del Barranco del Yesa Superior. La senda de aproximación desciende junto al Barranco del Manatuero, desde la cuál se puede ver (más bien oir) la boca y la surgencia de la Cueva de Manatuero.Asi que en nuestras vacaciones estivales en el Cañón de Añisclo, decidimos seguir los pasos de Lucien Briet y 102 años después repetir la misma travesía subterránea que exploró nuestro vecino galo.



El acceso a la boca de la cueva, pese a ser más o menos evidente, es algo complejo. La forma más fácil es seguir la senda que baja desde Buerba al río Yesa, paralela al Barranco de Manatuero. Desde aquí se puede descender fuera de sendero y siguiendo algun hito disperso hasta la boca de la cueva, pero si no te lo conoces bien, lo normal es que no encuentréis bien el descenso y acabéis totalmente pinchados y arañados por la fuerte vegetación que hay en esta margen del barranco. Nosotros no lo vimos claro (de vuelta si que subimos por aquí), asi que optamos por seguir la senda hasta el fondo del barranco hasta que ésta lo cruza, y desde aquí remontarlo hasta la boca de la Malapreciata. Esto supone mojarse y trepar varios resaltes resbaladizos que cuando lleven más agua pueden ser algo complejos de remontar. Una vez en la boca de la cueva, tendremos que subir hasta su entrada utilizando una cuerda fija instalada.
Otra opción para acceder a la cueva puede ser descender el Barranco de Manatuero. La boca de la cueva está justo después del ultimo rapel pero le veo el incoveniente de tener que arrastar después todo el material por dentro de la cueva.


Topografía actual de la travesia Manatuero-Malapreciata



Entraremos al sistema por la gran boca de la Cueva de Manatuero, llamada asi por ser una cavidad por la que "mana" agua después de fuertes lluvias. El porche nos lleva a una galeria de grandes dimensiones y sin formaciones, de progresión muy cómoda. Tras andar un rato atravesaremos un paso bajo lleno de arcilla que en periodo de lluvias se inunda de agua, pudiéndo incluso llegar a sifonarse (recomendable llevar neopreno si la cueva lleva agua). Estamos en el sector activo del sistema y justo debajo del cauce del Barranco de Manatuero por el que se filtra el agua al interior de la tierra en épocas de lluvias. De hecho, aunque la surgencia permanente que alimenta el Barranco de Manatuero está un poco más abajo que la cueva, por la boca de la cavidad sale agua en momentos de fuertes lluvias.

Galerias de grandes dimensiones y sin formaciones en el sector activo de la Cueva Manatuero.



Tras pasar esta zona y dejar una bifurcación, la cueva da un brusco giro a la izquierda y poco a poco comienza a perder altura a la vez que empiezan a verse las primeras formaciones.




Enseguida empiezan las arrastradas y los pasos estrechos ya que la galeria se convierte en un laminador de techo muy bajo. De todas formas, son arrastradas divertidas y relativamente cómodas.


El laminador de acceso a la boca de la Malapreciata, tras pasar los tramos más estrechos de la travesía.


Estas arrastradas nos comunican con la boca fósil del sistema y nos depositan en galerias ámplias muy concreccionadas y repletas de espeleotemas.


Formaciones abundantes..........



De hecho, en algunas zonas las formaciones son muy abundantes, encontrándo rincones realmente bonitos y muy fotogénicos.


........y salas muy concreccionadas.




Desde estas galerias, aún toca arrastrarse un poco más hasta llegar a la diminuta boca de la Malapreciata, conocida desde antaño por los habitantes de Buerba y denominada asi, en palabras de Lucien Briet,  por ser una cavidad "mal apreciada" debido a las reducidas dimensiones de su boca, a pesar de tener en su interior y muy próxima a la entrada, gran cantidad de formaciones.

Nos acercamos a la Malapreciata, estamos en el sector fósil del sistema.


Una vez fuera, flipas del lugar dónde su ubica la boca de la Malapreciata. Estamos en el margen opuesto del barranco por dónde hemos entrado antes, la Manatuero se ha quedado debajo y en la orilla de enfrente, todo ello rodeado de arbustos y de mucha vegetación que unido a las reducidas dimensiones de la cueva, hacen muy dificil su localización. Para regresar al punto de partida, toca pincharse y arañarse, desde la Malapreciata hay mojones muy dispersos y dificiles de ver que nos llevan al más puro "estilo jabalí" hasta la senda que viene de Buerba.


La reducida boca de la Malapreciata, escondida y protegida por la abundante vegetación que la rodea.




