domingo, 26 de mayo de 2013

PICO PEIRO


TRAIL RUNNING EN EL ENTORNO DE ARGUIS


El Pico Peiró visto desde la Presa de Arguis.


Estoy en cuenta atrás. El 1 de junio, es decir dentro de 6 días, estaré en la línea de salida de la TMT, qué rapido pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando empecé a planificar la preparación de esta carrera y casi sin darme cuenta han pasado a toda velocidad estos 5 meses de preparación.
El finde previo a la carrera me han llovido ofertas muy tentantivas de hacer alpinismo en los Pirineos y con buenos amigos, pero en estos momentos la sombra de la TMT es muy alargada y a menos de una semana de la carrera no quería gastar unas fuerzas que seguro que necesitaré para cruzar la meta. Tras pensármelo mucho y decir que no, el sábado por la mañana decidí realizar un último y tranquilo entrenamiento previo a la carrera.
Me apetecía descansar de la estepa y de los desiertos del Valle del Ebro asi que puse rumbo a Arguís con la intención de ascender corriendo la ultima cumbre que me quedaba por subir de esta zona: el Pico Peiró. El entorno del Embalse de Arguis, por su cercanía a Zaragoza, y ya no digamos con la ciudad de Huesca, y por su geografía tan montañosa, es un excelente escenario para realizar entrenamientos de carreras de montaña.
La subida clásica al Pico Peiró sale de la presa de Arguis por una pista forestal que en ascenso continuo y tras pasar varias bifurcaciones, nos llevará directos hasta las faldas del Pico Peiró. Hoy hace mucho frio, demasiado, joder, dentro de 7 días tengo una carrera desertica y ahora mismo estoy entrenando abrigado hasta las trancas, menuda contradicción!!!!.

Los primeros kilómetros van por una pista forestal ascendente, ideal para calentar.


En las faldas del Peiró, y perfectamente señalizado con carteles indicadores, sale la senda de ascenso a la cumbre. Los casi 5 km de pista forestal previos nos habrán servido para calentar los musculos y mentalizarnos para lo que nos queda, por que esta senda, sobretodo su arranque, es una pechugada que pondrá a prueba nuestra forma física.


La senda es muy empinada, imposible correr, pero incluso andando rápido iremos con las pulsaciones a mil. Con el corazón asomando por la boca, subo este tramo a fuego, sé que no es muy largo y quiero medir mis fuerzas.

Buf, qué calentón, esta foto refleja muy bien lo empinada que es la senda del Peiró.


Tras la pechugada del principio, viene un tramo más suave que coincide con el plato fuerte de esta ascensión: el Bosque de Hayas del Peiró.  Atravesaremos el bosque de hayas más meriodional de la provincia de Huesca. Es pequeñito pero no deja de ser una curiosidad botánica ya que las hayas necesitan unas condiciones de humedad más propias de latitudes más altas que por conjunción de casualidades se dan esta ladera de la montaña ubicada tan solo a unos 20km de la ciudad de Huesca. Es  muy curioso el contraste que hay en la parte alta del bosque entre los erizones y las hayas. Habrá que venir en otoño, tiene que ser un sitio muy chulo.

El Bosque de Hayas, visto desde la cumbre, destaca entre los erizones de la zona alta de la montaña.


El Bosque de Hayas del Peiró, una reliquia botánica y un rincón traido del Pirineo a escasos 20km de la ciudad de Huesca.


A la salida del bosque de hayas, la senda se vuelve otra vez muy empinada. Otra vez a andar y otra vez el corazón asomando por la boca, joder con el Peiró, es un monte pequeño pero peleón. La cumbre me saluda con fuertes ráfagas de viento, hace un frio del copón, asi que 4 fotos, a disfrutar del paisaje y de las vistas inéditas que hay desde aquí del Circo de Arguis y a bajar corriendo al coche que hace mucho frio aquí arriba.

La cumbre del Peiró (1.586m), menudo calentón que  llevo a pesar del frio que hace, he subido a saco.

La Pared de Bones vista desde la cumbre, el año pasado estuvimos escalando en estas curiosas paredes de arenisca (para ver reseña de la actividad pinchad aquí).


La bajadita, hasta la pista, se las trae también, es muy empinada y muy técnica. Yo me desenvuelvo muy bien en este terreno, pero a 7 días de la TMT no quiero arriesgarme a besar el suelo y llegar a casa con un desconchón en las piernas, asi hago una bajada conservadora, aun así, los tramos menos técnicos los hago a fuego. Estos descensos tan prolongados no los  tenemos en Zaragoza, asi que aprovecho para entrenarlos y depurar mi técnica.

