lunes, 11 de marzo de 2013

CRONICA DE LA VII CARRERA DEL EBRO


SEGUIMOS PROGRESANDO 


Ayer, cuando crucé el arco de la meta de la VII Carrera del Ebro, las sensaciones eran negativas. Estaba completamente desfondado, los ultimos 5 kilómetros habían sido a remolque y había pagado las consecuencias de los errores cometidos durante la carrera. La verdad es que llegué muy cansado.
Hoy, más descansado física (aún llevo cargadas las piernas) y psicológicamente, las sensaciones son completamente diferentes. Ayer acabé una trail de 30 km y 500metros de desnivel positivo que me he preparado en tan sólo 2 meses, que coinciden con los meses de peor meteorología y los más cortos del año, lo que se traduce en pocas horas de luz para entrenar por las tardes. Y mirando los resultados de la carrera, he realizado un tiempo de 02:36:06, que es el puesto 283 de los 742 de la clasificación general absoluta masculina, unos números para estar más que satisfecho con los resultados obtenidos. Esta es mi crónica de la carrera:

CRONICA DE LA VII CARRERA DEL EBRO

El 10 de marzo era la primera cita de este 2013. Como todos los meses de marzo, llegaba la Carrera del Ebro, cuyo trazado discurre en parte por los Acantilados y los Galachos de Juslibol, que como muchos de vosotros sabéis, es el sitio dónde entreno con frecuencia entre semana. Vamos que es una cita ineludible para mi y que procuro no perderme. Esta era la tercera vez que corría la Carrera del Ebro.
Este año la organización había preparado novedades. La carrera constaba de versiones, un recorrido corto de 14km y una versión TRAIL de 30km y 500 metros de desnivel positivo acumulado. En mi caso, la elección estaba clara, este año me tocaba correr a primeros de marzo una TRAIL, casi nada.

Perfil rompepiernas de la versión Ultra de la Carrera del Ebro.


Consciente del poco tiempo que había tenido para prepararla, de los meses que he tenido para entrenar que han sido los más cortos del año y con menos luz para entrenar por las tardes, y de las condiciones meteorológicas tan desfavorables que hemos tenido durante este tiempo, mi principal objetivo pasaba únicamente por terminar la carrera. 
 A las 09:00 de la mañana saliamos los corredores de la TRAIL con un tiempo soleado y temperaturas más bien altas,  y más teniendo en cuenta que durante toda la semana los partes nos daban lluvia y cierzo para el día de la carrera. Salgo de los ultimos para ir pillando el ritmo de la carrera. A partir del km.3 me veo lo suficientemente fino como para entrar de verdad en la carrera y comienzo a adelantar a corredores.
Los 12 primeros kilómetros son cuesta arriba aunque son subidas suaves alternadas con algunas bajadas. Este tramo no se me hace especialmente duro y lo completo a una media ligeramente inferior de los 5min/km que me permite adelantar a muchos corredores. Este fue mi  primer error de la carrera, hacer este tramo a semejante ritmo.

El momento de la salida.


Una vez alcanzada la cota máxima del recorrido, viene una bajada empinada y muy pronunciada, un tramo que se me antojó muy guapo. He leido por ahí que este tramo se denomina el Barranco de los Lecheros. El descenso es exigente y técnico ya que el camino es muy irregular y tiene rieras. Yo me desenvuelvo perfectamente en este terreno asi que hice el descenso a muerte, prefería dejar atrás a otros corredores y descender más o menos en solitario este tramo tan peligroso; de hecho, delante mío vi como un corredor se torció el pie y tuvo que abandonar. 
Tras este tramo vino el segundo avituallamiento, más o menos hacia el km. 16. Este avituallamiento era clave, ya que precedía al tramo más exigente del recorrido. Segundo error, no beber lo suficiente, tan sólo me refresco y bebo un par de tragos de bebida isotónica, y esto lo pagaría muy caro varios kilómetros después.

 En  pleno esfuerzo y dándolo todo en las subidas (soy el del pañuelo azul en la cabeza de la parte derecha de la foto).


