miércoles, 30 de noviembre de 2016

LA SUPERLUNA DE NOVIEMBRE DE 2016.

PUESTA DE SOL Y SUPERLUNA DESDE LA CIMA DEL PICO EL PICO DEL AGUILA. 




El 14 de noviembre de 2016 habían anunciado la superluna más grande y brillante que podía ver desde enero de 1948. Este fenómeno astronómico extraordinario permitía contemplar ese día una luna llena un 14% más grande y un 30% más brillante que una luna llena normal.
A nosotros nos encantan las actividades montañeras a la luz de la luna llena y no se nos podía escapar esta oportunidad de contemplarla desde las montañas. Pero el 14 de noviembre era lunes y nuestros horarios laborales nos impedían verla al atardecer y en el momento de su salida, que es cuando mejor se puede ver, asi que decidimos adelantar su observación y subir a verla el domingo, que no estaría en pleniuno pero sí al 96% de su máxima visibilidad.


Contemplando nuestra ruta al Pico del Águila desde el Salto de Roldán.



Queríamos ver una puesta de sol desde las montañas y hacer el descenso al coche de noche bajo la luz de la superluna. Como era domingo y el lunes había que currar, elegimos una montaña cercana, el Pico del Águila, en Arguis, pero también había que buscar un itinerario adecuado, despejado de vegetación y orientado hacia la luna, sin montañas que la ocultasen. El itinerario que sube al Pico del Águila desde el Salto de Roldán era perfecto para el avistamiento de este fenómeno astronómico, salvo la pirámide cimera del pico que está cubierta por bosque, el resto del itinerario va por campo abierto, en una media ladera despejada de vegetación y con la luna al E de nuestra  posición por encima del Tozal de Guara una vez ha alcanzado la altura suficiente en el horizonte una media hora después de su salida.


La senda va por una media ladera con vistas muy chulas sobre el Valle del Flumén.



La ruta que sube al Pico del Águila desde el Salto de Roldán es muy desconocida por los montañeros y eso que es una senda muy marcada que va por debajo de la cresta que comunica el Tiacuto con el Pico del Águila hasta interceptar la senda que baja de este pico en dirección a la Ermita de la Virgen de Ordás. Es una senda muy bonita con unas vistas magníficas del Valle del Flumén y del tajo del Salto Roldán. Esta ruta la he hecho varias veces entrenando, pero Marta no la conocía así que aproveché para enseñársela.




La tarde nos sale muy fria y muy ventosa, apetece poco estar parado en la cumbre, asi que apuramos para llegar justo a la hora de la puesta de sol. El Pico del Águila es una magnífica atalaya cercana a Zaragoza ideal para contemplar este tipo de fenómenos astronómicos. El ocaso fue un poco decepcionante, el sol se ocultó por detrás de un Moncayo cubierto de nubes y nos privó de los mejores momentos para fotografíar la puesta de sol.


Las últimas luces del día se proyectan sobre el Salto de Roldán y el Picón del Mediodía.




Y así, desde la cima del Pico del Águila despedimos al sol por el Oeste:




Y dimos la bienvenida a la luna por el Este:




Y voilá, ante nuestros ojos la superluna de noviembre de 2016:


Proyectada sobre la cara norte del Tozal de Guara.



En el  rato que tardamos en descender la pirámide cimera, cubierta por el bosque y por tanto con mala visibilidad para contemplar fenómenos astronómicos, le dimos tiempo a la luna para pillar altura sobre el Tozal de Guara y asi iluminar por nuestra izquierda nuestro descenso hacia el valle. Lo del tamaño más grande no lo pudimos percibir a simple vista pero sí el 30% más brillante, las frontales las apagamos en cuanto salimos del bosque, iluminaba tanto la luna que no hacía falta ir con luz adicional, las sombras de los árboles y de los arbustos se proyectaban sobre el camino como si fuera de día, y en un tramo que giró la senda y la tuvimos de frente, incluso nos llegó a deslumbrar con su luz.
Una preciosidad de descenso, aunque la puesta de sol fue decepcionante, la superluna estuvo a la altura de nuestras espectativas. Llegamos al Salto de Roldán entumecidos por el frio pero con una sonrisa de oreja a oreja y con las pilas cargadas para toda la semana.

sábado, 26 de noviembre de 2016

ASCENSIÓN A LA PEÑA UBIÑA DESDE TORREBARRIO.

