lunes, 19 de septiembre de 2011

PEÑA DE AMAN (SALTO DE ROLDAN)


Para este finde pasado tenía la cabeza muy caliente y planes muy ambiciosos de monte que se me fueron al traste por la meteorología tan adversa anunciada para esos días en el Pirineo. Asi que otra vez a improvisar y a tirar de "plan b". Me apetecía mucho trabajar el aeróbico, que ultimamente lo tengo muy olvidado, y como llevaba unos cuantos días acumulados de entrenamiento en mis piernas, decidí ir a la Sierra de Guara para subir corriendo a alguna de las cumbres que no había subido aún.
Con la cabeza caliente, salí de Zaragoza con la intención de subir corriendo a las cumbres de la Peña de Aman, en el Salto de Roldán, y del Picón del Mediodía. Después los pinchos y la falta de entrenamiento me pusieron en su sitio; no pasa nada, con entrenamiento poco a poco iremos pillando la forma deseada y además las sensaciones fueron muy, muy buenas.


Para acceder a la Peña de Aman, tendremos que coger la pista de tierra como si fuéramos a la Ermita de San Martín de la Val d´Onsera, paro desviarnos en el siguiente camino que hay después del desvio al parking dónde sale la senda a la ermita.
El camino de acceso a la Peña de Aman está perfectamente marcado y señalizado; sin embargo, nos dirigimos al Guara desconocido y recóndito, esto no es Alquezar ni el Formiga, aquí casi no llegan los turistas por lo que tenemos garantizada la tranquilidad y la soledad.
El camino empieza de forma descendente hasta cruzar el cauce seco (en verano) del barranco de San Martín de la Val d´Onsera. Antes pasaremos por una pequeña cueva aprovechada como redil para el ganado con curiosas formas en la roca. Os chivo un pequeño secreto respecto a este sitio: el suelo de la cueva es llano y blandito y la roca del desplome es excelente en algunos puntos, además se está fresquito en verano por que no le da el sol y las marcas de magnesio delatan que aquí algunos se lo han pasado bomba y han estado muy entretenidos.

La Cueva-Redil marca el inicio de la excursión


A partir de esta cueva-redil comienza la ascensión propiamente dicha que devoramos en pocos minutos hasta un pequeño collado. La senda está muy marcada y no tiene perdida.


Desde la colladeta veremos perfectamente el objetivo del día y la senda ascendente que nos lleva hasta el collado de la derecha de la Peña de Aman.


Desde este punto la cosa se pone más dura, el camino se empina bastante en algunos tramos pero también tendremos que atravesar un par de barrancos que nos obligarán a perder altura para luego recuperarla.
El hecho de ir corriendo, con zapatillas de trail en vez de botas de montaña, y con una pequeña mochila "camelback" en la que llevo lo estrictamente necesario, me permite ir muy ligero y hacer esta parte de la ascensión con bastante rapidez, aunque también es verdad que me cuesta mi esfuerzo.


Conforme nos acercamos podemos disfrutar del espectáculo natural tan grandioso que es el Salto de Roldán, para mi uno de los rincones más bonitos del Alto Aragón, y desde una perspectiva poco conocida por que a la Peña de Aman sube muy poca gente.

Vistas del Salto de Roldán desde la senda de acceso a la Peña de Aman


Desde el collado tendremos que afrontar la parte más dura de la ascensión. Este tramo es muy empinado y soy incapaz de hacerlo corriendo, pero aun así consigo subir andando a un ritmo muy intenso. Aquí me arrepentí mogollón de ir con pantalón corto, anda que no pinchan los arbustos, acabé con las piernas arañadas.
El ultimo escalón de la peña es un corto muro de roca descompuesta que hay que superar mediante tres clavijas que pillan muy a desmano sobretodo para los que no somos altos, y pueden impresionar a personas no acostumbradas a la altura. No son difíciles pero cuando llegué a la base de este muro iba con las pulsaciones tan disparadas que me tuve que parar unos minutos para que el corazón volviera a su sitio y pudiera subir con relativa seguridad.

El ultimo resalte de roca antes de la cima. En la ultima faja rocosa es dónde están las clavijas.


Mientras me recomponía a pie de las clavijas aproveché para fotografiar este bonito ejemplar de "Corona del Rey" que me llamó mucho la atención.


