NATURALEZA SALVAJE EN UN LUGAR RECONDITO DE LOS PIRINEOS
La aventura del Irués empezó en mayo del 2010, cuando Marta y yo, en una actividad de espeleo, contemplábamos desde el Collado de Santa Isabel (macizo del Cotiella) la cabecera de esta garganta. Tengo la "mala costumbre" cuando estoy en el monte de fichar y preparar mentalmente actividades mientras estoy haciendo otras, por lo que normalmente, si el sitio lo merece y tiene el interés suficiente, el final de una actividad suele marcar el comienzo de otra. Ese día me llamó mucho la atención la Garganta del Irués, en una vertiente alejada de un macizo ya de por si poco frecuentado: el Cotiella. Mientras me documentaba, pude comprobar que esta garganta era el punto de drenaje de todo este inmenso macizo, que en su tramo inferior se hacía barranquismo y que tenía tramos espectaculares. Además, la poca información que encontraba era un reflejo de que era un descenso solitario y salvaje, vamos que tenía todos los ingredientes para hacer una actividad perfecta de montaña. Tan sólo hacía falta juntar las ganas suficientes para lanzarse a una aventura en la que nos embarcamos durante nuestras vacaciones de agosto de este año en el Cañón de Añisclo.
La marcha de aproximación va por dentro de un bosque precioso.
El descenso de la Garganta del Irués tiene una aproximación relativamente larga para lo que es una actividad barranquista en los Pirineos. Para ello, deberemos
tomar una PR que sale de la localidad de Badaín, a escasos kilómetros de
Lafortunada. La senda está perfectamente marcada y sale en dirección a
El Chorro y las Fuentes de Fornos. Senderista, si te gusta disfrutar de
la naturaleza, sin duda alguna este es tu sitio, la senda va colgada
unos cientos de metros por encima del río del Irués en medio de un
bosque precioso en el que será fácil que encontremos ardillas y demás
fauna salvaje. No tiene nada de dificultad y en unos 50 minutos nos
depositará en el río para cruzar una pasarela metálica, justo en la
confluencia del Irués con el río Garona.
Pasarela en la confluencia del Irués con el río Garona. Este punto marca el fin de nuestro descenso.
A partir de aquí, y por otra senda perfectamente marcada y en medio de una vegetación aún si cabe más frondosa, el camino coge algo de desnivel sobre el Irues. A partir del puente y aguas arriba del Irués, es todo el tramo barranqueable que bajaremos después. En pocos minutos podremos ver las surgencias de las Fuentes de Fornos con el agua saliendo a borbotones del suelo en medio de la nada de la frondosidad del bosque. Sólo por esto, merece la pena venir aquí, pero también es cierto que el senderista desde este punto no puede contemplar en su inmesidad el espectáculo tan sobresaliente que son estas surgencias, algo que si hará el barranquista desde el cauce del Irués.
Las Fuentes de Fornos saliendo de entre las piedras en medio de la frondosidad del bosque (imagen tomada en la marcha de aproximación al barranco).
La senda acaba más arriba dentro del cauce del Irués muy cerca de otra surgencia por la que solo mana agua tras fuertes lluvias y de la que hablaremos más tarde: el Chorro. Justo en este punto, podremos equiparnos y empezar el descenso. El sitio es muy guapo, estamos rodeados de pequeños manantiales por los que sale un hilo de agua pero que tras los deshielos tienen que ser auténticas cascadas.
Surgencias semi-activas junto al Chorro, en el inicio del descenso. Al loro con este sitio en deshielos o después de fuertes lluevias, por que por aquí saldrá mucha agua.