Todo el desnivel perdido en la bajada anterior, lo recuperamos de nuevo en los siguientes 4km, especialmente entre los km. 17-19. A diferencia del primer tramo de la carrera, ahora las cuestas son muy exigentes, terreno de montaña puro y duro. Este año he trabajado mucho las cuestas, por lo que consigo hacer este tramo enteramente corriendo, a diferencia de la mayoria de los corredores que tienen que subir andando. Todo va como la seda, pero a partir del km.20 me entra un pájara  como consecuencia de los ritmos tan intensos que he llevado en el primer tramo de la carrera, del calor que está haciendo y de lo poco que he bebido, sobretodo esto ultimo. Me quedo clavado literalmente y aun me quedan unos 2,5km cuesta arriba. Los corredores de mi alrededor tampoco van mejor que yo, muchos se echan a andar en las siguientes cuestas, menuda sangria. Yo, a pesar del desfallecimiento, decido no reblar y subo todas las cuestas corriendo, despacio, pero corriendo.

 Cuestas y terreno de montaña en la versión Trail de la VII Carrera del Ebro (foto cedida por Celedonio García).



Por fin llega el ansiado avituallamiento del km.24. Esta vez si que me paro y me hidrato en condiciones, algo que debería haber realizado en los avituallamientos anteriores, ahora el daño ya está hecho y me tocará sufrir las consecuencias en los kilómetros siguientes. Salimos del polígono militar y entramos en mi territorio de entrenamiento, me conozco al dedillo estas sendas y esto siempre es una garantía. Tras alcanzar el alto de las zetas, descenso hasta el Camino del Galacho y 4,5km totalmente llanos y paralelos al Ebro hasta llegar a la meta. Este tramo fue agónico, al coincidir con los corredores de la prueba de 14km, que van más frescos que nosotros,  me adelanta mucha gente y esto siempre es una sensación negativa que hace que te claves más y más, sobretodo cuando vas tan cansado. Pongo el modo de supervivencia e intento superar como puedo estos ultimos kilómetros, en realidad esto me va a servir como entrenamiento, hay que saber sufrir y superar este tipo de situaciones, por que surgen muy a menudo,  sobretodo cuando decides enfrentarte con pruebas de ULTRA TRAIL.


A pleno rendimiento en el km 25.


La VII Carrera del Ebro me la he planteado como un entrenamiento, no como un objetivo. Independientemente de la crono realizada y de la clasificación obtenido, que esto siempre me trae sin cuidado, lo importante es que terminado una carrera de estas características con tan solo 2 meses reales de entrenamiento y que ya  estoy con este estado de forma a primeros de marzo. Ahora toca entrenar de verdad y prepararse para los  verdaderos objetivos que me he planteado para este 2013.
Por ultimo dar gracias a la organización por preparar esta cita deportiva que ya se ha consolidado como una de las mejores carreras de larga distancia que se celebran en Aragón. Los 2000 participantes inscritos avalan el éxito de esta carrera, mi más sincera enhorabuena.

martes, 5 de marzo de 2013

PICO MONDINERO Y PEÑA DE SAN COSME.



DE RUTA FOTOGENICA POR LA SIERRA DE GUARA 


 El Barranco de la Predicadera, en lo más recóndito de la Sierra de Guara.


A una semana justa para la Carrera del Ebro, estaba claro que el planteamiento de este finde necesariamente tenía que ser tranquilo y conservador. La semana antes de una gran carrera tiene que ser de descarga con el fin de llegar con los depósitos cargados y a tope de energía para el esfuerzo a realizar el próximo domingo.
Pero tan malo como el exceso de entrenamiento es parar del todo, asi que el finde me planteo ir a la Sierra de Guara a hacer algo tranquilo y estirar las piernas. Me busco una cumbre desconocida que se hace poco o muy poco, el MONDINERO,  pero sobretodo la elijo por que sé que es dificil de correr y asi no caeré en la tentanción. Aun así, me conozco de sobras, y para asegurarme de que no voy a hacer el burro, dejo mis zapatillas de trail en casa, de esta manera, con las botas de montaña, me aseguro que será un día tranquilo y sin grandes esfuerzos. Al final, saldrá un día más largo de lo deseado.........
Como he oido que en la Tejería los del SEPRONA están multando ultimamente por aparcar alli el coche, decido salir desde la presa del embalse de Vadiello. Por aquí es más largo pero me aseguro de que no me multan mientras se aclara este tema con el dueño de la finca.


 Los Mallos de Ligüerri desde el Embalse de Vadiello.



