lunes, 1 de agosto de 2011

GORGOL+PIRINEOS SUR+GARGANTA DE ESCARRILLA

Para este finde pasado, Marta y yo marchamos al Valle de Tena. Habíamos comprado entradas para el Pirineo Sur pero, dado que estamos en plena temporada barranquista, decidimos aprovechar el resto del fin se semana haciendo barrancos. A ultima hora se nos unen Paco y Bea, la verdad es que ultimamente estamos muy bien acompañados en nuestras salidas barranquistas.
Este finde no va a haber estrés. Madrugamos poco, salimos tarde desde Zaragoza, acampamos a media mañana en el valle y con la calma, vamos a Piedrafita de Jaca, que hemos quedado a la 13:00 con Paco y Bea. Tras almorzar algo, llegamos sobre las 14:00 al aparcamiento del Gorgol, que es el objetivo que tenemos fijado en el día.

Como el barranco se hace en unas 2h, con aproximación y retorno incluidas, podemos permitirnos el lujo de entrar tan tarde. Lo malo es que nos perderemos el juego de luces y sombras que hay en este barranco en las horas centrales del día pero por contra, evitaremos a los grupos guiados y a las aglomeraciones que se forman en este sitio. El Gorgol está considerado el descenso estrella del Valle de Tena, lo que unido a su horario y dificultad media hace que esté muy masificado en verano.
Pero nosotros estamos empeñados en alargar el horario y, tras un despiste en un cruce de caminos en el Bosque del Betato, a lo que nos hemos dado cuenta hemos subido más de lo previsto y nos toca descender un montón. En total, la aproximación nos cuesta una hora, el doble de lo que marcan las guías.

Este barranco sólo tiene 300 metros de longitud pero la estética del mismo compensa su escasa longitud. No hay ni un sólo rincón del descenso que tenga desperdicio y además, en todo momento estaremos entretenidos haciendo saltos, bajando toboganes o descendiendo con la cuerda.
Debido a las horas a las que hemos entrado, hacemos el descenso completamente solos, todo un lujo en un barranco tan masificado como éste, lo que nos permite disfrutar aún más de los rincones más bonitos que tiene. Cuando estás en este sitio, entiendes por qué es tan famoso este barranco.
A destacar el ultimo rapel, una tirada de cuerda de 18 metros semivolados que va al lado de una impresionante cascada. Superbien equipado, un pasamanos te permite instalar la cuerda y desplazarla de la base de la cascada, muy problemática cuando el barranco va cargado de agua.
En una hora y media, y tras entretenernos en el ultimo tobogán y hacer millones de fotos, salimos del barranco con la sensación de haber saboreado un pequeño pero intenso bocado. Y es que "lo bueno, si breve, dos veces bueno".


Tras ducharnos en el camping y cenar de tapeo en Escarrilla, Marta y yo marchamos a Lanuza al encuentro de unas amigas. Paco y Bea marchan a Jaca ya que no tienen entradas, a nosotros nos espera una larga noche de disfrute y diversión.

El Pirineos Sur es el festival de musicas del mundo más importe que se organiza en Europa. Todos los años, durante el mes de julio, numerosas bandas tocan en el escenario flotante del Embalse de Lanuza que monta la organización. Asi, a la calidad de los grupos que vienen, se une el impresionante escenario natural dónde se realizan las actuaciones.

Nosotros hemos comprado entradas para Ojos de Brujo , el concierto estrella de este festival, que además era su concierto de despedida por que se van a disolver, otro motivo más para no perderse este evento. La juerga se prolongó hasta altas horas de la noche, mientras disfrutábamos en el auditorio de Lanuza de los ritmos flamencos, mezclados con ska, reggae, rumbas, rock, rap y un sinfin de estilos musicales que forman la base musical de Ojos de Brujo. Era la segunda vez que veía en directo a este grupo y sólo puedo decir que sus directos son acojonantes, es una lástima que se disuelvan.

El domingo amanecemos por la mañana algo resacosos y que mejor remedio para la resaca que el agua fria, asi que otra vez a hacer barrancos. Tenemos el cuerpo jotero y no estamos para hacer grandes hazañas deportivas, asi que decidimos entrar en un barranco cortito y de escaso compromiso: la Garganta de Escarrilla.
Paco y Bea nos vuelven a acompañar y, al igual que hicimos el día anterior con el Gorgol, entramos en el barranco a las 15:00h más o menos para evitar a los grupos guiados. Las guías que manejaba indicaban que éste era un barranco menor de escaso interés deportivo, a combinar con otros descensos de la zona asi que con esta información no esperábamos encontrar gran cosa.
El inicio se hace justo debajo de la presa del embalse de Lanuza. Tenemos claro que con el Pirineos Sur no van a abrir las compuertas pero aún asi impresiona meterte en un río justo debajo de una presa de estas dimensiones.

El primer tramo del descenso es abierto y se hace andando. Se puede decir que es senderismo acuático y se nos hace muy monótono, ya lo decían las guias, que este descenso no tiene interés. Pero poco a poco la cosa se va cerrando hasta que se pasa por debajo de un gran bloque empotrado, el "Puente del Diablo", y la cosa cambia radicalmente.

A partir del "Puente del Diablo", el río Gállego forma una garganta muy profunda y bastante encajonada, de paredes muy altas. Y también empiezan las primeras y únicas dificultades del descenso: un caos de bloques que tendremos qe sortear por dónde mejor podamos y un pequeño rapel volado de 10 metros.




A partir del rapel el barranco se vuelve realmente espectácular, una garganta de paredes muy profundas , con unos bonitos oscuros y perfectamente encajonada. Joder con las guías, cómo pueden decir que este descenso no vale la pena, si este rincón es una pasada!!!!.




Los oscuros dan paso a la sección más acuática del descenso, con galerias muy encajonadas y dos largas badinas de aguas cristalinas y muy frias que tendremos que sortear nadando. Para que os hagáis una idea de dónde estamos, este tramo corresponde más o menos a la parte del río Gállego que va paralela al túnel que tenemos que cruzar nada más salimos de Escarrilla en dirección a Francia.


En cuanto llegamos a la altura de Escarrilla salimos del barranco con una sonrisa de oreja a oreja. Esperábamos hacer un barranco secundario y sin interés con el fin hacer algo tras pasar la noche en el Pirineos Sur, y nos hemos encontrado con un barranco precioso, de gran interés estético y encima hemos estado completamente sólos durante todo el descenso.

En definitiva, ha sido un finde lúdico-festivo-deportivo-gastrónomico en el que hemos disfrutado como enanos con los amigos.

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