En definitiva una bonita travesía con un desarrollo aproximado de unos 1000 metros y que atraviesa por debajo el Barranco de Manatuero. Su visita nos tendrá entretenidos un rato y en ella encontraremos  rincones realmente bonitos en las galerias cercanas a la Malapreciata. En época de lluvias encontraréis galerias inundadas cerca de la Cueva de Manatuero que pueden exigir el uso del neopreno. 
Sin duda alguna, una actividad a recomendar si estáis en la zona que nos sumergerá en los albores de la historia de la exploración subterránea de los Pirineos. Bonito legado el que nos dejó Lucien Briet........

viernes, 24 de agosto de 2012

GARGANTA DE ESCUAIN + BARRANCO DE MIRAVAL





LA INTEGRAL DEL RIO YAGA


No estaba previsto realizar esta integral durante estas vacaciones de agosto; es decir, el descenso de la Garganta de Escuain y el Barranco de Miraval, que son los dos tramos barranqueables más interesantes del río Yaga, pero tras realizar el Miraval el primer día de las vacaciones se nos ocurrió que para despedirnos de nuestra estancia en el Pirineo, podríamos descender el ultimo día la Garganta de Escuain, entrándole por el Barranco del Lugar, que además nos faltaba, y asi completar esta curiosa integral.
Poco que decir estos descensos, hay mucha información disponible y son suficientemente conocidos, tan sólo añadir los siguientes apuntes.

GARGANTA DE ESCUAIN

Era la segunda vez que la descendíamos, la primera vez aproximamos directamente por la senda que baja desde el despoblado de Escuain a las Fuentes del río Yaga y lo recuerdo como un descenso entretenido, con tramos de mucho desnivel y con sendas casi desdibujadas que, debido a las lluvias del día anterior y a lo resbaladizo que estaba todo, casi tenemos que sacar las cuerdas para bajar al río.


 
 Vista aérea de la Garganta de Escuain desde la cima del Castillo Mayor.


Esta vez le entramos por el Barranco del Lugar, un barranco seco que se pilla prácticamente debajo del pueblo y que permite acceder al cauce principal del que es afluente mediante varios rápeles verticales de carácter abierto. Las fuertes lluvias caídas 2 días antes llenaron las pozas de los 2 primeros rápeles pero aún así optamos por descenderlo sin el neopreno, ni siquiera el peto.


 
Colapso total de tráfico en este descenso. 2 grupos de guías por delante nuestro y otros 2 grupos más por detrás, asi que tocó esperar y mucho. El grupo de guias franceses que llevábamos detrás se desesperó con las esperas y tuvimos un fuerte encontronazo con ellos del que no quiero extenderme por que me enciendo. Tan sólo reivindicar en este blog que los barrancos no son sólo de los guías y de las empresas de aventura y que el resto de gente que vamos por libre también tenemos derecho a hacer barranquismo.




Una vez en el agua y con el neopreno puesto, pusimos el turbo y dejamos atrás a toda esa cuadrilla de impresentables pudiendo disfrutar plenamente del descenso de la Garganta de Escuain con un caudal bastante alegre para las fechas en las que estábamos debido a las lluvias de los  2 días anteriores.





GARGANTA DE MIRAVAL


El Miraval era uno de los objetivos fijados para las vacaciones. Es el tramo que forma el río Yaga justo en su confluencia con el Cinca. Barranco super acuático, de aguas muy frias y bastante encajonado, ingredientes más que suficientes para obligarnos a planificar bien la salida y controlar los caudales por que si está un poco más alto de lo normal nos lo pasaremos "bomba" en los innumerables estrechos que atravesaremos. Barranco muy técnico en mayencos y disfrutón en estiaje aunque no por ello deberemos bajar la guardia, hay puntos muy concretos que son delicados incluso con caudales bajos.


 
Vista aérea del Barranco de Miraval desde la cima del Castillo Mayor.





Nosotros sólo disponíamos de un vehículo asi que lo dejamos en el primer aparcamiento de la pista forestal y desde alli fuimos andando hasta el segundo aparcamiento desde el cuál bajamos al cauce del río. En total unos 25-30 min de pateo y todo en descenso, vamos que merece la pena. Y luego en el barranco, hay que salirse por la senda más o menos evidente que hay justo al salir del 2º gran estrecho, en una badina gigantesca que se aprovecha para saltar. Desde aquí, una senda nos lleva en una media hora al primer aparcamiento. De esta manera, aunque nos dejemos el ultimo estrecho y el tramo final, no tendremos que hacer combinación de vehículos, y nos habremos llevado el tramo más interesante y deportivo del Miraval.




Por último añadir que en agosto este barranco es una pequeña Francia. Está masificado principalmente por empresas de aventura francesas a lo que se le añade grupos de barranquistas incontrolados que van por libre y que mayoritariamente, al menos por lo que pudimos ver ese día, están poco preparados, muy mal equipados y por consiguiente son carne de cañón para sufrir accidentes, de hecho el Miraval es un barranco con un índice muy alto de accidentados. No obstante, y a pesar de esta masificación de los meses de verano, el Miraval es de lo mejorcico que se puede descender en el Pirineo.