Desde Vadiello pillo la pista forestal que lleva a las Ermitas de San Cosme y San Damián. Aquí ya comienza el espectáculo, con unas vistas magníficas de los Mallos de Ligüerri y del Pico Borón y sus crestas. En mi opinión, éste es paraje de la Sierra de Guara que no está lo suficientemente divulgado y sin embargo es de lo más bonito y espectácular que hay en la sierra.



 Preciosa estampa del Pico Borón y sus crestas.


Enseguida llegaremos al Esconjuradero que marca el desvío de la pista principal a una sendeta descendente que nos lleva al fondo del valle de las Ermitas de San Cosme y San Damián. No hay mal que por bien no venga, aparcar hoy en Vadiello me va a permitir conocer por primera vez este sitio, uno de los santuarios rupestres más importantes del Alto Aragón, cerrado al público por los dueños de la finca dónde se ubica.


 La Ermita de San Cosme y San Damián.


Desde las Ermitas, pillaremos una nueva pista forestal ascendente que lleva directamente hasta la Tejería. Conforme ganemos de nuevo altura, tendremos una visión magnífica del valle de las ermitas custodiado desde lo alto por el Huevo de San Cosme y la Peña de San Cosme, que al final del día la ascendería, aunque en ese momento aún no lo sabía. La verdad es que la fama que tiene este paraje de la Sierra de Guara es totalmente merecida.


 El Valle de las Ermitas y la Peña de San Cosme en la parte superior.


La pista pasa por varias ermitas y por la Fuen Santa, un curioso maniantal de agua rica y fresquita que está habilitado para comer y descansar, supongo que será utilizado cuando se hagan las romerias. Alguna de estas ermitas están emplazadas en auténticos nidos de aguila y si no fijaros en la siguiente foto:




Un poco más arriba veremos un cartel que nos desvía hacia la Ermita de la Fabana. Justo en este desvio sale una pista poco definida que tendremos que tomar (no confundir con la Ermita de la Fabana) y que nos pondrá delante de nuestro objetivo, el Mondinero, y su vía de ascenso.


 Vistas del itinerario de ascenso al Pico Mondinero.

El paisaje vertical continua. A partir de ahora la Predicadera, un conjunto de paredes, espolones y barrancos de conglomerado, será la protagonista. A pesar de estar en un sitio poco conocido de la Sierra de Guara, hoy no estoy solo, ya que hay varias cordadas de escaladores que están disfrutando de sus vías de invierno. A ver cuando me decido a volverme a poner los gatos y vengo a trepar a  este sitio.


 La Predicadera, una excelente pared para escalar en invierno.


Desde la pista nos tendremos que fijar en el gran bolo desprendido que hay en en el inicio de la ladera que sube al Mondinero. Este bolo, conocido como la Pita, será el faro que nos marcará la vía de ascenso a este poco. A partir de este punto, una senda, poco marcada en ocasiones, sube de forma muy pronunciada a traves de un sistema de canchales y gleras. Buf, qué subida más incómoda, puede que sea una de las más duras que he realizado en la Sierra de Guara.
Por suerte el fuerte desnivel de este tramo se salva en poco tiempo. Y mientras subimos, podremos disfrutar de un magnífico telón de fondo de paredes, montañas y barrancos, todo ello custodiado por la sombra del Tozal de Guara.

 Vistas de los contrafuertes de la Predicadera (al fondo el Embalse de Calcón o de Guara).


En la parte alta de la ascensión no soy capaz de seguir la senda y esto me hace perder algo de tiempo pero en unas 2h15min aproximadas desde que salí del coche alcanzo la cumbre del Mondinero (1.467m).

 Cima del Pico Mondinero (al fondo el Tozal de Guara nevado).


Aquí arriba estoy de lujo, la temperatura es muy buena, no hace nada de aire y disfruto de unas vistas inusales de paisajes para mi conocidos.Mientras me pego un señor almuerzo empiezo a barrer todo el horizonte mientras mi cabeza, ayudada de un plano topográfico, asimila a marchas forzadas todo lo me muestra hoy el paisaje.


 El tajo de las Gargantas de la Fabana.


