lunes, 22 de noviembre de 2010

URBASA II. EL MUNDO SUBTERRANEO

Como habreis podido deducir en la anterior entrada, el potencial kárstico de la Sierra de Urbasa, con unas 200 cuevas y simas inventariadas, es bastante importante por lo que el día siguiente lo dedicamos a otro de los objetivos del viaje: la espeleología.
Con estas intenciones, el viernes por la mañana estamos circulando por la pista del Monte de las Limitaciones, eso sí, una vez obtenidos los permisos pertinentes (hacer espeleo en esta zona y circular por las pistas forestales sin permiso está multado con 600 uracos, y pudimos comprobar que vigilan continuamente el monte). Flipamos en colores con las decenas de dolinas que hay a ambos lados de la pista, nunca había visto un paraje igual.
Tras dar varias vueltas por las pistas forestales por fin aparcamos el coche. En el exterior hace un frio de cojones, apenas un grado centrigrado que invita poco a salir del coche pero por lo menos no llueve. Con la motivación por las nubes, nos cambiamos rapidamente y vamos a por el primer objetivo del día: la Cueva de los Cristinos.

La Cueva de los Cristinos es uno de los principales atractivos de la Sierra de Urbasa. La boca de entrada está en medio del bosque, en el fondo de una dolina semioculta por la vegetación. Antes de entrar ya nos percatamos que vamos a hacer una cueva diferente de la que estamos acostumbrados.
A la fuerte karstifación que tiene la roca en esta zona se le une una importante cobertura vegetal en superficie (casi todo está cubierto por hojas y por el bosque). Esto hace que el agua que se infiltra en el subsuelo tenga un grado de acidez muy alto lo que favore la formación de procesos reconstructivos dentro de las cavidades que en algunos casos, como éste de los Cristinos, son notables.
Para entrar a la cueva tenemos que bajar unas escaleras de piedra muy empinadas y resbaladizas, tanto que si no estuvieran sería un paso muy expuesto que obligaria al uso de cuerdas. No nos tiene que sorprender la existencia de estas escaleras, la cueva fue refugio para los rebeldes carlistas en el S.XIX y la fama de esta cueva hace que periodicamente haya grupos guiados por los guardas del parque que visitan el interior de la cavidad. No obstante, no es una cueva turística y para su visita hace falta llevar el material adecuado.


El interior lo compone una sala de grandes dimensiones que tiene un lago de aguas cristalinas en su parte inferior. Lo excepcional de esta sala es la notable profusión de espeleotemas que tiene, debido a las causas que he mencionado anteriormente. Si eres espeleólogo y te gusta la fotografía, esta cueva es idónea para sacar buenas fotografías. Os dejo algunos ejemplos de los tesoros que esconde su interior.




El segundo objetivo del día es la Cueva de Inoriturri, de la que también tenemos permiso. Esta cueva es bastante jodida de encontrar y eso que está muy cerca de una pista forestal que tendremos que recorrer para aproximarnos a ella.
La boca de entrada se encuentra en la pared rocosa del fondo de una dolina, totalmente oculta por la espesura de la masa forestal y las hojas que hay en el suelo. Sin que sirva de precedente, la encontramos a la primera. Una vez localizada no podemos ocultar la sonrisa de oreja a oreja que nos recorre la cara por el sitio tan guapo en el que está esta cueva.


La cueva tiene dos niveles. El superior es un sala de dimensiones medias bastante ancha y carente de formaciones. El final de sala tiene un caos de roca por el que deberemos encontrar un pequeño paso que nos lleva al piso inferior en el que nos encontramos una sala de dimensiones notables, tanto que con nuestras frontales no somos capaces de alumbrar hasta el final de la misma.
En uno de los lados sale una galeria bastante grande que en su parte inicial está decorada con bastantes espeleotemas y numerosas estalactitas que cuelgan del techo. De nuevo, la fuerte cobertura vegetal que hay en la superficie ha favorecido la profusión de estos procesos reconstructivos.




Pero lo mejor de la cueva, bastante más grande de lo que pensabamos, está por llegar. La joya de esta cavidad son unos gourgs fosilizados de grandes dimensiones que hay al final de la sala principal. Nunca había visto estas formaciones asi que a disfrutar de nuevo con el sitio.