Corona de Rey


Tras las clavijas por fin llegué a la ansiada cima desde la que hay unas vistas impresionantes y no del todo conocidas de la Peña de San Miguel, con su castillo, el Salto de Roldán y la Hoya de Huesca. A la Peña de San Miguel ya había subido en varias ocasiones (ver entradas anteriores), y siempre me había llamado la atención la vecina Peña de Aman, aislada de esta por el imponente tajo que forma el río Flumen a su paso por las dos peñas.


Perspectiva poco conocida de la Peña de San Miguel desde la cima de la Peña de Aman


A la Peña de San Miguel se puede llegar fácilmente con el coche desde una pista asfaltada que sale de la localidad de Sabayés y, desde el aparcamiento, en unos 15 minutos y tras pasar una ferrata muy bien equipada podemos llegar a su cima sin mucho esfuerzo. Ni que decir tiene que esta es la cima más visitada de las dos que conforman el Salto de Roldán.
Sin embargo, alcanzar la cima de la Peña de Aman exige mucho más esfuerzo que su vecina, ya que tendremos que darnos un buen pateo y encima las clavijas de acceso a su cima pueden echar atrás a personas poco acostumbradas a los precipicios.


La Hoya de Huesca desde la cima


Las vistas desde la cima son soberbias. A mi este sitio no me cansa nunca, podría subir mil veces y volvería a repetir. Es el reino de la verticalidad absoluta, por estas inmesas paredes de conglomerado se hace paso el río Flumen por una angostura grieta conformando el barranco más técnico en caudales (las Palomeras del Flumen) que podemos afrontar en la Sierra de Guara, y por estos precipicios anidan decenas de aves rapaces, buitres principalmente, pero tampoco nos será dificil observar alimoches y quebrantahuesos.

Vistas del "Fraile". Este sitio es el reino de la verticalidad absoluta. Fijaros en la cantidad de buitreras (manchas blancas) que hay en estas paredes.


Lo de los pajaricos es digno de resaltar. Creo que es el sitio dónde he visto más colonias de buitres y desde más cerca. Incluso el sábado pasado me llegaron a dar un buen susto ya que, al acercarme a una repisa para fotografiar el río Flumen, me salió un pedazo de buitre que para "suerte" mía estaba en la misma repisa. Si tenemos en cuenta que pueden llegar a tener una envergadura de 2 metros con las alas abiertas, pues ya os podéis hacer la idea del susto que me di, menos mal que estaba bien apoyado, sino salgo volando al vacio con el buitre.

El río Flumen respira tras salir de las angosturas del Salto de Roldán


Al descenso iba con las piernas cargadas y arañadas, además hacía mucho calor asi que decidí dejar el Picón del Mediodía para otra ocasión, total lo tengo a poco más de una hora de coche desde Zaragoza y seguro que tendré otra ocasión para volver a entrenar por estos parajes. Lo de ir corriendo por el monte es una maravilla, descontado los descansos (en la cima estuve un buen rato), me costó subir y bajar lo mismo que marcan las reseñas sólo para la subida. Las sensaciones fueron muy buenas y el paraje merecía con creces la sudada que me di para subir corriendo hasta esta cima.
Un consejo: si os decidis a perderos por este rincón de la Sierrra de Guara, no os olvidéis de los pantalones largos, yo creo que tendré las piernas "decoradas" durante una semana.

domingo, 18 de septiembre de 2011

SIMA DEL REBECO

Seguimos actualizando actividades retrasadas, a ver si poco a poco consigo ponerme al día. Antes de que se acabase el verano, Marta y yo queríamos visitar la Sima del Rebeco, una interesante cavidad que se encuentra en Villanúa (Valle del Aragón-Pirineo aragonés). Esta localidad es muy interesante desde el punto de vista espeleológico, ya que en ella, a ambos lados del río Aragón, se localizan los niveles freáticos de dos sistemas kársticos de alta montaña ubicados justo encima del pueblo: Lecherines y Collarada. En estos niveles freáticos se abren tres cavidades muy interesantes que nos permiten la práctica de la espeleología: la Cueva Esjamundo en el nivel freático del Sistema de Lecherines y la Cueva de las Güixas y la Sima del Rebeco en los niveles freáticos del karts de Collarada.


