
Kike y yo no hemos escalado ninguna vía en la cara sur de la Aguja Roja, así que redirigimos nuestros objetivos a este mallo para hacer la "Sureste Clásica".
Si tuviese que describir esta ruta diría que es una vía rara. Consiste en dar la vuelta al mallo por la cara sur buscando los puntos más débiles de la pared. No es una vía dificil pero tampoco es una vía fácil y requiere estar acostumbrado, o cuanto menos adaptado, a la escalada riglera ya que tiene todas las características que nos podemos encontrar escalando en Riglos: diedros, chimeneas, seguros alejados, roca a ratos mediocre, panzas, travesías y grandes bolos; eso sí, todo ello en pequeñas dosis ya que estamos en los mallos pequeños.
El primer largo es un diedro atlético de roca bastante buena que con una dificultad máxima de Vº+ nos deposita en la primera reunión.
El segundo largo, que se puede empalmar perfectamente con el primero, es la típica chimenea riglera, fácil pero de roca mediocre y seguros alejados. Por lo menos hay paraboles, todo un lujo para ser una chimenea riglera.
El tercer largo es el clave. Nada más salir de la reunión hay que superar una panza de 6c pero que se puede acerar perfectamente para hacer una larga travesía hacia la cara este del mallo. Pasar del A0 al libre, en una travesía y con todo el patio bajo tus pies, con una exposición importante ya que los seguros están alejados, fue la experiencia del día que "disfrutamos" intensamente. Además, este largo intercepta otras vías de la cara este por lo que es dificil orientarse. Como referencia tenemos que ir siempre a la derecha hasta encontrar una reunión que está junto a un arbusto y que es muy fácil saltarse (yo me la salté y tuve que destrepar para montar la reunión). Una inscripción marca el camino a seguir en el siguiente largo.

El penúltimo largo sube un canal-chimenea de roca bastante mala y que además está lleno de vegetación, tanto que en algún paso tendremos que agarrarnos a las ramas de gran arbusto para poder continuar hacia arriba. Deducimos por esto que la vía no es muy frecuentada.
Tras montar reunión en la gran sierga de la vía normal de la Aguja Roja, tan sólo nos resta un corto largo de IVº para coronar la cima. Desde luego, esta vía nos permite subir de una forma bastante original y por una ruta nada frecuentada hasta la cima de la Aguja Roja.
Aún nos sobra medio día y como se ha nublado nos vamos al Mallo Colorado para escalar, esta vez sí, una vía tranquilita con abundantes seguros y roca excelente, finalizando así otro día más en el que hemos devorado más metros de pared. Para la próxima a los Mallos Grandes, objetivo inicial que nos habíamos marcado a principios de la semana, y que mirábamos de reojo desde los Mallos Pequeños.