LA PEÑA UBIÑA, LA ATALAYA MÁS OCCIDENTAL DE LA CORDILLERA CANTÁBRICA. 


Magnífica visión de la Peña Ubiña Pequeña desde el cresteo cimero.


Se acaban nuestras vacaciones en Somiedo, unos días que hemos dedicado a disfrutar de la montaña y de la naturaleza sin más, sin grandes hazañas deportivas. Pero antes de marchar a Zaragoza queremos subirnos a uno de los montes grandes de la zona. 
Y cerca, muy cerca de Somiedo, se encuentra la Peña Ubiña. Desde el Puerto de la Farrapona, en la cabecera del Valle de Saliencia, se puede pasar con coche (en la vertiente leonesa es pista de tierra pero está bastante bien) a Torrebarrio, una población cercana a dónde estamos alojados y que se ubica a los pies de la Peña Ubiña.



El macizo de la Peña Ubiña cubierto por las nubes desde el Puerto de la Farrapona.



La Peña Ubiña, con sus 2.417m, es la cumbre más elevada de la zona occidental de la Cordillera Cantábrica, vamos que era muy apetecible y ya que estábamos aquí, estaba claro que había que subirla. La montaña tiene una vertiente leonesa y otra asturiana en la que forma parte del Parque Natural de la Mesa y la Peña Ubiña. 
Fuera de los Picos de Europà es una de las grandes elevaciones de la Cordillera Cantábrica. Su topónimo procede de  Albinus (blanco, en latín), por el contraste del color blanco y brillante de la caliza de sus paredones con los prados alpinos que la rodean.
Tanto desde su vertiente asturiana como desde la leonesa es una montaña muy relevante, un monolito rocoso que se alza imponente sobre sobre el entorno. Es una montaña muy famosa, de las más ascendidas de la Cordillera Cantábrica.



La mole rocosa de la Peña Ubiña se alza de forma prominente sobre la localidad de Torrebarrio.



Nos decantamos por subir la Peña Ubiña por su vertiente leonesa ya que era lo que más nos pillaba a mano. El punto de partida es Torrebarrio, una población que se encuentra a los pies de esta montaña, cuya cumbre se alza imponente sobre esta población con un desnivel aproximado de 1.200m.
Ese día tenemos instalado el anticiclón, con inversión térmica y niebla en el fondo de los valles, la mañana es fria, muy fria, apenas 2º grados que nos obliga a salir muy abrigados.


Inversión térmica y mucho frio en el fondo de los valles a primera hora de la mañana.



La ascensión por esta vertiente no tiene mucho misterio. Primero por una pista de tierra muy empinada y luego por senda, bordearemos la base de los murallones rocosos de la montaña en dirección al Collado Ronzón, que separa la cumbre principal de la Peña Ubiña Pequeña.


La ascensión no tiene ningún misterio, tenemos que ir al collado que separa la cumbre principal de la Peña Ubiña Pequeña.



Poco a poco iremos dejando en el fondo del valle la población de Torrebarrio. Esta primera parte de la ascensión no tiene ninguna dificultad salvo el  desnivel  constante a salvar.



Torrebarrio se queda debajo, localidad a los pies de la Peña Ubiña, en la vertiente leonesa de este macizo.



Desde el collado podremos ver el último tramo de la ascensión que sube por la pirámide cimera de la montaña. Visto desde lejos parece que tendrá "tema" este tramo, pero luego, una vez metidos en faena, no tiene ninguna dificultad relevante, hay alguna trepada pero es muy sencilla y el trazado está muy bien señalizado con mojones y marcas de pintura. Con nieve o hielo, será otro cantar......


La pirámide cimera vista desde el Colado Ronzón.