Tras ponernos el neopreno y todo nuestro equipo de protección contra el frio, por que sabemos que el agua de este barranco está muy fria, comenzamos el primer tramo conocido como los Estrechos del Irués. Es el tramo más deportivo del barranco, con zonas estrechas alternadas de largas badinas de agua muy fria. En este tramo tendremos que hacer 3 pequeños rapeles, el segundo saltable incluso en verano. A tener en cuenta el estado del equipamiento de estos rapeles, digamos que los spits tienen bastante solera, y además no están preparados para desplazarnos de los movimientos de agua cuando el barranco esté en deshielos, lo que implica que para sortear los movimientos que se forman en la recepción de cada uno de estos rápeles, estaremos obligados a saltar y, si bien no son saltos muy grandes, son muy técnicos y de apuntar, vamos que es para tener en cuenta si el barranco va fuerte de caudal algo que ocurre con toda seguridad si por el Chorro, la surgencia que alimenta este tramo del barranco, sale agua.
Los Estrechos del Irués.
A pesar de llevar poca agua ese día, el Irués nos mostró su cara más salvaje, un barranco muy solitario en el corazón de los Pirineos, con una naturaleza exuberante y pozas de agua muy fria y cristalina en las que aún tuvimos tiempo de enredar y dar algun salto que otro.
Pozas de agua muy fria y cristalina en los Estrechos del Irués, un lugar muy salvaje y solitario.
Tras los Estrechos, el barranco se abre y ofrece una escapatoria hacía la senda que hemos recorrido en la aproximación y que va por encima. Enseguida empieza una zona de caos en la que el agua se filtra completamente en verano por debajo de la roca. Es un tramo entretenido y seco-condiciones de verano-y con abundantes destrepes. Nos servirá para entrar en calor y coger calorias para el plato fuerte que nos espera más adelante.
De repente, de la nada empieza a salir agua por todas partes y por los dos márgenes del barranco. La roca es sustituida por el musgo y el Irués pasa en pocos metros de ser un barranco semi-seco a ser un descenso muy acuático. ¿Pero de dónde sale esta agua?. Este fenómeno es el principal interés de este barranco por que las aguas que salen a una cota aproximada de 950 msnm por las innumerables surgencias como la de la siguiente foto ...............
Primeras surgencias a la altura de Fornos, empieza el espectáculo del agua.
............se filtran más arriba en el enorme desierto kárstico del Macizo del Cotiella. En la siguiente foto podéis ver, asemajando a la superficie lunar, el inmenso campo de dolinas, simas y pozos del Circo de Armeña, una de las principales zonas de captación de agua lluvia y de nieve de todo el macizo, a unos 2400-2500 msnm. Es decir, que el agua que en forma de lluvia y de nieve cae en la alta montaña del Macizo del Cotiella, se filtra a través de su inmenso karts, discurre por el subsuelo a través de un complejo sistema subterráneode más de 1000 metros de desnivel y sale otra vez a superficie en la Garganta del Irués, a traves de las surgencias del Chorro y de las Fuentes de Fornos, la pricipal zona de drenaje de este macizo.
Campos de dolinas en el Circo de Armeña, la principal zona de infiltración del macizo.
Los innumerables pozos y simas por los que se filtra el agua de lluvia en el inmenso karts de alta montaña del Cotiella.
En efecto, la Garganta del Irués es la pricipal zona de drenaje del Cotiella o, lo que es lo mismo, el barranco por dónde surgen todas las aguas que se filtran por este inmenso macizo de casi tres mil metros. Y esto ha sido así desde hace mucho tiempo como lo atestiguan las numerosas cavidades fósiles que hay en la cabecera de este barranco.
La cabecera de la Garganta del Irués vista desde el Collado de Santa Isabel.
En la zona del Collado de Santa Isabel, en la vertiente de la montaña que da a Saravillo, podremos encontrar y visitar alguna de las cavidades fósiles de este sistema que ahora se encuentran muchos metros de desnivel por encima de la actual zona de drenaje del Cotiella.
El Monte de las Pecotosas, en uno de los márgenes de la cabecera de la Garganta del Irués, y alguna de sus cavidades fósiles.