Entre encontrar las cuevas, el desplazamiento en coche que hay entre ellas y el tiempo que hemos permanecido en ellas tirando decenas de fotografías (y eso que tuve un olvido con el material fotográfico que limitó mucho la realización del reportaje) se nos han hecho las tantas. Tras comer algo y tomar algo caliente en Zudaire, nos vamos a por el siguiente y ultimo objetivo del día: la Cueva Basaura.
Son casi las 5 de la tarde cuando dejamos el coche en el aparcamiento de la cueva, una hora bastante mala para entrar en una cavidad de 6km de desarrollo y encima sigue haciendo frio y ha empezado a chispear. Estamos perezosos y dudamos de entrar, de hecho ya la visitamos el año pasado y no nos importa dejarla para otra ocasión, pero ya que estamos ahí por lo menos llegaremos hasta el nivel activo del que nos daremos la vuelta por prudencia.


Para ir a la Basaura no hace falta pedir permiso. Sin embargo, se encuentra dentro de una zona períferica de protección que en breves será Parque Natural por lo que imaginamos que pronto estará sujeta a restricciones.
La Basaura es la cavidad más importante de Urbasa tanto por sus dimensiones como su desarrollo. A diferencia de las otras cavidades que hemos visitado este día, es una cavidad carente de formaciones con dos pisos o niveles, uno superior y vadoso y otro inferior y freático. Su interior, de grandes dimensiones, da la sensación de estar en dentro de la boca de un metro aunque para llegar a esta zona hace falta arrastrarse un rato.

En la visita anterior no recordaba que estuviese tan alterada la cueva. La primera parte está llena de pintadas, bastante carburo en el suelo y hasta encontramos una lata de cerveza que un cerdo había tirado al suelo (si por lo menos hubiera estado llena, me la hubiera bebido de trago). Al otro lado del laminador la cosa mejora pero no está para echar cohetes.
No forzamos la máquina por las horas que son y un poco antes de llegar al nivel freático nos damos la vuelta. A la salida se ha hecho de noche y tenemos la suerte de admirar el espectáculo de los murcielagos saliendo al exterior desde sus refugios cavernícolas.

El sábado estaban previstas más actividades pero amanece diluviando en Estella por lo que, ante los partes meteorológicos tan desastrosos que tenemos anunciados, decidimos adelantar la vuelta a Zaragoza. En definitiva unos días muy intensos que aprovechamos y disfrutamos al máximo. Seguro que volveremos a Urbasa, nos han quedado muchas actividades por hacer.

domingo, 21 de noviembre de 2010

URBASA I. EL NACIMIENTO DEL RIO URREDERA

Esta semana nos hemos pillado unas más que merecidas vacaciones y nos hemos marchado a la España húmeda y verde para disfrutar todo lo que nos ha dejado la meteo de unos días de actividad.
Todos los años para estas fechas nos damos un homenaje otoñal de bosques y colores en alguno de los hayedos del Pirineo. Este año aún no lo habíamos hecho asi que decidimos cambiar de los lugares habituales y marchar a la Sierra de Urbasa (Navarra) para disfrutar de los colores otoñales y asi conocer nuevos sitios fuera de los Pirineos.
La premisa de estas excursiones consiste simple y llanamente en hacer rutas por algun hayedo inmenso, disfrutar del recorrido sin ninguna prisa y prenderle fuego a la tarjeta de memoria de la cámara de fotos. Da igual la longitud del recorrido y el destino, el objetivo es disfrutar de los colores que ofrecen estos bosques en otoño.
La Sierra de Urbasa cumple todos los requisitos que nos marcamos en estas excursiones, con grandes hayedos y rutas sencillas en las que deleitarnos los sentidos. Como toma de contacto con la sierra, elegimos el primer día la excursión más famosa que va hasta el nacimiento del río Urredera.
Esta vez la estación está muy avanzada por lo que nos encontramos caidas gran parte de las hojas de los árboles. Este año el otoño no está siendo muy propicio para los colores y la Sierra de Urbasa no ha escapado a este fenómeno. Aun asi, el bosque es de ensueño y nos regala bellas estampas otoñales.