En el collado pasamos a la vertiente asturiana de esta montaña, declarada parque natural por el Principado de Asturias. La primera parte de la ascensión que la hemos hecho por la vertiente leonesa nos ha parecido un poco monótona pero aquí el paisaje ha cambiado radicalmente y podemos contemplar en toda su extensión la parte más accidentada y compleja de la Cordillera Cantábrica. 
El paisaje desde aquí es magnífico, menuda gozada y todo un acierto haber venido a esta montaña.


 Pastizales y paisaje de alta montaña en la vertiente asturiana de este macizo.




En cuanto nos subimos a la pirámide cimera empiezan las trepadas y el recorrido se vuelve aéreo y más complejo pero sin grandes dificultades, lo justo para sacar las manos de los bolsillos y hacer este tramo más entretenido.



Trepaditas sencillas.


Aunque en invierno y con nieve tendrá que ser otro cantar.



Atrás se queda la Peña Ubiña Pequeña, otro monolito rocoso que destaca poderosamente sobre los pastos alpinos del entorno. Vaya pedazo de montañas que tienen por aquí!!!!.



La pirámide rocosa de la Peña Ubiña Pequeña, de pequeña nada, menudo pedazo de montaña!!!!.



Conforme vamos ganando altura ya podemos contemplar en toda su extensión a la Mesa, otro pedazo de montaña asturiana que junto con la Peña Ubiña forman el parque natural homónimo. El paisaje sigue siendo muy bonito!!!!.


La Mesa en la vertiente asturiana del parque natural, otra montaña preciosa.



Hemos disfrutado tanto de la ascensión que casi sin darnos cuenta hemos llegado a su cima. Día magnífico con vistas muy extensas que tuvimos la suerte de disfrutar desde una de las principales atalayas de la Cordillera Cantábrica.
Es jueves, entre semana y a finales de octubre, pero sorprendentemente no estamos solos en la cumbre, se nota que es una montaña muy famosa, coincidimos con un grupo de corredores de montaña gallegos que también están de vacaciones y que han venido hasta aquí para entrenar y conocer la zona, y con varios grupos de montañeros jubilados asturianos a los que me arrimo para que me  expliquen las montañas y los valles que se ven desde aquí arriba......que somos maños y pirenaicos, venimos de muy lejos y esta cordillera es completamente nueva para nosotros!!!!!.


Marta y yo disfrutando de una de las grandes cumbres de la Cordillera Cantábrica.



Los amigos asturianos nos dieron desde la cima una auténtica lección de geografía de la Cordillera Cantábrica, madre cuanto tajo tengo pendiente por estas montañas, se me iban los ojos por todos los sitios mientras diseñaba mentalmente futuras vacaciones......je,je,je. Venga voy a hacer un pequeño esfuerzo para mostraros lo que se veía desde allí arriba, espero no equivocarme con la identificación de las montañas:

Al lado nuestro y perteneciente al mismo macizo, los Picos del Fontán, ligeramente más elevados que nosotros y como podéis ver, otro tocho de montaña defendido por grandes paredes; de hecho, el Macizo de la Peña Ubiña, por su dificultad, es uno de los grandes destinos para practicar alpinismo, sobre todo invernal, en la Cordillera Cantábrica.


Los Picos del Fontán.



Al este, podríamos ver difuminados los Picos de Europa, una sub-cordillera dentro de la Cordillera Cantábrica, y desde la lejanía podíamos  percibir lo pequeños que son en extensión en comparación con el resto de la cordillera. Eso sí, los monolitos rocosos de sus cumbres  le daban un perfil dentellado muy característico. A tener en cuenta que aquí están las máximas altitudes de la cordillera.





Y al norte, el Mar Cantábrico como horizonte cubierto por un precioso mar de nubes que ese día era anticiclónico. Es lo que tiene la Cordillera Cantábrica, aquí el mar no está tan cerca como en los Picos de Europa pero sigue siendo un mar cercano y en días despejados se puede ver perfectamente. Esto no lo tenemos en los Pirineos y me encanta, estar en la alta montaña mientras ves el mar como telón de fondo es algo que me resulta precioso.