Vistas del Pico Gratal.


Al final ha salido un entrenamiento corto, aunque ahora mismo los entrenamientos cortos como éste son de 14 km, 740 metros de desnivel positivo, y 1400 metros de desnivel acumulado. Me ha costado 1h32min de coche a coche, en la cumbre del Peiró he tocado chufa en 54min22seg, unas cifras que me han permitido comprobar que estoy en buen estado de forma y acabar mis entrenamientos con unas sensaciones inmejorabales. El 1 de junio ya veremos si todo esto será suficiente para cruzar la línea de meta.


El Circo de Arguis visto desde la cumbre del Peiró, un excelente escenario para entrenar carreras de montaña.

lunes, 13 de mayo de 2013

BARRANCO DE CHIMIACHAS


VARIANTE DE ENTRADA POR EL PASO LEN-LOS ARTICAZOS


Rapel en la Cocineta.


Tengo que reconocer que el Barranco de Chimiachas era una asignatura pendiente desde hace tiempo. El verano pasado, cuando bajamos el Vero y enseñé a mis amigos y familiares la famosa sala de la Cocineta, me despedí de él con "hasta pronto", vamos que tenía claro que no iba a demorar mucho su descenso.
Este fin de semana los caudales generosos que actualmente hay en la Sierra de Guara y la buena meteo anunciada han atraido a decenas de barranquistas, menudo movimiento de furgonetas y de coches que había el sábado. Asi que mientras la peña ha estado haciendo filas en los barrancos más masificados de Guara (Mascún Superior, Fornocal, Formiga), nosotros nos hemos sacado de la chistera un descenso solitario, deportivo y disfrutón a más no poder.
Mientras preparaba durante la semana la actividad y me empollaba las reseñas, leí en la Guía de Salamero que el Chimiachas tenía un escape antes de la Cocineta por una faja denominada Paso Len. Me llamó la atención este dato, me puse a investigar un poco y me enteré que el Paso Len formaba parte de un sendero imposible que había sido recuperado recientemente y que antaño comunicaba las poblaciones de Alquezar y Lecina por la margen derecho del Vero. Esto ofrecía una alternativa de acceso al barranco bastante interesante y además, por lo visto, el sendero recuperado era muy espectácular. ¿Ummm, y si accedemos al Chimiachas por aquí, nos picamos la parte superior del barranco que es la menos interesante, y nos conocemos uno de esos rincones salvajes de Guara que tanto nos gustan?. No encuentro reseñas de nadie que haya hecho esto, y aunque seguramente no hayamos sido los primeros en entrar al Chimiachas por aquí, decidimos arriesgarnos, lanzarnos a la aventura y probar esta variante de acceso al barranco.


Dado que tendremos que portear bastante peso en las sacas, entre cuerdas y neoprenos, en vez de salir desde Alquezar, decidimos salir desde San Pelegrín y asi nos ahorramos casi 40min de camino. Esta variante, utilizada actualmente por las empresas de aventura para acceder al Vero por la Visera, aunque está señalizada, es un poco liante y cuesta un poco orientarse por la red de pistas existentes, pero bueno, hay muchas reseñas y no os costará llegar al punto de partida. Una vez situados en los 2 grandes montones de piedras que hay en la pista de las Balsas de Basacol, sólo hay que seguir los carteles y la senda que nos lleva al Ciervo de Chimiachas. El camino, en este punto, ya promete por las vistas, y sube primeramente un fuerte repecho para superar las paredes y los abrigos plagados de pinturas rupestres de Quizans. Una vez superada esta pared, encontraremos un letrero que nos desvía del camino principal y nos lleva a la derecha por la senda del Paso Len.

Contraluz en la Cueva Grasa.


El Paso Len forma parte de una senda recuperada recientemente que, a través de pasos imposibles en medio de las paredes y acantilados del Vero, comunicaba Alquezar con Lecina. Al principio el camino está muy vestido pero se encuentra bien señalizado y pasa por varios abrigos y pequeñas cuevas como la Cueva Grasa.
El descenso es vertiginoso y nos acerca a unos acantilados en los que te preguntas cómo narices vamos a pasar por aquí sin tener que sacar las cuerdas. Enseguida llegamos al Paso Len, una faja rocosa natural con bastante ambiente que permite flanquear una pared vertical que obstaculiza nuestro paso. La faja está equipada actualmente con una sierga para asegurarse con el arnés pero con cuidado y paso firme se puede pasar a "pelo", con el "paso lento", tal y como se denomina a este impresionante sendero. Es alucinante este paso, y un ejemplo vivo de cómo nuestros antepasados conocían perfectamente el medio natural en el que vivían.