Destaca la Cueva 5 de Agosto, denominada así por sus descubridores el día que la localizaron, pero que, tal y como me pudo corroborar un pastor de Saravillo, siempre se ha llamado Espelunca Alta de Lasguerritz. La cueva es una cavidad fósil de 1 km de desarrollo que da la sensación de estar dentro del túnel de un metro por las grandes proporciones y regularidad de su galeria principal, una galeria excavada en el pasado por un río subterráneo de bastante entidad cuyo caudal sería semejante al que podemos observar en la actualidad en las Fuentes de Fornos, ya que la cabecera de este barranco hacía en el pasado las mismas funciones de drenaje que hace altualmente la zona baja del Irués a la altura de Fornos.
La gran estalagmita de la galeria principal de la Cueva 5 de Agosto, la principal cavidad fósil del antiguo sistema de drenaje de la Garganta del Irués.
Digamos que lo que la naturaleza nos ha privado en la alta montaña del
Macizo del Cotiella, ya que en altura es casi imposible encontrar agua
en esta montaña, nos lo regala en la Garganta del Irués a través de estas
espectáculares surgencias. Y ahora sí, os muestro en la siguiente fotografía el espectáculo que son las Fuentes de Fornos desde el fondo del barranco, uno de los sitios más bonitos, espectáculares y salvajes que he visto en los Pirineos y no solo a nivel de barrancos. Agua saliendo a borbotones por todos sitios y despeñándose en pequeñas cascadas sobre el cauce principal, todo ello en medio de una naturaleza exuberante, un espectáculo grandioso que sólo puede contemplar el barranquista desde el fondo de la garganta. El agua de las surgencias principales sale a una temperatura constante de 7-8º que puso al límite la electrónica de mi cámara acuática asi que siento no poder ofrecer mejores imágenes de este sitio aunque en el vídeo que he colgado al final de esta entrada podéis haceros una idea mejor de lo increible que es este paraje.
El espectáculo grandioso de las Fuentes de Fornos desde la Garganta del Irués, uno de los sitios más bonitos que he visto en los Pirineos.
A partir de Fornos, cuanto menos se duplica el caudal del Irués y lo hace con aguas que están más que frias, heladas, vamos que como no llevéis neopreno bueno las pasaréis canutas por que además el tramo que viene a continuación es muy acuático, son los denominados como Rápidos del Irués, una zona de fuertes corrientes y algun resalte que nos obligará a echar la cuerda en alguno de los árboles que hay en los márgenes del barranco. Recomendable llevar material de instalación por que los cordinos y los mallones que encontremos, una vez más, tienen bastante solera.En verano es un tramo de atención pero que se pasa muy bien y que termina en el puente que hemos cruzado en la aproximación, justo en la confluencia del Irués con el Garona. Ahora sí podremos ponernos al sol y recuperar las calorias perdidas. Para que os hagáis una idea, esos días hicimos también el Miraval y la Garganta de Escuain, barrancos considerados de aguas muy frias, y el Irués los superaba con creces.
Como habéis visto, este descenso transciende el barranquismo propiamente dicho y nos sumerge en una actividad más relacionada con la espeleología que con otra cosa. De hecho, en las surgencias de este barranco se están realizando en los últimos años intensas campañas espeleológicas con el fin de comprender el complicado sistema de drenaje del Cotiella y su posible conexión con las zona de infiltración del sistema. Os pongo un par de imágenes sacadas de la página web de la Asociación Científico-Espeleológica del Cotiella con un plano general sobre la montaña del desarrollo de todo el sistema de drenaje subterráneo de esta zona del Irués, con todas las bocas que se han prospectado hasta ahora (pinchar en la imágen para verla más grande) y una topo de la que actualmente es la cavidad explorada de mayor desarrollo de toda esta zona: la Cueva de los Graners.
Imágen general de todo el sistema de drenaje subterráneo y las principales surgencias de la Garganta del Irués (obtenida de la página web de la Asociación Científico-Espeológica del Cotiella).
Topografía de la Cueva de los Graners (obtenida de la web de la Asociación Científico-Espelológica del Cotiella).
Y para acabar, como las imágenes tomadas del barranco no son muy buenas debido a que el frio afectó mucho a mi cámara, he realizado un pequeño montaje con los vídeos que grabamos ese día. Espero que os guste y que no os haya aburrido mucho este ladrillo que he escrito.