El descenso por el mismo sitio, de manga corta y unos 17º cuando llegamos a Torrebarrio, qué contraste con el frio de la mañana!!!!!. 
Y de esta manera dimos por finalizado nuestro periplo de estos días por la Cordillera Cantábrica. Esta zona nos pilla lejos de Zaragoza pero es muy recomendable, es más, es preciosa, tanto Somiedo como la Peña Ubiña nos ha encantado. Se nos han quedado muchos deberes en esta cordillera que hasta ahora no conocía y nos ha quedado claro que merece  mucho la pena el esfuerzo de venir hasta aquí, intentaremos conocerla más a fondo en el futuro.

sábado, 19 de noviembre de 2016

EL PARQUE NATURAL DE SOMIEDO (ASTURIAS).

EL OTOÑO EN LA CORDILLERA CANTÁBRICA


He pasado de no haber estado nunca en Asturias y en la Cordillera Cantábrica a visitar las montañas de esta zona del norte de España 3 veces en apenas un año y medio. Como podéis ver, Asturias nos ha enamorado y seguro, segurísimo, que habrá alguna incursión más en el 2017, con la cantidad de montañas y de parques naturales que tiene, anda que no hay tajo para hacer allí.
Este año hemos cambiado los  Pirineos por la Cordillera Cantábrica como destino de nuestras vacaciones para disfrutar del otoño y conocer los principales bosques del norte de España coincidiendo con el espectáculo de colores de la estación otoñal.



Creo que el Parque Natural de Somiedo no necesita presentación, pero como somos de fuera y venimos de lejos, voy a hacer una breve introducción geográfica para situarnos. Este parque natural se encuentra en el interior de Asturias, en pleno corazón de la Cordillera Cantábrica. Es limítrofe con la provincia de León con la que se comunica con la Comarca de Babía a través del Puerto (aldea ubicada cerca de un collado a más de 1.400m de altura) y con la vertiente leonesa del Parque Natural de la Peña Ubiña y la Mesa a través del Puerto de la Farrapona a 1.700m de altura.

El territorio del parque natural  está articulado por 5 valles (Somiedo, Pigüeña, Valle, Saliencia y Perlunes), de los cuales 3 son principales. Somiedo es el valle principal y dónde se localizan las principales localidades, Caunedo y Pola de Somiedo, siendo ésta última la que ejerce la capitalidad de toda esta zona.


 Valle de Somiedo, el eje principal del Parque Natural.



Al valle de Somiedo desembocan otros dos valles de orígen glacial que formando de dos grandes brazos, abrazan el valle principal más o menos a la altura de Pola Somiedo.El Valle del Lago es uno de estos valles secundarios y en cuya cabecera se ubica el Lago del Valle, lago de orígen glacial que está considerado el más extenso de toda Asturias.




 El Valle del Lago.


Un poco más abajo de Pola de Somiedo nos encontraremos la desembocadura del río Saliencia y por ende la entrada del Valle de Saliencia, el otro de los valles que articula este Parque Natural. En la cabecera de este precioso valle se encuentra el Puerto de la Farrapona, un paso de alta montaña (en coche cuando no hay nieve) que comunica este parque natural con la provincia de León.


 El Valle de Saliencia visto desde las inmediaciones del Puerto de la Farrapona.


Somiedo atesora un impresionante patrimonio antropológico y conserva unas formas de vida pastoril y de adaptación a la alta montaña traidas directamente desde el pasado. Es uno de los principales atractivos que no nos tenemos que perder por nada del mundo si venimos aquí.
Son muy llamativas, y también muy famosas, sus cabañas de teito. Es un tipo de caseta ganadera de planta cuadrangular o rectángular (hay algunas excepciones de planta circular) coronadas por un tejado de cubierta vegetal. Estos tejados tan sigulares requieren un mantenimiento continuo y suele renovarse unas dos veces al año. El trabajo de repación de estas cubiertas vegetales se denomina teitado.