El vertiginoso y aéreo Paso Len, un sendero imposible en la margen derecha del Cañón del Vero.


Pero lo mejor de este sendero aéreo, imposible y vertiginoso, son las vistas de la Peña Bobín (también llamada Tozal del Vero) y del tramo medio e inferior del Cañón del Vero. Son unas vistas insólitas, espectáculares y creo que nivel estético y paisajístico es de lo más bonito que he visitado en la Sierra de Guara. Muy guapo.

Insólitas y poco conocidas vistas de la Peña Bobín (Tozal del Vero).


Tras la faja rocosa del Paso Len la senda cae en picado sobre un bosque muy cerrado para acercarnos de forma rápida y vertiginosa sobre las paredes del Chimiachas, al que accederemos tras algun destrepe sencillo y por un sendero muy vestido de vegetación pero actualmente muy bien señalizado. Poco antes de llegar al Chimiachas pasaremos por un abrigo  totalmente oculto por la vegetación denominado Cueva de los Cuchareros, alucinante, que lugar más salvaje y recóndito.


La parte media e inferior del Cañon del Vero vista desde las alturas del Paso Len.


La senda atraviesa y se mete en el cauce del Chimiachas justo antes del inicio de los grandes rapeles que nos llevan a la sala de la Cocineta, y supera las paredes del barranco a través de otra faja natural y aérea denominada Paso de los Articazos, que actualmente está equipada con otra sierga y que se aprovecha como instalación en el descenso deportivo del Chimiachas. 
Hemos tardado 2h aproximadas en la aproximación pero nos lo hemos tomado con mucha tranquilidad, disfrutando del paisaje y haciendo decenas de fotografías.En este punto nos equipamos y nos ponemos el peto de neopreno ya que por el cauce baja un hilo de agua. Lo mejor de todo es que hemos entrado por la parte más bonita, espectácular y deportiva del Chimiachas, evitando la parte superior vestida de vegetación en algunos puntos y menos interesante.

La faja del Paso de los Articazos, dentro del cauce del Chimiachas.


Desde la sierga del Paso de Articazos descenderemos a la instalación de las grandes verticales de esta sección del barranco. En un momento descenderemos 115m fraccionados en 3 rapeles de 45+25+45.


Empieza el disfrute de las cuerdas y los rápeles.


Los 2 primeros rápeles son limpios, en rampa y de sencilla ejecución, aunque ese día estaban mojados por el hilo de agua que bajaba desde arriba y resbalaban un montón.


 El segundo rapel en rampa con el techo de la Cocineta al fondo.


Enseguida nos anclamos en la ultima instalación del techo de la gran sala de la Cocineta. Qué ganas tenía de descender esta sala, el rapel de la Cocineta es uno de los más famosos y bonitos de la Sierra de Guara.


Sobre el techo de la Cocineta, qué ganas tenía de visitar este sitio.


45 metros de rampa muy resbaladiza más o menos vertical nos permitirá descender esta gran sala con forma de cocina aragonesa y que marca la confluencia del Chimiachas con el Vero, configurando un paisaje emblemático y muy reconocible en el descenso del río Vero.Disfrute máximo en este rapel que a pesar de sus 45 metros al final se acaba haciendo corto.

El rapel de 45m de la gran sala de la Cocineta, uno de los rápeles más bonitos de la Sierra de Guara.


 Contraluz de las paredes de la sala de la Cocineta, un sitio muy bonito.


Ya hemos llegado al Vero y a diferencia del Chimiachas, es un río y no un barranco seco por lo que habrá que estar a loro con su caudal si no nos queremos quedar atrapados tras descender el Chimiachas ya que hay que vadearlo de forma obligatoria 2 veces. Hay una badina profunda que llega hasta el pecho, si no estamos en verano, recomendamos el neopreno aunque sólo sea para este tramo. A nosotros nos bastó con el peto y eso que el Vero bajaba fuerte.

Ya estamos en el Vero, ahora toca vadearlo 2 veces.


