lunes, 22 de diciembre de 2014

FINDE PRENAVIDEÑO

TURRON SKYRACE 2014 Y ASCENSION INVERNAL AL MONCAYO 


La semana de antes de las Navidades se presentaba movida. Estaba apuntado a unas cuantas actividades y entre medio las cenas, comidas, celebraciones y todos los eventos que acumulamos Marta y yo en este mes. Había que estar a pleno rendimiento para aguntar este tute, pero nada más lejos de la realidad, desde finales del mes de noviembre no levanto cabeza, arrastro un eterno catarro que no consigo curar del todo y encima el miércoles pasado estaba crujido de nuevo, lo peor de todo es que no estoy acostumbrado a esto.
A pesar de estar físicamente bastante mermado, no renuncio a ninguna de las actividades planteadas, pero esta vez me reservo, si el finde no estoy en condiciones aceptables me daré de baja, no estoy dispuesto a arrastrarme de la misma manera que en Mularroya, de eso apenas habían pasado dos semanas y lo tenía muy reciente.
Comienzo el maratón de actividades con la San Silvestre que se organiza en mi curro. 5 km más o menos llanos pero con alguna subida puñetera, en un terreno más parecido a un circuito de cross en el que se alternaban tramos de asfalto con tierra y cesped. Es el día que peor estaba y lo consigo capear de la mejor manera posible, crono de 20min 15seg a 4:03/km


En plena ascensión, al fondo el Embalse de Arguis (foto cedida por Monrasin).


El sábado, tras trasnochar el viernes, conducimos dirección a Arguis para correr la Turron Skyrace 2014, segundo año consecutivo que participo en esta carrera de montaña.Este nombre tan curioso esconde una cronoescalada de 4,6km y 721 metros de desnivel positivo que sube al conocido Pico del Águila.
El año pasado un frio del carajo, -3º en Arguis y salí de los últimos. Este año, aunque la temperatura abajo era fria, se hacía llevadero y además salía más o menos en el medio de la lista de participantes asi que me tocó esperar menos. 
En la salida muchas caras conocidas, entre ellos Cristian Pau, conocido bloguero con el que coincidí en julio de 2013 en el Doble Kilómetro Vertical de Collarada. Charradica con unos, charradicas con otros, lo de siempre, aquí nadie entrena y todos estamos muy flojos, luego todos a fuego, anda que no me conozco estas conversaciones previas a las carreras. 
En mi caso personal, esta vez sí que estoy especialmente flojo. Un mes arrastrando un fuerte resfriado que me ha dejado tocado, pero a pesar de todo lo tengo claro, lo haré mejor o lo haré peor, pero voy a salir a darlo todo.
En la subida parecía un oso respirando. Con los orificios nasales completamente anulados por la congestión nasal del resfriado, sólo podía respirar por la boca, pero claro, esto es una carrera en formato de kilómetro vertical, asi que iban las pulsaciones a mil, vamos que yo mismo me asustaba cuando me oía los jadeos que estaba pegando en la subida intentando respirar......ja,ja,ja.

A darlo todo: con las pulsaciones a mil y a tope!!!!.


Este año voy más reservón, y en vez de darlo todo en el primer tramo de la subida y desinflarme después, hago una subida a un ritmo más constante y sin desfallecer en ningún momento. En la cima paré el crono en 37min56seg, asi que mejoro mi tiempo del año pasado. Puesto 54 de 102 participantes. Si os dijera que las sensaciones en la  subida fueron buenas os mentiría, lo de no poder respirar correctamente me dejaba bastante limitado pero lo di absolutamente todo en todos en cada uno de los metros de esta subida y eso era lo que contaba, al menos para mi. Y sí, hacer 700 metros de desnivel en 38min en el estado físico en el que estoy ahora mismo está muy, pero que muy bien.



El tramo de bosque es muy chulo pero vas tan al límite que a penas levantas la cabeza del suelo.


Arriba me reencuentro con Marta que ha subido andando a la cumbre. La temperatura es estupenda, hay un anticiclón potente y tenemos mar de nubes instalado sobre la Hoya de Huesca. ¿Qué por qué me gusta correr por la montaña?. Pues en la siguiente fotografía está la respuesta .Desciendo con Marta andando a Arguis donde nos tomamos con el resto de participantes el aperitivo que nos da la organización. 
Ah, se me olvidaba, es una carrera solidaria, 3€ de nuestra inscripción van para el Banco de Alimentos de Huesca, asi que día redondo, qué más se puede pedir?.

Cima del Pico del Aguila y mar de nubes sobre la Hoya de Huesca, el mejor premio que me podían dar por terminar la carrera.