Frente a la boca de la Sima del Rebeco


La localización de la Sima del Rebeco o Fuente del Cándalo, cavidad elegida para este día, es muy sencilla y se hace desde las mismas calles del pueblo a cuya boca llegaremos en apenas unos minutos. Es muy curioso el cartel informativo que hay justo en la calle de enfrente de la cavidad, con una foto en la que se muestra una enorme cantidad de agua saliendo por la boca en un momento de fuerte actividad hídrica de la cavidad.


Topografía de la cueva



Para acceder a su interior, tendremos que equipar con la cuerda el pozo de entrada de la sima, una rampa resbaladiza más o menos vertical que fraccionaremos en tres puntos.


Instalando el pozo de la entrada


A partir de aquí el recorrido es prácticamente horizontal, salvo un pozo vertical de 6 metros instalado con cuerda fija que tendremos que remontar (y posteriormente descender) con los aparatos.

Descendiendo el pozo de 6 metros, única dificultad del interior de la cavidad


Tras remontar el pozo llegaremos a una galeria de grandes dimensiones que nos permite andar comodamente y que nos llevará al nivel activo de la cavidad. La sequía de este verano también afecta al subsuelo y nos encontramos casi todos los gourgs vacios y el río subterráneo a niveles mínimos tanto que podemos llegar hasta el final de la cueva sin apenas mojarnos.


El curso activo de agua en el nivel freático de la cavidad


Yo ya había visitado esta cueva en el Curso de Formación de Espeleología que hicimos en el 2010 y la recordaba como una cavidad muy bonita. En aquella ocasión había mucha más agua, todos los gourgs estaban llenos y parecían piscinas, y para llegar al final de la cavidad había que echarse a nadar.
En esta ocasión, todo está muy seco y la falta de agua hace que esta cueva pierda interés estético. No obstante, tiene rincones bonitos con formaciones y el estruendo del agua de la galeria final le da a pequeña esta cavidad un ambiente pirenáico.


Bonitas formaciones de la sala final


Actividad a combinar con otras cavidades o barrancos de la zona ya que la cueva es cortita y se hace en un momento. Es mejor hacerla en primavera para pillarla con agua, pero tened en cuenta que es una cavidad muy activa y que en época de deshielos o de fuertes lluvias puede entrar en carga.

martes, 13 de septiembre de 2011

PUNTA SUELZA

Esta entrada llega con bastantes días de retraso, es lo que tiene tener poco tiempo para actualizar. Corresponde a las pasadas y ya casi olvidadas vacaciones de verano. A mediamos de agosto, nos fuimos mi padre, Ángel y yo a la zona de Bielsa con el fin de conocer nuevos valles y pisar cumbres desconocidas para nosotros y para ello fijamos el objetivo en la Punta Suelza (2973m).
Pasado Bielsa, tras la ultima gasolinera que hay antes de llegar a la frontera con Francia, sale una pista forestal que nos lleva directamente a los Lagos de Ordiceto. La pista tiene 11 km y sólo es apta para todoterrenos ya que, además del fuerte desnivel que tiene al principio, justo antes de llegar a la central eléctrica hay una serie de badenes profundos no aptos para vehículos normales. Por ello, y dado que llevamos puesto el chip de conocer nuevos sitios, nos cargamos las mochilas y recorremos a pie la pista y el valle por la que circula.


Tras unos 1000 metros de desnivel y unas 3 horas de marcha, alcanzamos los Lagos de Ordiceto y el refugio del mismo nombre, que utilizaremos para pernoctar esa noche. Los ultimos metros de la pista los tenemos que hacer medio corriendo por que ha empezado a llover y la tormenta se nos ha echado encima.


El refugio está bien para utilizarlo como base para nuestras actividades pero advertir que tiene problemas importantes de agua en verano. Es cierto que está justo encima de uno de los lagos, pero éste está represado y en verano el nivel del mismo está muy bajo y el agua enfangada, asi que nos tocará ir andando un buen trozo para ir a por agua a los lagos cercanos.
Desde aquí podremos observar también las empinadas laderas de la Punta Suelza, un casi tresmil que tenemos justo encima de nosotros y que será nuestro objetivo para el día siguiente.

Punta Suelza desde el refugio de Ordiceto


Desde el refugio hay que cruzar la presa del ibón principal y flanquear a media ladera las faldas de la montaña para dar con un empinado canalón que supone el paso clave de la ascensión. El canalón es bastante duro, al menos en verano, ya que la piedra suelta y la inclinación del mismo hace que en algunos puntos demos un paso adelante y dos atrás. Estos sitios hay que tomarselos con calma, encender el motol diesel y a la marchica devorar poco a poco metros de desnivel a la montaña.