A destacar las vistas que se tienen del Fragineto y de la Cresta de la Ronera y sobretodo del Tozal de Guara, desde dónde es perfectamente visible toda la ruta de ascenso por la vertiente sur de esta montaña, utilizando la larga ruta de las Gargantas de la Fabana, el Barranco de los Valles y el collado de Petreñales. Es más, desde aquí arriba me di cuenta de las enormes dimensiones de esta vertiente de la montaña y me hizo recordar lo vivido hace menos de un año en esta vertiente cuando bajaba de mi segundo ascenso en el día  al Tozal del Guara (ver reseña de la actividad pinchando aquí).



 El Barranco de los Valles y el Collado de Petreñales, una de las rutas de ascenso al Tozal de Guara por su cara sur.

 El Pico Fragineto y la Cresta de la Ronera.


Se está muy bien aquí arriba pero tengo que iniciar el descenso. No había preparado ascender al Mondinero desde Vadiello, pero al subir por la pista de San Cosme y San Damián, he visto que estaba el desvio de la senda que lleva al mirador del Huevo de Vadiello y a la Peña San Cosme, asi que en la cima del Mondinero y con la tripa llena decido que ya que paso por al lado, la Peña San Cosme será el siguiente objetivo del día.


 La Peña de San Cosme domina las Ermitas de San Cosme y San Damian.

La Peña de San Cosme domina desde arriba el espectacular paisaje vertical del Valle de las Ermitas de San Cosme y San Damian. Y a diferencia del Mondinero, ésta sí que es una cumbre conocida de la Sierra de Guara. 
La ruta de ascenso, una vez abandonemos la pista forestal, es cuanto menos "entretenida". Tras pasar por un bonito bosque, nos situaremos la base de la pirámide cimera, que tendremos que bordear por una faja aérea que está colgada en el vacio unos 200 metros por encima de las Ermitas. Este paraje, conocido como el  Paso Nartesa, es el paso clave de esta ascensión. En realidad, el paso de la faja es muy sencillo y además está protegido con un pasamanos, muy útil justo al final a la altura de un gran arbusto, ya que tendremos que hacer uso de la cuerda para pasar con seguridad por este tramo de roca más descompuesta. La faja es muy aérea, de hecho estamos a 200 metros por encima de las ermitas, pero lo dicho, es sencilla y se pasa sin problemas.


 La faja aérea del Paso Nartesa.

 El tramo equipado y más delicado del Paso Nartesa.


Para mi lo más delicado de esta ascensión viene después del Paso Nartesa. Para coronar la cumbre, tendremos que realizar unas cuantas trepadas más, esta vez sin la protección de una cuerda, sobre una pared tumbada de conglomerado en la que hay bastante gravilla suelta. Las trepadas no son para nada dificiles pero es un terreno en el que no podemos cometer ni un sólo error, asi que este tramo nos tendrá lo suficientemente entretenidos como para no bajar la guardia en nigún momento. Este tramo mojado tiene que ser adrenalítico.


 Terreno muy aéreo, errores cero.


La cumbre de la Peña San Cosme nos recibe con un paisaje magnífico y vertical del entorno de Vadiello. Aquí son todo mallos, agujas, paredes y barrancos, que sitio tan increible y fotogénico, es de lo mejorcico que hay en la Sierra de Guara.


 Cima de la Peña San Cosme.

Pero el verdadero protagonista de esta cumbre es el Huevo de San Cosme, una cumbre que está unos cuantos metros por debajo de nosotros y que casi podremos tocar con las manos. Este vertical e inaccesible mallo de conglomerado, fue ascendido por primera vez en abril de 1951 por  Casas y Cabrero, escaladores oscenses de Peña Guara.


 El Huevo de San Cosme visto desde la cima.


Desde entonces este dificil y vertical  mallo ha recibido muy pocas repeticiones. De hecho, me atrevería a decir que es la cumbre de la Sierra de Guara que menos veces ha sido ascendida. Si os fijáis bien, en la cumbre de la Peña de San Cosme podréis ver el mojón cimero del Huevo de San Cosme. Yo personalmente, tengo que reconocer que  miraba con mucha envidia ese mojón........



Mojón cimero del Huevo de San Cosme.

  
Con la Peña de San Cosme doy por finalizada la excursión de este día que al final ha sido más largo de lo que me hubiera gustado. Como recompensa, paradica en la panaderia de Loporzano para aprovisionarme de su deliciosa torta de manzana y de los panes de 1kg que duran toda una semana sin ponerse duros.
Y ahora sí, la próxima parada será este domingo con la VII CARRERA DEL EBRO, a ver qué tal se nos da............