 Hórreo de Urría, el único de toda Asturias que conserva el tejado de teito



Estas casetas pastoriles las podemos encontrar tanto en núcleos de población como en zonas de pastos de altura, en este último caso suelen formar un conjunto de cabañas, a modo de castros, que se denominan brañas, palabra que designa tanto al conjunto de cabañas como a los pastos y corrales que las rodean.


 Cabañas de teito en la Braña de Mumián.



Es muy curioso por que la vida de estas gentes la marcaba la transhumancia dentro del propio valle. Los vaquerizos trasladaban su residencia de las partes altas a las partes bajas del valle según las estaciones del año, en las que se trasladaba al ganado desde los pastos de altura al fondo del valle. Cuando las nieves se retiraban, se trasladaban a las brañas, en dónde permanecían junto al ganado. 


Ollera de la Braña de Mumián, una especie de fuente-abrevadero que se utilizaba para conservar la leche recién ordeñada surmergiendo parcialmente los cántaros de leche en agua fria.





 Ejemplos de cabañas con cubierta de teito.




Esta forma de vida tradicional ha legado un impresionante legado etnográfico que ha dejado diseminado por todos los pueblos y rincones de este parque natural un conjunto nada desdeñable de brañas y de teitos. 


 Cabaña con cubierta de teito en la Peral.



Pero si por algo es conocido y es mundialmente famoso el Parque Natural de Somiedo es por su fauna salvaje. Los límites de este parque natural alberga una de las principales reservas biológicas  de toda la Península Ibérica, especialmente de toda la cornisa cantábrica. Alguna vez he leido que por este motivo Somiedo vendría a ser la "Alaska" de la Península Ibérica. Corzos, venados, nutrias, jabalís, buitres, gato montés, ginetas....etc son algunos de los animales que se encuentran en el valle pero por encima de todo destacan 3 especies: los lobos, el urogallo y especialmente el oso. En Somiedo se encuentra el mayor número de osos de toda la Cordillera Cantábrica, casi un 40% de su población total y, teniendo en cuenta lo relativamente pequeño que este parque natural, es una densidad más que importante (unos 90 osos estimados en los últimos recuentos).
Hay que destacar que una parte importante del territorio de este parque natural está regulado como zona de Uso Restringido Especial, especialmente los bosques y las áreas arboladas, lo que implica que no podremos transitar por el interior de estos espacios, salvo contadas excepciones. No os preocupéis, el parque ya se ha encargado de señalizar todos estos espacios, incluso las sendas secundarias tienen su cartel que nos recuerda que no podemos transitar por ellas. Es muy importante respetar la normativa del parque, estas áreas son el principal refugio de la fauna salvaje de Somiedo y las autoridades y los biólogos están intentando mantenerlas intactas en la mayor medida posible. Es curioso por que alguna de estas zonas restringidas están ubicadas muy cerca de los núcleos de población; de hecho, en Somiedo su fauna salvaje convive con los habitantes del valle.


Una gran parte del territorio del Parque Natural de Somiedo, especialmente las áreas boscosas, son zona de uso restringio en el que está prohibido transitar y salirse de las sendas, con el fin de preservar el ecosistema de la fauna salvaje que habita en el parque.


En nuestro viaje a Somiedo, teníamos muy presente que la fauna salvaje era uno de los puntos fuertes de este parque natural por lo que reservamos una parte importante de nuestro tiempor a intentar avistar animales, especialmente el oso cantábrico. Es uno de los principales reclamos turísticos y el parque natural ha habilitado una red de miradores desde los cuales, con primásticos o teleobjetivos, se pueden barrer las laderas de las montañas circundantes. Evidentemente, en las zonas arboladas, que además están restringidas al paso, no podremos avistar osos con nuestros prismáticos, pero los canchales que hay en las zonas de transición de estos espacios arbolados, son un sitio magnífico dónde poder avistarlos, sobretodo al amanacer y al atardecer. Todos estos miradores dominan desde lejos canchales y zonas de pastos de transición en medio del arbolado.


 Mirador de Aguino, vistas muy extensas sobre territorio osero:  domina desde lo alto Pola de Somiedo en la confluenciaa de los Valles del Lago y Somiedo.