Para el retorno tenemos 2 opciones: 1. Bajar por el Vero hasta Alquezar, largo pero una combinación muy interesante con el Chimiachas y más si lo hacemos con esta variante de entrada. 2. Retornar andando al punto de partida. Si elegimos la segunda opción, tendremos que vadear el Vero hasta la entrada del Caos de la Visera y buscar en la margen derecha una senda que evita el caos por arriba y que nos deposita, tras una buena subida, en las Balsas de Basacol. Este camino de retorno tiene unas vistas excepcionales del Vero, asi que no es una mala opción y además es la más corta.

Gran bloque al final del Caos de la Visera que marca el inicio de la senda de escape hacia las Balsas de Basacol (imagen obtenida desde el Paso Len, haceros una idea del sitio por dónde va la senda).


El Chimiachas es mucho más que un descenso barranquista ya que la planificación de la actividad nos obligará a realizar un buen pateo con unas vistas excepcionales tanto si le entramos por arriba como si lo hacemos por la variante que realizamos nosotros. Combinar el Chimiachas con la senda del Paso Len supone sumergerse en uno de los parajes más salvajes de mayor interés paisajístico de la Sierra de Guara. Merece la pena realizar el esfuerzo de la aproximación y el retorno de este barranco. Como recompensa, buenos paisajes, naturaleza salvaje y un descenso muy deportivo y espectácular en su tramo final.

 La Peña Bobín (Tozal del Vero) y la Visera, naturaleza mineral y ciclópea en el Cañón del Vero.


La Sierra de Guara, tan cercana y tan desconocida, sigue guardando parajes recónditos e imposibles para el disfrute de aquel que se atreva a conocerlos. Por mucho que creas que la conoces, siempre te acaba sorprendiendo.

martes, 7 de mayo de 2013

FIN DE SEMANA VARIADO

Queda menos de un mes para la Transmontes Blancos del 2013 y ya estoy a tope, con todos los motores encendidos y en el momento de más exigencia física de mis entrenamientos. Desde el miércoles pasado he acumulado 6 días de actividad ininterrumpida, sin duda un buen test para saber en qué estado de forma estaba y hasta cuanto podía aguantar físicamente. La fiesta empezó el miércoles pasado, con una tirada de 31km, antaño estas tiradas me dejaban K.O varios días, pero esta ocasión ha ido acompañada de 3 días más de entrenamientos, esta vez de menos kilómetros pero de más calidad, introduciendo cuestas y más cuestas hasta no poder más. En medio de todo esto, un finde loco, loco, de no parar,  combinando el alpinismo invernal un día con el barranquismo al día siguiente. Como tengo poco tiempo, voy a hacer 2 actualizaciones en 1, para no dejar abandonado el blog muchos días.

UN ASPE INVERNAL CON TEMPERATURAS PRIMAVERALES

La cara norte del Aspe vista desde Candanchú.


El sábado he quedado con Carlos Mur para hacer monte. Como siempre cada vez que nos juntamos, calentada de cabeza, nos hemos propuesto hacer corredores en el Valle del Aragón, opción que descartamos nada más llegar a Candanchú, hace mucha calor y barruntamos malas condiciones. Enseguida deshojamos la margarita para ver que se puede hacer. Carlos me propone hacer el Aspe que él todavía no lo ha subido. Ummmm, el Aspe, lo he subido varias veces, por varias vías y  también en invierno, pero este monte tan alpino siempre es una opción muy apeticible y más con nieve.

La cabecera de Rioseta con una innivación excepcional para ser el mes de mayo.


El problema es que esta vez no sé si seré capaz de llegar a la cima. Carlos ha sido más previsor y se ha traido sus ski pero yo tendré que subir a patita ya que no he traido ni skis ni raquetas. Me veo nadando en la nieve nada más salgamos del trazado de las pistas de ski de Candachú, pero bueno, me lo tomo como un entrenamiento (¿otro más?) y hasta dónde llegue, llegaré.

El monte está que se cae. Grandes bloques caidos testigos de avalanchas recientes.


El caso es que a la charreta con Carlos y chino-chano, nos plantamos en la cima del Aspe en 4h, aunque habría que descontar la media hora larga que tuvimos que parar para hidratarnos, ponernos una manta de crema en la cara y descansar de la sofoquina de calor que nos estaba cayendo encima. Toma ya, 1.100m de desnivel para mis piernas, y encima abriendo huella a tramos, quién me lo iba a decir a mi con la soba de entrenamientos que llevo esta semana,  y otra ascensión invernal más al Aspe para la buchaca, vaya paseo que nos ha salido, si hasta nos hemos ganado la cerveza.