El empinado canchal de acceso al collado


Tras este empinado tramo llegaremos a un collado desde dónde parece que la cumbre ya la tenemos en el bolsillo. Pero en realidad aun nos quedan 30 minutos más de ascensión flanqueando por la derecha los canchales que defienden la arista cimera. La verdad es que este tramo se hace largo.


La cumbre es lo mejor del día. Esta montaña, a pesar de no alcanzar por poco la mágica cifra de los tresmil metros, tiene mucha más entidad que muchos de los tresmiles pirenaicos que hay catalogados en la actualidad. Las vistas desde la cumbre son muy extensas, sobretodo de los macizos de Posets, Bachimala, La Munia, Perdiguero y Maladetas.

Cima de la Punta Suelza (2973m) y otra más para la colección


En definitiva una buena actividad que nos ha llevado a sitios del Pirineo que no conocíamos. Además, y tras mucho tiempo sin coincidir juntos, he vuelto a salir al monte con Ángel y a pisar juntos una cumbre pirenaica. Esperemos que haya muchas más cumbres y que para la próxima no vuelva a pasar tanto tiempo.

Los lagos y el refugio de Ordiceto desde la cumbre

domingo, 4 de septiembre de 2011

COVA PAS DE LA VALLGORNERA (MALLORCA)


Nunca había preparado una salida con un año de antelación. Nunca había tenido que hacer tanta burocracia para realizar una de nuestras actividades. Nunca se me hubiera ocurrido volar a Mallorca en el mes de agosto. Nunca había hecho un viaje tan "ajustado" de tiempo y "estresante". Pero sobretodo, nunca pensé que todo esto iba a merecer tanto la pena, por que nuestra corta estancia en la isla nos deparó la que ha sido sin dudarlo la mejor actividad del 2011: la Cova Pas de la Vallgornera.
Nuestra aventura empieza en el aeropuerto de Barcelona. Para poder coincidir los tres con las vacaciones de trabajo y podernos ajustar a las normas y peculiaridades que tiene la visita de esta cueva, tenemos que volar a Mallorca en pleno Puente de la Virgen de Agosto, casi nada.
Al día siguiente hemos quedado con nuestro particular guía a las 08:30 de la mañana y en menos de 12 horas tenemos que ir con el coche a Barcelona, facturar en el Prat, volar a Mallorca, recuperar las maletas en el aeropuerto de Son Sant Joan (por supuesto los dos aeropuertos son pequeños y manejables), alquilar un coche a media noche, cruzarse la isla, alojarse, levantarse a punto de la mañana y desahacer con el coche parte del camino realizado horas antes. Milagrosamente todo nos sale a las mil maravillas y conseguimos llegar puntuales a la cita, aunque esto nos cuesta una buena dosis de estrés y dormir muy pocas horas.


Puntual también a su cita, Manolo Luque, nuestro guía en la aventura de ese día, nos lleva a la urbanización de la Vallgornera, junto con dos chicos de Mallorca, que nos acompañarán a la visita de la cavidad.
Hoy todo va a ser exótico y diferente a lo que estamos acostumbrados. Nos ponemos los cascos y las frontales en medio de una calle de una urbanización, cargamos las sacas con el equipo personal y nos dirigimos a los restos abandonados de un hotel. Enfrente nuestro hay una caseta con una puerta que permite acceder a la cavidad. Esta puerta, único acceso a a esta cavidad, está protegida con una alarma con red inalámbrica que permite poner en aviso a la Guardia Civil en el caso de que alguien intente forzarla. La Vallgornera no tiene accesos naturales y esta entrada artificial fue descubierta hace años cuando se realizó una fosa séptica para las obras de un hotel, las cuales fueron paralizadas en cuanto se descubrió lo que había en el subsuelo de esta urbanización.


Actualmente y debido a la fragilidad, rareza y excepcionalidad de los espeleotemas que tiene esta cueva, el acceso libre a la misma está completamente prohibido y, fuera de los equipos de investigación que trabajan regularmente en la cavidad, sólo pueden entrar 6 personas al mes acompañados de un guía, tras conseguir previamente el permiso de la Consejería de Medioambiente del Gobierno Balear e invitación de la Federación Balear de Espeleología, a la que representa este día nuestro guía Manolo Luque.