La ruta que va al nacimiento del río Urredera es una excursión muy sencillita y prácticamente llana. Discurre por dentro de un gran hayedo y va en busca de unos paredones, denominados como Balcón de Pilates, que es de donde surge el río Urredera. Mientras tanto, el camino pasa por rincones honíricos.


Conforme nos acercamos al Balcón de Pilates el agua cobra protagonismo en forma de rápidos y abundantes cascadas. Vamos que por aquí baja un mangazo de agua de narices.

Alguna de las cascadas son bastante grandes y llevan un caudal más que notable.


Y otras, ubicadas en medio del bosque de hayas, nos regalan más estampas otoñales.

La excursión acaba en en el paredón conocido como el Balcón de Pilates de donde surge con fuerza de entre las rocas el río Urredera. Con un caudal medio de 4.500 litros por segundo, este nacimiento es un fenómeno kárstico de primer orden y el principal acuifero de la Sierra de Urbasa. En la siguiente foto podéis ver una de las surgencias del Urredera, a mi me recordó mucho a los "Guells de Joeu" del Valle de Arán.

Si el bosque y el agua son los verdaderos protagonistas de esta excursión, no menos sorprendente es el sustrato rocoso sobre el que se asientan. Toda la roca de esta zona está fuertemente karstificada y si nos fijamos bien, entre el bosque y bajo el manto de hojas, podremos observar numerosos fenómenos kársticos.

Muros de piedra karstificados que en medio de un paisaje de bosques y hojas le confieren un aspecto mágico.
Y para nosotros la guinda de la excursión. Observad en esta foto los enormes gourgs sobre los que discurre el río Urredera.

Nuestra primera toma de contacto con la sierra ha sido más que gratificante y hemos disfrutado un montón de esta excursión, para nosotros totalmente recomendable. Sin embargo no os lleveis a engaño con este sitio. Los grandes aparcamientos que había a la entrada del pueblo y el hecho de que práctimente todo el camino estaba protegido por vallas y alambradas (lo podéis ver en las fotos), nos hace pensar que esta excursión debe ser el Ordesa de los navarros, un bello paraje natural fuertemente masificado por el turismo. Nosotros, al ir entre semana, estuvimos completamente solos pero me da a mi que esos aparcamientos que vimos no tienen que estar vacios los fines de semana y en temporada alta......
Continuará.........

lunes, 15 de noviembre de 2010

TERUEL EXISTE. HUESA DEL COMUN

No estaba previsto salir a trepar este domingo pero un cambio inesperado en los planes me lleva de nuevo-y ya van cuatro salidas encadenadas en estas ultimas cuatro semanas-a la roca. Para cambiar de tipo de roca y de estilo de escalada, marchamos a Huesa del Común, una escuela que me inoptiza cada vez que voy.

Las placas fisuradas de la "Daniel Maz"

Huesa del Común es una pequeña localidad de la provincia de Teruel perteneciente a la Comarca de las Cuencas Mineras. Cuando desde Zaragoza atravesamos por la carretera las interminables rectas del paisaje desértico y estépario del Campo de Belchite, poco nos hace presagiar que pocos kilómetros después vayamos a encontrar roca dónde poder escalar.
Y es que hasta que no estamos a unos dos kilómetros aproximados del pueblo, no podremos observar el increible paraje dónde se ubica esta pequeña escuela. Huesa del Común es un lugar recóndito en medio de la nada pero que esconde una pequeña joya para la escalada.
Si hay algo de lo que nos podamos sentir orgullosos en Aragón es de su impresionante y abundante patrimonio vertical. Tenemos roca y tapia para aburrir pero si de algo carecemos, y mucho, es de fisuras dónde poder escalar. A falta de granito, sólo existente en unos pocos sitios de la alta montaña pirenaica y por lo tanto suceptible de ser escalado unos pocos días al año, es muy dificil encontrar fisuras escalables en Aragón.
Huesa del Común es uno de esos pocos sitios en dónde podremos practicar este tipo de escalada tan extraña para los aragoneses. En las paredes del cañón que forma el río Aguas Vivas a su paso por la localidad, hay unas placas de caliza de excelente calidad atravesadas por multitud de fisuras que parecen trazadas con tiralineas. Es este sector de la escuela, conocido como "Daniel Maz", el que hace interesante este paraje.