La ultima parte de la ascensión al Aspe tiene bastante ambiente alpino, y más con la cantidad de nieve que había ese día.


Este día lo recordaremos por el calor que pasamos. El sol no tuvo piedad con nosotros. Además,casi toda la ruta discurre por cara sur, por lo que tuvimos garantizada la insolación. Si hasta me tuve que poner crema de sol para no quemarme los brazos por que fuimos de manga corta durante gran parte del día.


Carlos saliendo a la arista cimera.


A destacar la gran cantidad de nieve que hay acumulada en estos momentos. La capa de nieve continua empezada desde el aparcamiento de Candanchú, y hacia los 2.000 metros aproximados, unos compañeros franceses que llevaban sondas, midieron 4 metros de espesor y no llegaron a tocar el suelo. Como curiosidad, en la Tuca Blanca la nieve llegaba hasta las ruedas de los motores de los remontes.....y eso que estamos en el mes de mayo y en cara sur!!!!!!. Me parece a mi que es dificil que mis ojos vuelvan a ver esto.
En consecuencia y con el calor que está haciendo, el riesgo de aludes, al menos en esta zona, es muy elevado, sobretodo en las horas centrales del día. En las aristas cimeras y en las salidas de los corredores hay cornisas gigantes que están a punto de caer, y hay muchas laderas sin purgar. A nosotros ese día nos cayó un pequeño alud, pero suficiente para enterrarnos, en la huella de subida, que dejó desestabilizada la ladera por dónde había que bajar y nos hizo pasar un rato entretenido.

Carlos y yo en la cima del Aspe.


En definitiva un día completo que pasamos mano a mano Carlos y yo, tenemos que repetir más de éstas que ya las echaba de menos.

Foto para el recuerdo: mes de mayo, cara sur, y los remontes de Candanchú (Tuca Blanca) sepultados por la nieve.


PRIMER JACUZZI DEL AÑO: BARRANCO DE LA VIRGEN+ PETIT MASCUN


El domingo cambio la nieve del Pirineo y los crampones y el piolet por el neopreno y el agua fresquita de la Sierra de Guara. Con la sofoquina de calor con la que llegué del Pirineo, sólo me apetecía estar a remojo. En estos momentos los barrancos de la Sierra de Guara están muy cargados de agua. Cotejamos la idea de hacer algun descenso potente, pero con la soba que llevo de estos días, nos tendremos que decantar por algo más tranquilo y disfrutón. Para ello, decidimos ir a Rodellar y encadenar 2 barrancos cortos y sencillitos que aún no habíamos descendido: el Barranco de la Virgen y el Petit Mascun. En realidad vamos a por el Petit Mascun, sabemos que es un descenso acuático ideal para hacer cuando en Guara está todo disparado pero como es corto, decidimos encadenarlo con el Barranco de la Virgen, un afluente seco del Mascún, y asi completar el día.


Estrechos en el tramo superior del Barranco de la Virgen.


Siguiendo la Guía de Salamero, que a este paso me la voy a saber de memoria, le entramos al Barranco de la Virgen desde arriba. Un error, la parte superior no tiene interés, hay algun rapel corto, un estrecho muy breve y varios resaltes desequipados, alguno de ellos guarrete y con la roca en el que tuvimos que echar la cuerda. Salvo esto, el resto de este tramo tiene bastante vegetación y encima, después de época de lluvias como ésta, encontraremos pozas de agua en la que tendremos que hacer malabarismos para  no mojarnos.
Os recomiendo entrar directamente al tramo final, que es el más bonito y dónde se encuentran los rápeles más chulos. Por cierto, el ultimo, de unos 12m y con una pequeña marmita-trampa a mitad, es bastante incómodo.

Ultimo rapel del Barranco de la Virgen, casi en su confluencia con el Mascún Inferior.


El Barranco de la Virgen desemboca en el Mascún a escasos metros aguas abajo de la Surgencia. Desde aquí hay que seguir la evidente senda que, pasando por toda la zona de escalada y dejando atrás el pueblo de Rodellar, nos lleva hasta el inicio del Petit Mascun, lugar dónde nos paramos para comer un poco, ponernos los neoprenos y valorar la situación. En el Barranco de la Virgen hemos adelanto a un grupo que también iba al Petit Mascun. El guia, bastante majo por cierto, nos confirma que el Mascún baja fuerte y que seguramente estaremos solos por que las empresas de momento no lo están trabajando.