Tras entrar por la susodicha caseta y bajar un pozo por unas escaleras de mano verticales, llegamos a la primera sala de la cueva, donde Manolo Luque nos explica en la topo que hay en una pizarra en grande las salas y galerias que vamos a visitar. También anotamos en un cuaderno el recorrido que tenemos pensado hacer y las horas que estaremos, en la actualidad la Vallgornera tiene 70 kilómetros de desarrollo subterráneo, lo que la convierte en una de las cuevas más grandes de España, con una planta muy laberíntica, por lo que es obligatorio registrarse antes de proceder a su visita con el fin de que los equipos de rescate nos pudieran localizar con relativa facilidad en el caso de hubiera algun contratiempo. Tras las explicaciones oportunas, nos terminamos de poner el equipo y procedemos al inicio de nuestra visita.

Topografía de la Vallgornera obtenida de la siguiente página web


Mientras nos equipamos en esta primera sala, la primera que fue descubierta tras perforar con las máquinas la fosa del hotel, no puedo dejar de mirar hacia todos los lados la cantidad de espeleotemas que tiene. De hecho, ya estoy flipando en colores, es muy dificil ver una sala con tantas formaciones y ésta pasa desapercibida ya que marca el inicio del recorrido de la cueva. Si esto es lo más feo de la cueva y lo menos interesante, cómo será el resto?.

La primera sala de la cueva, y se supone qué es una de las más feas, pero si está plagada de formaciones!!!!!!


Pas de la Vallgornera tiene 3 niveles o pisos. Hay un nivel totalmente sumergido, solamente accesible con técnicas de espeleobuceo; otro nivel parcialmente sumergido que se tiene que atravesar nadando, y un nivel emergido o seco que se puede recorrer a pie.
Tras la primera sala, dónde nos hemos cambiado, realizamos unos destrepes y entramos en contacto con el agua, estamos en la entrada del nivel parcialmente sumergido y a partir de aquí tendremos que progresar con los neopreonos y las aletas de buceo. Estamos en la entrada del Lago Gemma. A partir de este punto progresaremos nadando.

Entrada a Lago Gemma


Esta zona la constituye un gran lago de agua dulce mezclada con agua salada de unos 3 metros de profundidad máxima. Y este lago es uno de los platos fuertes de la cueva. Tiene salas de las que cuelgan decenas de estalactitas y fístulas, muchas de ellas en contacto con el agua o incluso sumergidas. Es muy espectacular nadar bajo semejante bosque de formaciones que, además de ser muy bonitas, presentan la excepcionalidad de ser muy abundantes.


Nadando bajo un inmenso bosque de formaciones


Esta es una de las zonas más frágiles de la cueva. Muchas de esas estalactitas y fístulas son muy finas y frágiles y además se encuentran en contacto con el agua, por lo que cualquier ola u ondulación que hagamos en la superficie del lago mientras nadamos, puede provocar la ruptura masiva de estas formaciones, por lo que pasamos por esta zona con mucho cuidado, aleteando muy despacio y aprovechando la flotabilidad del neopreno y de los botes estancos que llevamos.

Hay que nadar con mucho cuidado para no romper las formaciones


Yo nunca me había puesto unas aletas y además, mi forma de nadar se asemeja más al tsunami que arrasó este año las costas de Japón que al aleteo de una sirena, por lo que tengo que ponerme las pilas para que mi paso por esta sala no provoqué un maremoto que arrase con parte de las formaciones de estas salas. La verdad es que fui un poco tenso, me veo muy torpe con las aletas y la natación no es mi plato fuerte.

Bajo el agua también hay formaciones sumergidas


Sólo por esto, merece la pena venir a esta cueva, es un espectáculo natural impresionante, de los que te dejan con la boca abierta.


El lago Gemma es un sitio espectacular......y esto no ha hecho más que empezar


Conseguimos llegar al nivel emergido tras un buen rato nadando con las aletas. Hemos superado la prueba con éxito y no hemos roto nada. Nos quitamos los neoprenos y las aletas y, tras atravesar un par de "gateras" nos dirigimos a una sala enorme que dejó sin palabras a sus descubridores y que decidieron denominar "Sala que no te nom" (sala sin nombre). Desde esta sala, equipada con hamacas , una mesa y puntos calientes para descanso de las agotadoras jornadas de exploración de la cueva, parten los diferentes recorridos de la zona emergida.
Manolo, buen conocedor de la cavidad, nos lleva por el laberinto del Séctor F. Aquí, debido al gran desarrollo de la cueva (son 70 km, casi nada), a su constitución laberíntica, los recorridos están marcados con cintas de colores, lo que permite llegar a las puntas de exploración en un tiempo relativamente rápido.