Para ver osos en libertad hay que tener mucha paciencia, saber mucho y tener mucha suerte. Sabíamos que era difícil y, aún así, todas nuestras actividades de estas vacaciones  las programamos para tener las tardes libres y acudir al atardecer a los miradores para probar suerte. Estuvimos en los miradores del Príncipe, Anguino y en otro natural sobre el Valle del Lago. No hubo suerte y los osos no se dejaron ver, en esta época se mueven menos y se refugian en la espesura del bosque, pero os puedo asegurar que era muy relajante y emocionante todo ese rato que estábamos con nuestros primásticos oteando las laderas del valle en busca del "rey de la Iberia". Claro que el paisaje que rodeaba a estos miradores también ayudaba mucho, menudas vistas que teníamos amigos.



 Realizando observaciones sobre el Valle del Lago, menudo frio que hacía!!!!.



Je, je, je, osos no vimos pero sí que nos llevamos un buen regalo con la fauna. Bajando de la Braña de Mumián, en el límite del hayedo con los avellanos de los bancales más alejados de la población del Coto, me retrasé un momento para mear, y cuando levanté la vista, un ave de gran tamaño levantó su vuelo del claro del bosque y se posó en una rama. En cuanto intenté sacar los primásticos, volvió a echar a volar y se escondió en la espesura del bosque, en vez de volar hacia arriba como cualquier otro pájaro, éste se fue hacia el suelo. Creo que fue un posible avistamiento de un ejemplar hembra de Urogallo, casi nada......y digo creo por que no soy un experto y fueron unos pocos segundos, pero la zona en la que estábamos, su tamaño, el color del plumaje, su comportamiento y que el día anterior había visto fotos de urogallos hembras en el centro de interpretación de Somiedo (y la imágen del bicho la tenía muy reciente), me incita a pensar que ese día me llevé el premio gordo. Fue tan rápido que cuando llamé a Marta el pajarico ya se había ocultado por completo.



Observaciones al atardecer desde el mirador del Principe en la Peral, el más famoso de este Parque Natural para avistar osos, no tuvimos suerte pero con las vistas que teníamos de fondo, se nos caía literalmente la baba.



Respecto a las excursiones, no nos complicamos la vida, hicimos las clásicas que hace casi todo el mundo. Como estábamos a finales de octubre y entre semana, estuvimos prácticamente solos. Es una gozada venir a estos sitios en esta época del año, estos sitios se disfrutan mucho más así.


 El Lago de la Cueva, ocupa  el fondo de una gigantesca dolina.


Una mañana nos fuimos a hacer la excursión circular de los Lagos de Saliencia. El valle de Saliencia es de orígen glaciar en su cabecera se encuentra uno de los conjuntos lacustres más notables de toda la Cordillera Cantábrica.

 El Lago de la Calabazosa o Negro, el más profundo de toda Asturias.


Casi todos los lagos se encuentran alterados por la mano del hombre, asi que son naturales pero no salvajes, aunque el entorno de alta montaña dónde se ubican es magnífico. Por cierto, un poco antes de llegar al Lago Cerveriz también pudimos avistar una manada de rebecos, sarrios en nuestra tierra, que en Pirineos los he visto a cientos, pero que en la Cordillera Cantábrica deben ser más raros de ver, es lo que tiene hacer estas excursiones en casi completa soledad.



 El Lago Cerveriz.


 Pastizales de altura en el piso alpino de la Veiga de Camayor.



 El Lago del Valle, el más extenso de toda Asturias.


Alargamos el paseo, por que era un paseo esta excursión, hasta el mirador del Lago del Valle, en la cabecera del Valle del Lago. Vistas de postal desde este mirador, qué sitio tan bonito y sobretodo en otoño, nos dejó con la boca abierta, teníamos las espectátivas altas en este viaje y tengo que reconocer que Somiedo nos sorprendió y las superó con creces.


Asturias enamora: el Valle del Lago desde su cabecera.