El inicio de los Bozos de la Palomera, entramos en el Petit Mascún.


El inicio de las dificultades que coincide con el inicio de este tramo del Mascún, se encuentra en los Bozos de la Palomera, un gran caos que forma un laberinto de rocas ciclópeas dónde hay que buscar el mejor itinerario. Y en efecto, el Mascún va fuerte, asi que tendremos que ir con cuidado.









                                         

Lo bueno de este descenso es que los pasos más complicados entre los bloques, en algunos casos exigentes con este caudal, se pueden escaquear fácilmente por lo que es un barranco ideal para hacer cuando loscaudales altos nos impidan hacer otros descensos en la Sierra de Guara.


El Petit Mascún a tope de agua, a disfrutarlo!!!!!!.


En teoría y si te lo conoces bien, no es necesario utilizar la cuerda en este descenso. Sin embargo, nosotros la utilizamos en un resalte equipado en medio del caos de rocas. Vimos la opción de saltar por otro lado, pero la recepción estaba muy agitada, con mucha espuma y no nos permitía valorar con total seguridad el salto. Como estoy a menos de un mes de la Transmontes Blancos y no me puedo permitir el lujo de hacerme un desconchón en mis piernas, decidimos rapelar y optar por la opción más segura.

Rapelamos este pequeño resalte por que no vemos clara la recepción del salto.



Más adelante pasamos por grandes piscinas naturales de agua cristalina dónde esta vez sí, pudimos disfrutar de nuestro primer jacuzzi del año y enredar un rato con los saltos.


Primeros brincos y primeros chapuzones del año.


La verdad es que fue un lujo hacer el Petit Mascún en estas condiciones. Completamente solos y con este caudal, este descenso gana muchos enteros. De lujo!!!!!!.


Agua, luz y color en el Petit Mascun y encima estamos completamente solos.


En el ultimo tramo el Mascún vuelve a encajonarse de nuevo hasta llegar a su confluencia con el Alcanadre. Este tramo se denomina el "Ajuntadero" y nos deposita de lleno en la "Piscineta", la badina de mayor longitud de la Sierra de Guara que hay que atravesar entera nadando hasta llegar al Camping "El Puente", final de nuestro descenso. Por cierto, el Alcanadre iba bastante alegre de caudal, cuando salimos de la Piscineta comprobamos que el agua empujaba bastante, que diferencia de cuando hicimos las Gorgas Negras hace dos veranos.

En el Ajuntadero, confluencia del Mascún con el Alcanadre.


Y el lunes, aprovechando que daban temperaturas altas, otra vez a entrenar para aclimatarse a la Transmontes Blancos. En definitiva, 6 días de no parar y de acumular actividades y entrenamientos que han supuesto un buen test de cara al próximo 1 de junio. Hoy, me he tomado un merecido descanso que estoy aprovechando para actualizar el blog.

miércoles, 1 de mayo de 2013

ZARAGOZA-ALFRANCA DE PASTRIZ POR EL ANILLO VERDE (TRAIL RUNNIG).


NUEVA TIRADA LARGA POR EL ANILLO VERDE DE ZARAGOZA


En la Pasarela del Bicentenario.


Como este año es Ultra y no hago más que entrenar, voy a continuar reseñando los circuitos de los alrededores de Zaragoza por dónde realizo mis entrenamientos. Una de las cosas buenas que dejó la Expo 2008 fue el trazado y la señalización del Anillo Verde de Zaragoza. El Anillo Verde es una ruta perimetral que rodea la ciudad de Zaragoza a través de parques, caminos y el carril-bici. Esto fue un acontecimiento para todos los zaragozanos adictos al running y a la bicibleta ya que nos ofrecía multiples posibilidades para entrenar permitiéndonos realizar largos recorridos prácticamente llanos dentro de la ciudad de Zaragoza.
El Anillo Verde  tiene varias salidas que enlazan con rutas senderistas del entorno de la ciudad de Zaragoza, principalmente el GR. 99 más conocido como Camino del Ebro. Una de las rutas más interesantes, que es la  que más me gusta del Anillo Verde, es la que lleva al Galacho de la Alfranca de Pastriz, un recorrido lineal de unos 31km (ida y vuelta) que pasa por parajes de bastante interés paisajístico con el río Ebro como protagonista principal. Cuando preparé la Maratón de Zaragoza del 2008 hice en esta ruta todas las tiradas largas de mi preparación, ahora, que tengo la intención de superar el umbral de los 42km, he vuelto para entrenar las tiradas largas en llano, algo que me faltaba este año.