Pues sí, se puede pedir más, al día siguiente una ascensión invernal al Moncayo. Es una tradición que tengo con los compañeros de trabajo de mi padre desde hace muchos años. Creo que son más de 20  los años initerrumpidos en los que se sube al Moncayo el sábado antes de la Navidad, nunca se mira el tiempo, se sube sí o sí, haga bueno o haga malo. En todos estos años nos hemos encontrado de todo, peliculas de miedo para subir con los coches hasta arriba, mucha nieve, poca nieve, sin nieve, sol, inversión térmica, mares de nubes, pero también ventisca y aunténticos huracanes en la cima, es con mucha diferencia la montaña más fria a la que he subido. Son fechas muy malas para mi y no siempre he podido acompañarles, pero si puedo organizarme, como este año, hago todo lo posible para acompañarles.


Vista invernal del Moncayo y del Circo de San Miguel.


Este año tenemos un día anticiclónico; es decir, sol en la cima y mar de nubes (nieblas) en los valles. Lo mejor es que no hará viento, algo temible, muy temible,  en esta montaña en invierno. Nos sorprende el Moncayo por que tenía más nieve de lo que nos pensábamos, y además está muy dura, ideal para progresar. Nos calzamos los crampones nada más salir del bosque y enfilamos la cumbre por su ruta más directa: el Cucharón, hacía años que no subía por aquí.


Esas rampas del Cucharón, cómo cuestan de subir!!!!.



Buah, qué vistas, ya sabía yo que no me tenía que quedar hoy en casa.


El día y las condiciones de la nieve no es que sean buenas, son espectáculares, llego a la cima con una camiseta térmica y un chaleco.........y se está tan bien que ni siquiera tengo ponerme más ropa de abrigo. Otras ocasiones, en pleno verano, he pasado más frio en esta cima.



Segunda cumbre del fin de semana, otra vez más en la cumbre del Moncayo.


Sol y mar de nubes instalado en los valles, mucho más formado en el lado soriano que en el aragonés, me recuerda a aquel lejano noviembre de 2007 en el que subí en solitario al Moncayo para dormir en la cumbre, creo que desde entonces no había disfrutado de unas vistas tan bonitas en esta cima:

http://lacabrademonte.blogspot.com.es/2008/08/vivac-en-solitario-en-la-cumbre-del.html


Anticiclón y mar de nubes instalado sobre la vertiente soriana del Moncayo.



Y una vez abajo, a meternos la tradicional comilona de grupo  en Agramonte, un sitio del todo recomendable.


Foto de grupo en la cumbre.


Y como veis, pese al resfriado, he aguantado 4 días muy intensos. Eso sí, ayer llegué a Zaragoza baldado, físicamente estoy flojico y los esfuerzos me han pasado factura........pero que me quiten lo bailado
Y ahora a curar de una vez por todas el resfriado que empiezo a estar  un poco harto.

lunes, 8 de diciembre de 2014

PUESTA DE SOL INVERNAL DESDE LA CIMA DEL TOZAL DE GUARA.


MUCHO FRIO, VIENTO Y ESPECTÁCULO DE LUCES Y SOMBRAS EN LA CIMA DEL TOZAL DE GUARA.
 
Puesta de sol en la cima del Tozal de Guara.


Mes de diciembre, nuestro mes de locura de cumpleaños, fiestas y celebraciones, es lo de todos los años, asi que es un mes en el que normalmente tenemos muy poco tiempo disponible para salir al monte. En este Puente de la Inmaculada sólo disponemos del domingo, asi que nos lanzamos a probar suerte con una actividad cercana a Zaragoza en coche y que hacía tiempo que perseguía: ver la puesta de sol desde la cima del Tozal de Guara. ¿Y por qué en invierno?. Por que el viernes disfruté entrenando en Juslibol de noche de una preciosa luna llena y como el domingo lo daban despejado en Guara, pensé que podría ser una buena opción: ver el ocaso del sol desde la cima del Tozal y bajar al coche con la luna llena iluminando nuestras cabezas.
La ruta elegida fue la normal de la cara sur desde Santa Cilia de Panzano, o sea la más larga y la de más desnivel (1.300m) de todas las que suben al tozal. Pero también la más soleada, algo necesario para el día tan frio que daban, y la más despejada (sin árboles ni bosque) lo que nos permitiría disfrutar mejor de la luna llena.Además, Marta no había subido por el sur, asi que también era una ruta nueva para ella.




El domingo no madrugamos, no es necesario, con tal de llegar a la cima del tozal a las 17:25min, que es cuando estaba previsto el ocaso del sol, suficiente. A las 10:00 salimos de Zaragoza con 6º y un cierzo de la leche. ¿Pues igual tenemos condiciones "interesantes" en la cima del Tozal?.
En Santa Cilia, el sol nos calienta y estamos resguardados del viento, nos frotamos las manos por que podemos estar en camiseta, qué ilusos, no sabíamos lo que nos esperaba arriba.