Destrepando a los niveles inferiores desde la Sala Que no ten Nom


Para acceder a las primeras galerias del laberinto del Sector F tenemos que hacer algunos destrepes sin los aparatos pero tampoco es complicado y progresamos con rapidez. Estas primeras galerias carecen de formaciones y de interés, aun asi son muy bonitas.



Un aspecto curioso de ese día, es que no llevamos nada de agua a la cueva. Es una cavidad cálida, de unos 20º de temperatura, la zona emergida la visitamos en bañador y manga corta, pero se pasa calor y se suda mucho. Sin embargo, el recorrido está tapizado de "gourgs" de agua cristalina dónde han dejado cazos para beber agua.

Hidratándonos en los Gourgs, estamos en una de las salas de menor interés de la cueva y sin embargo fijaros lo que tenemos encima de nuestras cabezas.


Las sorpresas y excepcionalidades de esta cueva no tardan en llegar. La cueva está cosida a formaciones, da igual a dónde vayas, que te las encuentras por todos sitios y a cientos. Esta sobreabundancia de espeleotemas y la rareza y excepcionalidad de algunos de ellos, convierten a la Vallgornera en una de las cuevas más bonitas de Europa. Aquí todos los sitios son un espectáculo que no dejan de sorprenderte.


Aquí todo es muy raro y bonito


Fijaros en la siguiente fotografía (si pincháis encima podéis ampliarla), en la parte inferior derecha se han formado unos filos hilos de calcita espectáculares. ¿Cómo habrá podido formar esto la naturaleza?. Son tan frágiles que se mueven con nuestra respiración. Ahora nos explicamos el grado de proteccción de esta cueva, además de la excepcionalidad y abundancia de espeleotemas que tiene, aquí todo es tan frágil que si no se protegiera se degradaría en pocos días, sólo basta con rozar a las formaciones para arrasarlas de por vida.


Es tal el cuidado que ponemos en la visita, que si quisiéramos cagar nos tendriamos que llevar nuestras necesidades en un bidón, sólo meamos en puntos muy concretos, la comida la hacemos en una sala que han destinado para eso y ponemos mucho cuidado en recoger las migas que se nos caen ya que enseguida son colonizadas por bacterias. Se trata, en definitiva, de intentar dejar intacta la cueva, tal y como nos la encontramos.


Tal vez el punto fuerte de la visita sea la zona de los grandes platos, unas formaciones preciosas que son muy abundantes en una galeria de la cueva y en las que pasamos un buen rato haciendo fotografias con nuestros compañeros de Mallorca.





Y otra de las cosas a destacar de esta cueva, son las Helictitas, estalactitas excéntricas muy finas que parecen pelos y que se retuercen sobre sí mismas desafiando a la gravedad. Es una formación muy rara y dificil de encontrar pero en Vallgornera las hay a cientos y por todas partes, alguna de ellas muy espectáculares.

Helictitas, una formación muy rara de encontrar


El recorrido del resto de la cueva nos sigue deparando rincones memorables. Cuando creemos que ya lo hemos visto todo, vas a la siguiente sala o galeria y te encuentras formaciones como las de las dos siguientes fotos:



Y lo dicho, las Helictitas abundan por todas partes. Fijaros como se retuerce y desafía a la gravedad la helictita de la siguiente foto:


Tras nueve horas haciendo malabarismos y funambulismos para no romper formaciones por las interminables salas de la Vallgornera, salimos al exterior tras atravesar de nuevo el Lago Gemma.


Esta cueva es increible, no tengo palabras para definirla por que supera con creces todo lo que he visto y he hecho hasta ahora. Dar las gracias a Manolo Luque por su amabilidad, por haber sido nuestro guía en la Vallgornera y por habernos dado la oportunidad de vivir esta experiencia. Y también a Xisco, nuestro compañero mallorquín en la Vallgornera, que ha cedido parte de este reportaje fotográfico para que lo pudiese publicar en este blog (si pincháis encima de las fotos, las podéis ampliar y ver en mejor resolución).