No voy a reseñar con precisión la ruta ya que hay mucha información disponible y además PRAMES publicó en el 2009 un libro con todas las rutas del Anillo Verde. La salida la realizaremos desde la parte inferior del Puente Gimenez Abad. A partir de aquí hay carteles que continuamente te orientan en los cruces de pistas y te permiten elegir entre las diferentes opciones que hay en esta ruta.



La primera parte, hasta la Pasarela del Bicentenario, es realmente bonita. El camino va continuamente paralelo al río Ebro, pasando en sus inicios por la desembocadura del río Gállego y el Soto de Cantalobos, uno de los principales puntos de interés paisajístico de esta ruta, ya que está considerado como uno de los sotos de ribera mejor conservados en el Valle Medio del Ebro. Por cierto, la sequía de estos 2 ultimos años lo había dejado moribundo, pero las riadas del Ebro de este año, que ha tenido sumergido al soto durante casi 2 meses seguidos, han conseguido recuperar este bosque de ribera que en estos momentos se encuentra en su máximo esplendor. Es un buen momento para visitarlo.
Casi sin enterarnos, pasaremos el desvío de la Cartuja Baja y llegaremos a la Pasarela del Bicentenario, que nos permitirá cruzar el Ebro y continuar la ruta por la orilla contraria por la que venimos. Esta pasarela, construida para la Expo 2008, es una infraestructura clave para comunicar Pastriz con Zaragoza a través de esta ruta senderista. Y por cierto, la pasarela no pasa desapercibida y en mi opinión está perfectamente integrada con el paisaje y el río Ebro.


A partir de la Pasarela del Bicentenario entraremos enseguida dentro de los límites de la Reserva Natural de los Sotos y Galachos del Ebro, meandros que ha dejado abandonados el río Ebro y que ahora se han convertido en un magnífico refugio para multiples aves. De hecho, la gran riqueza faunística de esta Reserva es uno de los principales puntos de interés de esta ruta. Para que os hagais una idea, esta mañana he tenido la suerte de observar, junto a las Torres de Movera y en la orilla del Ebro, unos cuantos ejemplares de Garceta Común y de Garza Real, todo un premio y motivación extra necesaria al esfuerzo realizado esta mañana.



A partir de las Torres de Movera y de una granja de reses bravas, el camino gira a la izquierda y abandona definitivamente el río Ebro hasta la Alfranca de Pastriz. A mi este tramo siempre se me hace interminable, va por caminos entre la huerta zaragoza y acaba cruzando las calles de las urbanizaciones de Pastriz, incluso hay un pequeño tramo de asfalto justo antes de llegar al Galacho de la Alfranca.


El río Ebro y sus meandros, el verdadero protagonista de esta ruta.


El Galacho de la Alfranca es el final de nuestra ruta, bueno no, que tenemos que volver otra a Zaragoza por el mismo sitio. En total 31km totalmente llanos y sin ningun desnivel reseñable. Necesitaba realizar rodajes largos con perfiles sin cuestas, este año casi no lo he trabajado y se ha convertido en uno de los puntos débiles que tendré que intentar mejorar de cara a la cita del 1 de junio. En total 2h38min que me han dado parciales de unos 05:05/km, el ritmo de Ultra que me había propuesto realizar para este día y terminar contento y no demasiado cansado.


La Alfranca de Pastriz, fin de nuestra ruta, ahora ya "solo queda" volver a Zaragoza por el mismo sitio.


Ah, se me olvidaba, hasta la Pasarela del Bicentanario hay fuentes que de momento funcionan, después, en las cercanías de Pastriz, pasamos por un parque que también tiene fuente y el mismo Galacho de la Alfranca tiene un centro de interpretación con bares y fuentes dónde reponer fuerzas, todo un lujo a tener en cuenta. Los que no conozcais esta ruta, animaros a venir. Andando, corriendo o bicicleta seguro que el río Ebro os sorprende con sus bosques de ribera, galachos, meandros y la fauna que atesora en este tramo.