Fisuras trazadas con tiralíneas y excelente roca y equipamiento para disfrutar de la escalada

Esta escuela ha experimentado un fuerte impulso en los ultimos años. Además del equipamiento
de numerosas vías, ha salido a la luz la publicación de una guía por lo que ya no tendremos que acercanos al bar del pueblo para conseguir una fotocopia de las reseñas existentes hasta ese momento, tal y como hacíamos hace unos años cuando veníamos a escalar a este sitio.
Además el equipamiento de dos vías ferratas ha favorecido la visita de los montañeros y ha hecho más popular esta escuela. Son dos ferratas muy sencillicas ideales para inciarte en este tipo de itinerarios.

Terminando una de las ferratas

La provincia de Teruel esconde increibles parajes naturales que son desconocidos para el gran público montañero. Huesa del Común es uno de ellos y por eso he querido reseñarlo en esta entrada de mi blog. Animaros a conocer este sitio, seguro que nos os defraudará.


El castillo y la localidad de Huesa del Común

domingo, 7 de noviembre de 2010

RIGLOS OTOÑAL


"EDIL" A LA AGUJA ROJA.


La Aguja Roja, reina de los Mallos Pequeños.

Una nueva salida a la roca y ya van dos en apenas una semana, parece que otra vez hemos vuelto a recuperar la motivación por la escalada. Este sábado tocaba ir a Riglos, esta vez con el "Chacho" como compañero de cordada.
Para esta jornada de escalada otoñal nos decantamos por una actividad de media jornada en la Aguja Roja. Sabemos perfectamente lo que significa escalar en Riglos y lo mal que se puede pasar si te pilla desentrenado y vas mal de coco, asi que nada de ir a saco y a buscar una ruta asequible en los mallos pequeños.


Trazado aproximado de la vía desde la cima del Cored.


Con sus 130 metros aproximados de altura, la Aguja Roja Roja es la reina indicustible de los Mallos Pequeños, el mallo más vertical, estético e individualizado de este sector de Riglos, por lo que su escalada siempre es una actividad apetecible.
Para subirnos a su cima elegimos la "Edil", una vía muy bonita, con grado asequible y de trazado muy vertical, que surca de forma muy ingeniosa un sistema de diedros y chimeneas de la cara oeste del mallo. La vía fue abierta por Rabadá y Cintero en 1957, asi que además de escalar una ruta preciosa nos llevaremos al bolsillo una "vía Rabadá".


David terminando el primer largo y ya con este "patio".


A esta vía le tengo un cariño especial. La escalé hace unos cuantos años y es especial por que fue mi primera vía en Riglos y mi primera vía de largos. En aquella ocasión mi experiencia en la escalada era más que limitada, por supuesto no abrí ni un solo largo, con subir de segundo y no pasar mucho miedo tenía más que suficiente.

Saliendo a la reunión desde la chimeneas rigleras.


Este sábado escalé la vía de una forma muy diferente y la disfruté mucho más. La vía está perfectamente equipada con parabolts pero no hay que olvidarse de que estamos en Riglos y que en ocasiones los seguros alejarán bastante. Como casi siempre que escalamos en Riglos, el "coco" será casi más importante que nuestra técnica, ya que escalar con "patio" (sensación de vacio) con los seguros alejados y con una roca peculiar que sólo encontramos en esta zona, son unas sensaciones que hacen de esta escuela única e irrepetible.


La foto de cima que no podía faltar


Este finde había mucha gente en Riglos y esto implica masificación en las vías más asequibles, entre las que se encontraba la nuestra. Nos tocó esperar a pie de vía y compartir las reuniones con otras cordadas, los rapeles por la vía normal fueron emocionantes con tanta gente bajando a la vez por la pared, esto nos hizo perder bastante tiempo pero por contra nos regaló una puesta de sol otoñal de postal sobre los mallos principales.
A ver si ahora que hemos vuelto a empezar, continuamos la marchica y no dejamos de lado la roca......

El Pisón iluminado por la puesta de sol otoñal