La subida al tozal por esta ruta no la voy a reseñar por que es muy conocida; además, más o menos la he reseñado en este blog en otras ocasiones, por aquí he subido en varias ocasiones en formato trail running, esta vez iré más tranquilo y disfrutaré más del paisaje.
Hasta las inmediaciones del Collado de Ballemona, temperatura buena, pero conforme avanza la tarde, la temperatura cae en picado, y conforme ganamos altura, el viento se hace notar cada vez más.

Marta sobre el Poljé de los Abelés.



A partir del Nevero, el viento el viento es muy incómodo y nos tenemos que abrigar hasta las trancas. A partir de este punto, nos quedamos totalmente desprotegidos ya que la ruta de ascenso va por la divisoria de la línea de cumbres y el viento nos golpeaba con mucha fuerza.
Las condiciones meteorológicas pasaron a ser severas con una sensación térmica de -15º. Marta decide darse la vuelta, el frio tan intenso la ha asustado y no está disfrutando nada; además, vamos los dos con guantes de forro polar y lleva las manos entumecidas, hemos subestimado la montaña, no pensaba que iba a ser tan fria. 
Yo veo la cima del Tozal tan cerca y decido intentar la cumbre aunque no me apetece nada dejar a Marta sola descendiendo hasta el coche; además, me empiezan a preocupar los pies, al haber poca nieve he decidido subir con las zapas de trail y claro, no son adecuadas para este frio tan intenso. Quedan 40 min para la puesta de sol, asi que, como estoy tan cerca, decido tocar chufa en la cumbre y si en la cima hace tanto viento, me daré la vuelta por que el frio que tengo en los pies es muy intenso. 


Cabalgando sobre la divisoria de cumbres, frio muy intenso y fuerte viento.


Tras pasar el último collado, la propia ladera del tozal me hace de parapeto y como por arte de magia desaparece el viento. Genial, si en la cima no se puede estar, me quedaré aquí resguardado y subiré para estar el tiempo justo de ver la puesta de sol y hacer las fotografías. Pero es que en la cima del Tozal, aunque soplaba el viento y hacía mucho frio, más o menos se podía estar, lo que cambian las condiciones en la montaña en unos pocos cientos de metros.
Además, he conseguido que los pies me vuelvan a entrar en calor asi que llego con tiempo justo para disfrutar en total y absoluta soledad de una preciosa puesta de sol invernal en la cima del Tozal de Guara. Al ser la cima más alta de todo el prepirineo y al estar desplazada hacia el sur sin una sola montaña que le haga sombra entre ésta y el Pirineo, es un mirador excepcional, con unas perspectivas muy ámplias que me permitirán disfrutar de una puesta de sol maravillosa.
El ocaso de sol fue magnífico pero lo más sobresaliente fue poder contemplar la sombra del tozal proyectada hacia el macizo del Cotiella sobre todo el Valle de Nocito. Fue increible este espectáculo, duró unos pocos minutos, justo cuando se estaba ocultando el sol, solo por ver esto mereció la pena pasar tanto frio.
Una pena que Marta se diese la vuelta, pero el frio era muy intenso y había que estar muy loco para quedarse alli a echar fotografías. Y a la vuelta la luna llena iluminando nuestro descenso, a Marta la pillé en los Manantiales de Fondarriés (en cuanto pasé la zona de hielo, hice el descenso corriendo), y juntos hicimos el retorno hasta el coche.
Unas pocas fotos del espectáculo que pude disfrutar ayer en la cima. A veces las locuras tienen su recompensa:


La Sierra de Tendeñera desde el Tozal de Guara, poca innivación para estas fechas.




Se empieza a proyectar la sombra del Tozal sobre el Valle de Nocito.


El Tozal de Cubilars y la divisoria de cumbres "encendidas" por los últimos rayos de sol.


Cumbre del Tozal de Guara, estoy completamente sólo.


Hacía un frio del carajo pero mereció la pena el esfuerzo.


El sol se oculta sobre el horizonte.


El premio grande del día: la cima del Tozal de Guara proyectada  por últimos rayos del sol hacia el Cotiella sobre el Valle de Nocito, duró unos pocos minutos, qué guapo!!!!!.

martes, 2 de diciembre de 2014

IX CARRERA DE MONTAÑA DE MULARROYA

CRONICA DE LA CARRERA.


 Mi llegada a meta.