A la vuelta, en los pastos de altura de Veiga de Camayor, nos llevamos para casa la cena: el prado estaba plagado de macrolepiotas y champiñones silvestres!!!!. Una larga mañana bien aprovechada....y por la tarde, de vuelta a los miradores.............



 Bonitas vistas hacia la cabecera del Lago del Valle.



Como he dicho antes, el patrimonio etnográfico es uno de los platos fuertes de Somiedo asi que también nos centramos en visitar brañas y teitos, tanto en los pueblos como en pastos de altura. La excursión estrella de este tipo que hicimos fue la que iba a la Braña de Mumián desde la población de Coto.

 La Braña de Mumián, atesora el mayor número de cabañas de teito de altura de todo el Parque Natural de Somiedo.



Es una braña que contiene uno de los mejores conjuntos de cabañas de teito de todo Somiedo; además,accedimos a ella por el Hayedo de la Enramada, un espacio de uso especial restringido pero que tiene un único acceso permitido para ir desde este pueblo hasta la braña por la pista forestal que va por el medio del bosque.
Excursión más que recomendable si venís a Somiedo, la braña de Mumian nos transporta a formas de vida del pasado. Naturaleza, montaña y formas de vida tradicionales se dan estrechamente la mano en estos parajes del parque natural.



 Cabañas de teito en la Braña de Mumián.


Todos los años apostamos por el otoño en los viajes que nos montamos por estas fechas. El objetivo de todos estos viajes ha sido poder conocer y contemplar los principales bosques de hayas de los Pirineos, tanto del lado francés como del español, y del norte de España. Cada año es diferente, hemos notado que el otoño cada vez se retrasa más, y es muy difícil encontrar los bosques en pleno esplendor de colores ya que el espectáculo de colores dura unos pocos días al año. Tiene que llover para que las hojas cambien de color, no haber helado, y que el viento no haya soplado con fuerza para que no tire las hojas al suelo.
Este año nos hemos ido más lejos para contemplar el otoño y hemos triunfado como la coca-cola. Somiedo nos recibió en pleno esplendor de colores otoñales, todo un espectáculo que nos dejó boquiabiertos y que hace que lo situemos como uno de los principales destinos del norte de España para contemplar el espectáculo de colores otoñales.



 Hayedo del Monte de Bustariegas (Valle de Saliencia).


Las umbrias de todos  los valles de este parque natural están salpicadas de pequeños hayedos, aunque algunos como el de la Enramada y del Monte Bustariegas tienen dimensiones notables. Lo bueno es que la solana de todos estos valles están recorridas por carreteras o pistas forestales que nos permitirán acceder a miradores que nos dejarán contemplar desde la distancia el espectáculo de colores. La experiencia de estos últimos años persiguiendo el otoño me ha enseñado que estos son los mejores sitios para contemplar la paleta de colores de los bosques, es mejor verlos desde la distancia, aunque no muy lejos, en zonas despejadas de vegetación. En Somiedo nos podemos inflar de ver múltiples hayedos desde la distancia en miradores naturales a los que se llega con el coche.


 Interior del Hayedo de la Enramada (zona de uso restringido) en la ruta a la Braña de Mumián




La perspectiva en la distancia de los bosques es el lado bueno pero en otoño también mola adentrarse en el interior de los  hayedos y sumergirse en el ambiente oscuro y misterioso de la profundidad de estos bosques. Y aquí está el lado malo, los bosques de Somiedo son zonas de uso restringido para preservar la fauna salvaje, asi que, salvo contadas excepciones, como la excursión que hicimos a la Braña de Mumián por el hayedo de la Enramada, nos tendremos que conformar con ver los bosques desde lejos.
Y como una imágen vale más que mil palabras, os regalo alguna de las preciosas estampas otoñales que nos regaló el paisaje otoñal del Parque Natural de Somiedo:



 Hayedo de la Enramada visto desde las inmediaciones de Coto de Buenamadre


 Hayedo de la Enramada visto desde los miradores de la carretera que sube al Valle del Lago.


 Interior del Hayedo de la Enramada (zona de uso restringida).