Por ultimo, un pequeño vídeo para que os hagáis una idea de lo que son estos barrancos. Ah, se me olvidaba, el agua del río Yaga siempre baja muy fria (mas bien diria que está helada), algo a tener en cuenta a la hora de planificar estos descensos.



lunes, 20 de agosto de 2012

EL SOLENCIO DE MORRANO



POR LAS ENTRAÑAS DE LA SIERRA DE GUARA



La Sala de los Gourgs del Solencio de Morrano


Tengo que reconocer que el Solencio de Morrano ha sido una apuesta personal y ello se ha debido a que el verano pasado decidimos visitar esta cavidad y no la encontramos. Y no solo que no la encontramos sino que nos pegamos una paliza importante durante su búsqueda, con pinchazos y arañazos incluidos.
Hasta ahora había sido la única cavidad que no habíamos encontrado aunque en otras actividades de espeleo habíamos estado a punto de rozar el desastre por que amigos, a veces buscar la boca de entrada de una cueva es incluso más dificil que explorarla. 
El caso es que este año, en una mañana de esas tontas que tienes libre, volví de nuevo a prospectar la zona y acabé dando con la cavidad de una forma un poco rocambolesca y con una gran dosis de suerte de por medio, pero también hay que decir que la suerte hay que ir a buscarla. Por fin había dado con la cavidad, el año anterior no la habíamos encontrado por que había un error importante en el plano topográfico que llevábamos y, a pesar de estar en el sitio correcto, no era el lugar dónde se localizaba realmente la cavidad. Y menos mal que no llevaba el material de espeleo por que sino seguro que me meto solo ese día, pero tampoco iba a demorar su visita, las vacaciones de verano estaban cercanas y tenía muchas ganas de entrar en esta cueva que tanto y tanto me había costado encontrar.


La boca de entrada el día de su localización.



El Solencio de Morrano, junto con el de Bastarás y el de Santa Cilia, es uno de los 3 solencios que hay en la Sierra de Guara y de los 3 es el más pequeño con apenas 300 metros de desarrollo. Curiosa palabra ésta del solencio que en la Sierra de Guara se utiliza para designar lo que se denomina en geología como "trop-plein" , es decir, la boca de un sistema subterráneo por la que sale agua únicamente cuando el acuífero que tiene dentro se llena y se satura y esto se produce  principalmente después de los deshielos o de fuertes lluvias. 
Desconozco si por el Solencio de Morrano aún sale agua después de fuertes lluvias. Por lo que pudimos comprobar, la gran cantidad de arbustos y de broza que hay cerca de su entrada delata que hace mucho tiempo que por aquí no ha salido agua. 
La boca es de reducidas dimensiones y a los pocos metros de la entrada hay un charco de agua. Ya lo había comprobado el día de su localización y por ello nos habíamos llevado el peto de neopreno pero el día que fuimos a explorarla nos dio mucha pereza ponernos el peto de neopreno en medio de ese secarral con todo el calor que hacía. Además, aparentemente el charco no era muy grande y no parecía que cubriese mucho y con el calor que hacía casi apetecía mojarse un poco. Asi que decidimos entrar sin el neopreno algo de lo que nos arrepentimos una vez que estábamos en el agua. Por que el charco era más largo de lo que parecía, cubría hasta el pecho y encima el agua estaba helada.......ja,ja,ja y lo mejor de todo es que los neoprenos los habíamos dejado fuera...........Os dejo un pequeño vídeo que grabamos para que veáis lo que cubría la poza de entrada:



La poza de entrada acaba en una pequeña trepada justo en el tramo que más cubre y que, tras un paso bajo, acaba en la preciosa Sala de los Gourgs.


 


Tras los gourgs accedemos a una pequeña sala bastante concreccionada que será el único sitio de la cavidad dónde encontremos formaciones.








Tras esta pequeña sala hay que hacer un destrepe de unos 10 metros bastante pronunciado. Desde arriba acojona un poco, pero con cuidado se puede hacer bastante bien por que hay bastantes escalones. En la base de este destrepe, otra pequeña sala en la que nos llamó la atención la abundante arena fina que había en el suelo.
A partir de aquí se acaba lo bueno, hay que echar el cuerpo al suelo y, tras pasar varias gateras, llegaremos a un laminador de unos 20 metros de progresión muy incómoda por los bloques que hay en suelo. Tras pasar el laminador podremos volver a ponernos de pie ya que alcanzaremos unas galerias bastante amplias que nos llevan al final de la cueva.


Suelo de arena fina tras el destrepe de la primera sala.


Nos llamó mucho la atención el estado de conservación de la cavidad. En el suelo de la galeria de arena fina, de paso obligado, no había marcas de pisadas. Tampoco vimos ninguna pintada, ni restos o marcas de carburo, ni ningún resto de basura, ni mojones, ni marcas de señalización, nada de nada, tan sólo un pasamos instalado en las galerias finales de la cueva. 
Desde luego esta cueva es conocida desde antaño por los lugareños de los pueblos de la zona (Morrano, Bierge) pero el hecho de que a los 10 metros de la entrada haya un pequeño lago, ha tenido que ser un obstáculo lo suficientemente fuerte como para que la gente de los pueblos no haya entrado nunca. A eso se le suma el escaso desarrollo de la cueva que ha podido suponer una supuesta falta de interés entre el colectivo de espeleológos. El caso es que hoy en día la cueva permanece en el anonimato y esto ha favorecido su excelente estado de conservación, creemos que la visita muy poca gente.


Marta y yo  en la boca de la cavidad, tras realizar la exploración de ese día.