Buf, cuánto sufrí el domingo pasado, este podría ser el resúmen en pocas palabras de mi paso por la IX Carrera de Montaña de Mularroya (La Almunia de Doña Godina). Crucé el arco de meta completamente desfondado, con unas sensaciones muy malas durante toda la carrera y con un nivel de destrucción física importante. Rendí muy por debajo del nivel que me correspondía, sin duda alguna la peor carrera que he realizado en mucho tiempo.
Los días previos a la carrera habían sido moviditos. Llevaba 10 días arrastrando un fuerte catarro que no se quería ir del todo, otros tantos sin entrenar, con un día de baja laboral incluido esa semana, y una dieta muy sana basada en antibióticos, jarabe para la tos y paracetamol. Cuando llegó el fin de semana lo peor del catarro había pasado pero no había conseguido quitarme la congestión nasal y la fuerte tos, que además me atacaba por las noches, asi que a todo esto se sumaba el sueño acumulado de no haber podido dormir casi los últimos días, de hecho la noche previa a la carrera, a las 3 de la mañana estaba sentado en el salón de mi casa intentando que se me pasara el ataque de tos. Tampoco ayudó mucho la humedad y la lluvia de esos días y además, para el día de la carrera estaba previsto que cayera la mundial.






Pero el sábado por la mañana ya había decidido que al día siguiente iba a correr la carrera. Evidentemente, ante este estado tan calamitoso, mis objetivos para ese día cambiaron radicalmente. Pese a ser un carrera relativamente corta (25 km) con un desnivel asequible (600 m D+) y un circuito corrible en su mayor parte (si tenías la suficiente pitera claro está), mi objetivo pasaba únicamente terminar y llegar a la meta con la SUPERVIVENCIA como estrategia a aplicar ese día en la carrera. ¿Sería capaz de acabar?. La única manera de saberlo era intentar correr la carrera.
Antes de salir muchas caras conocidas, me cambio de ropa 2 veces, la verdad no sé cómo vestirme, tengo mucho calor y de momento no llueve, asi que decido correr en mallas y manga corta, pero si llueve seguro que me acordaré de la térmica y del chuvasquero finito que se han quedado en la mochila.
Pese a no estar en condiciones, decido salir más o menos con el ritmo normal que llevaría en la carrera si estuviese bien. Aguanto así los primeros 10 km en los que calculo que estoy situado entre los 60-70 primeros de la clasificación. A partir de ahí me desinflé como un globo y viví, mejor dicho, sobreviví, de las rentas y de la ventaja tomada en la primera parte de la carrera.

 

Paso por el km. 5 (foto cedida por la organización).


Como llevaba la garganta tocada y me picaba mucho, me tomé muy en serio el tema de los avituallamientos..........y me tuve que parar completamente en 4 de ellos ya que al no poder respirar correctamente  era incapaz de correr y beber al mismo tiempo. Pero aún hubo 2 paradas más en las que me tuve que detener a respirar y a sonarme los mocos.....ja,ja, ja, menudo cuadro.
El haber descuidado la alimentación los días previos a la carrera también me pasó factura. Ese día desayuné paracetamol, jarabe para la tos y un zumo de naranja con miel, asi que el desfallecimiento físico también hizo su aparición y, pese a meterme un trozo de plátano y gominolas en dos de los avituallamientos, no conseguí frenar el desfallecimiento.
Los últimos 7-8 kilómetros de la carrera se me hicieron eternos, iba completamente clavado y con el modo de supervivencia activado y trabajando a pleno rendimiento, qué largo se me hizo el tramo de asfalto previo a la Almunia, si dura un poco más igual me tengo que echar a andar para llegar a la meta.
¿Y por qué me pinché ese día el dorsal pese al catarro que arrastraba y la predicción meteorológica anunciada?. Por que cuando estás físicamente bien y todo saliéndote a las mil maravillas, correr es muy fácil, pero cuando no te encuentras bien y las cosas se tuercen, es muy fácil también darse la vuelta y quedarse en casa. No sabía si iba a ser capaz de acabar la carrera, pero para saberlo tenía que intentarlo. Decisión errónea o acertada, el caso es que me pinché el dorsal y acabé la carrera, y por suerte sólo nos chispeó y no nos cayó la mundial hasta que volvíamos a Zaragoza con los coches.
Y si lo miro en perspectiva, tampoco salió tan mal la carrera. Hice una crono clavada de 2h30min y el puesto 167 de los 427 participantes que tomaron la salida ese día.



Paso por el km. 20 (foto cedida por la organización).


Respecto a la carrera tengo que decir que era nueva para mi. De todos los grandes circuitos de trail de la provincia de Zaragoza era el único que me faltaba por conocer. El circuito me pareció precioso y paisajísticamente muy bonito a pesar de  la niebla que había, pistas y sendas que iban mayormente por pinar, en un continuo sube y baja que permitía disfrutar y darle cera a las zapatillas. Estos montes de la Almunia han sido todo un descubrimiento para mi..........y están tan sólo a media hora en coche desde Zaragoza.
Tendré que volver a repetir esta carrera para disfrutarla en condiciones.