lunes, 19 de marzo de 2012

ESPOLON DEL GALLEGO. PEÑA RUEBA

Señalando el espolón que acabamos de escalar.


Desde que los amigos de Sendero Límite, Luis Royo y Julio Benedé, piaron el año pasado en su blog la apertura de esta vía, Kike y yo la teníamos en nuestra lista de objetivos; de hecho, le pusimos fecha de realización en mayo del año pasado, cuando estaba esta vía recién sacada del horno, pero la falta de información sobre el descenso y una semana muy intensa de trabajo en la que llegué con las reservas encendidas al fin de semana, hicieron que reculásemos a los Mallos de Riglos y acabásemos haciendo la "Sureste Clásica" a la Aguja Roja (pinchad aquí para ver la reseña de esa actividad).
Las sucesivas repeticiones que se han hecho desde entonces y que podéis consultar en internet, corroboraron la calidad y estética de esta vía lo que acrecentaron aún más si cabe nuestras ganas de escalarla.........
.........y como maños y cabezones que somos, el sábado pasado estábamos delante de nuestro objetivo con la intención de escalar el Espolón del Gállego hasta la cima de la Punta de la Ralla y desde aquí continuar por el Espolón Fuertes hasta la cima principal. Y digo intención por que al final nos tuvimos que conformar con el Espolón del Gállego a pesar de que llegamos sobrados de hora a la cima de la Punta de la Ralla. Como siempre, las condiciones marcan y hay que adaptarse a los ritmos que nos marcan las montañas.


Peña Rueba y el Espolón del Gállego desde el aparcamiento dónde dejaremos los coches.


Y es que la fama de esta vía ha trascendido fronteras y a las 9 de la mañana ya teníamos en el aparcamiento otras dos cordadas dispuestas a salir a la carrera por delante de nosotros. En un principio esto iba a ser un gran impedimento para hacer el Espolón Fuertes, ya que la roca de este espolón es mala y se hacía peligroso escalar con otra cordada por encima. Después comprobamos que nuestro gran handicap para ese día iba a ser el viento por que la brisilla que teníamos abajo en el aparcamiento, en el tramo superior del Espolón del Gállego se convertiría en un vendaval con algunas rachas muy fuertes de viento.


Los primeros largos disfrutones que pudimos escalar con buena temperatura.



Como las otras cordadas han madrugado más que nosotros y se nos han adelantado por poco, nos lo tomamos con tranquilidad y salimos a la marchica del aparcamiento. Impresionante la currada que se han pegado los Sendero Límite para marcar el camino de aproximación a la vía, desde luego hacer estos senderos en medio de las zarzas tiene que costar más que abrir una vía.
Como era de prever, hay un tapón en la pared ya que las otras dos cordadas han entrado casi a la vez, asi que nos sentamos a pie de vía a esperar que se despeje un poco el tráfico . Cuando nos dejan despejada la 2ª reunión, ya que vamos a ir a saco empalmando largos, comenzamos nuestra danza vertical por este sector de la Peña Rueba hasta ahora desconocido por nosotros.


El espolón se torna vertical en el tramo superior de la vía.


El Espolón del Gállego es un espolón vertical que forma la Peña Rueba en la vertiente que mira al cañón del Gállego y a los Mallos de Riglos. Visto desde la carretera es un espolón muy estético de esos que dan ganas de escalarlo en cuanto lo ves. Los aperturistas han trazado en este espolón una vía muy lógica, equipada para escalar con tranquilidad y sin pasar miedo, roca excelente, con un grado asequible y todo ello con unas vistas preciosas sobre los Mallos de Riglos.




Ambiente en los ultimos largos de la vía, una vez superadas las principales dificultades.


No voy a describir la vía por que en internet hay sobrada información sobre ella. Tan sólo voy a incidir en el tema del viento por si alguno que quiera repetirla no le pase como a nosotros. En este punto, el río Gállego, procedente de los Pirineos, se abre paso mediante una garganta entre los Mallos de Riglos y Peña Rueba. Esto fenómeno geológico no sólo canaliza las aguas del Gállego sino que también es un pasillo natural de los vientos que proceden tanto del valle como de los Pirineos. Por ello, deberéis tener en cuenta este factor ya que lo que en el aparcamiento puede ser una ligera brisa, en la vía se transforma en un vendaval y encima la escalada va por un espolón, que como sabéis siempre está más expuesto a los vientos.

Coronando la cima del Espolón, muy castigados por el frio y el viento.



A nosotros este fenómeno nos castigó mucho en el tramo superior del Espolón del Gállego y dificultó las maniobras con las cuerdas, sobretodo del primero de cordada, por no hablar del frio que pasamos, ya que inocentes de nosotros, nos subimos poca ropa y nos quedamos como pajaricos.

Cima de la Punta la Ralla. Esta cumbre es de las que molan, sólo por esto y por las vistas, merece la pena escalar esta vía.


En la cima de la Punta de la Ralla, valoramos la opción de continuar con el Espolón Fuertes. Visto desde abajo no tiene tan mala pinta como dicen, pudimos observar el cambio de registro y desde luego la roca no está para echar cohetes (la placa de líquenes amarillos del 2º largo del espolón promete momentos intensos) pero nos pareció que con cuidado se puede hacer sin problemas. Sin embargo, las rachas de viento en ocasiones ya son muy fuertes y llevamos ropa insuficiente (mi cortavientos se quedó en el coche, ya sabéis, la Ley de Murphy) asi que adoptamos la decisión de escapar y de bajar por la línea rapeles de la Canal Fuertes.

Los Mallos de Riglos serán nuestro escenario de fondo mientras escalamos el espolón.


El Pisón, siempre majestuoso, dominando el paisaje.


El descenso es de esos que tanto le gustan equipar a los amigos de Sendero Límite. Una canal herbosa en la que se alternan rápeles con tramos de destrepes y pasamanos hasta llegar a una pared por la que se desciende en dos rapeles de 30 y 60m. Se baja muy bien y está bien señalizado asi que podéis descender sin problemas, aunque nosotros las pasamos un poco canutas con el viento por que hacía lo que quería con las cuerdas cuando las tirábamos al vacío.


Vistas de la primera instalación de la línea de rapeles desde la Cima de la Punta la Ralla.


En el descenso por la canal se alternan rápeles........


.....con destrepes y pequeñas ferratas al más puro estilo de los Sendero Límite.


Una vía del todo recomendable y disfrutona que creo que ya se ha convertido en una clásica de Peña Rueba a pesar de llevar poco tiempo abierta. De nuevo muchas gracias a Luis Royo y a Julio Benedé por equipar itinerios como éste.

3 comentarios:

Sendero Límite dijo...

Nos encanta que disfruteis de la via.

David Serrano dijo...

A que es un via muy guapa?

Este finde precisamente hablabamos con Luis y Julio que el único "pero" que tiene es sus sensibilidad al viento. A nada que sopla por abajo, arriba le casca con ganas! Quizas dentro de unos meses se agradezca el aire...

RUBEN dijo...

-Luis, Julio, disfrutamos un montón de vuestra vía, a este paso vamos a hacer un club de fans de las vías de Sendero Límite.......
-David, la vía es de las que hacen afición; eso sí, el sábado pasado coincidimos tres cordas a pie de vía, dentro de poco tocará hacer fila. Y lo del viento, es el principal factor de esta vía, pero es lo que tiene la montaña,una veces te deja y otras no.
Saludos a todos.