martes, 3 de julio de 2012

DESCENSO DEL VERO



Bonitos contraluces en los Oscuros del Vero


El Vero fue el primer barranco que hice y si no recuerdo mal eso fue en el año 95. Por aquel entonces no tenía ni idea de lo que era el barranquismo, pensábamos que ibamos a bañarnos a unas pozas o algo parecido y no llevábamos ni neopreno, ni casco y sobretodo, no teníamos conocimiento.Han pasado muchos años y apenas tengo recuerdos de esa actividad, a excepción del frio tan intenso que pasamos en todo el descenso y que cada vez que el barranco se abría  lo aprovechábamos para  secarnos y calentarnos con los rayos del sol. Aquellos maravillosos años..........
Este sábado he vuelto otra vez a llevar a amigos y familiares que en multiples ocasiones me habían dicho que querían probar el barranquismo y ésta vez lo he hecho con más conocimiento que aquella primera vez. Entre medio muchos años de actividad y unos cuantos barrancos a la espalda, entre ellos el Vero, que era la quinta vez que lo repetía. Para mis compañeros de aventura era una actividad iniciática en el barranquismo, al igual que yo en el año 95, para mi una ocasión para fotografiar un barranco emblemático de la Sierra de Guara que aún no tenía fotografiado.


 El equipo al completo en el aparcamiento de entrada al barranco


El sábado pasado hicimos el descenso clásico que sale del aparcamiento del Basender. El primer tramo del río, que pasa por el molino abandonado, lo evitamos por la senda que aproxima al Basender para luego bajar al río justo a la altura de la desembocadura del Basender y el Portiacha.


 Primeros tramos abiertos


El Basender y el Portiacha son 2 afluentes secos del Vero que desembocan en el cauce principal a la misma altura pero en dos orillas diferentes. Mis compis apenas se enteraron de este tramo por que el descenso del Vero era largo y no quise alargar más la actividad, pero en este tramo se encuentra uno de los puntos de mayor interés estético del descenso, sobretodo la gran bóveda helicoidal del último salto del Portiacha. Ambos son descensos deportivos en los que se hace barranquismo, como muestra 2 fotos de Marta realizando en años anteriores los ultimos rápeles de estos 2 descensos, la primera corresponde al gran rapel volado de 40 metros del Portiacha y la segunda al coqueto rapel de salida del Basender.

El rapel volado de 40m del Portiacha.


 Confluencia del Basender con el Vero.


Este primer tramo puede resultar aburrido ya que es abierto y supone andar por el río con el agua hasta las rodillas. Pero esta falta de interés deportivo se ve compensada con creces con el interés estético del barranco.  Es más, en este tramo lo más interesante del cañón no está en su fondo sino en sus paredes, horadadas por abrigos y cuevas como si fuera un queso gruyere. Y en algunos puntos, como en la confluencia del Barranco de la Choca, este fenómeno geológico es realmente espectácular. Aprovecho también para recordar que muchos de estos abrigos tienen numerosas muestras de arte rupestre levantino y esquemático, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conformando el Parque Cultural del Río Vero, cuya visita os recomiendo. Para más información, pinchad aquí.


 Espectaculares abrigos, muchos de ellos surcados por pinturas rupestres, en las paredes del cañón.


Tras unos 45 metros desde el punto de partida, el Vero por fin se encañona definitivamente y empieza el tramo deportivo. Estamos justo en la entrada de los Oscuros y a partir de aquí hay que progresar con el neopreno puesto.


 El grupo con el disfraz de anfibio antes de comenzar el tramo deportivo del cañón.



Y qué decir de los Oscuros del Vero que no se haya dicho hasta ahora. Es un tramo super bonito de gran interés estético, formado por grandes bloques desprendidos sobre el río por los que el agua discurre de forma accidentada formando bellísimos juegos de luces y sombras.


 La entrada de los Oscuros.


 Juegos de luces y sombras en los Oscuros del Vero, un sitio precioso.


La salida de los Oscuros


Tras la salida de los Oscuros viene otro tramo muy acuático denominado las Clusas, constituido por badinas alargadas y pozas muy profundas que nos obligarán a nadar un buen rato. Estamos en el sector más encajado del descenso. Este tramo también se aprovecha para dar saltos debido a la profundidad de las pozas.



La largas badinas de las Clusas




La salida de las Clusas se hace justo en la confluencia del Chimiachas con el Vero. El Chimiachas es otro afluente seco del Vero, cuya confluencia con el río principal se hace a través de una bóveda desplomada de gran valor estético conocida desde antaño como la "Cocineta". La Cocineta es una de las imágenes más conocidas del Vero y de toda la Sierra de Guara. Por cierto, el Chimiachas aún no lo he descendido, habrá que ponerle remedio pronto.

 Espectaculares formaciones rocosas en la confluencia del Chimiachas con el Vero.


 Esta imágen no necesita presentación: la "Cocineta" del Chimiachas.


Tras la desembocadura del Chiamachas, otro tramo abierto y soleado que nos permitirá coger calorias tras el paso por las frias aguas de las badinas de las Clusas. Este tramo alterna pozas de agua cristalina con trozos de ir andando.



Poco a poco nos iremos acercando al siguiente punto de interés deportivo del descenso. Sobre nosotros, una gran techo desplomado, conocido como la Visera,  irá tomando poco a poco protagonismo. En este tramo el Vero pasa justo bajo el Tozal del Vero, también conocido como la Peña Bobín. En el contacto del río con la gran pared, una gran bóveda desplomada custodia este tramo del descenso. Con el paso de los años, de esta gran bóveda desplomada se han ido desprendiendo bloques que han caido sobre el cauce, conformando uno de los tramos más bonitos y deportivos de este descenso.

 La Gran Visera del Vero vista desde el fondo del cañón.



 Tramos muy deportivos y acuáticos bajo la Visera.


 Y aquí el autor de todo este ladrillo y de este reportaje fotográfico, que nunca sale en las fotos, disfrutando de las aguas del Vero.




Estos bloques desprendidos incluso llegan a formar unos pequeños oscuros de harán las delicias de los barranquistas. Este tramo es una joyica y para mi es  lo más bonito de este descenso.

 Contraluces en la salida de la Visera




 Y un pequeño caos para disfrutar a saco del agua.




Tras la Visera el Vero se vuelve a abrir pero no deja de perder su caracter acuático, con algun pequeño tobogán y pozas de agua cristalina dónde poder enredar y  practicar pequeños saltos.






En este tramo el Tozal del Vero es el verdadero protagonista que vigilará nuestros pasos. El Tozal del Vero es una pared de unos 350 metros de altura que tiene abiertas vías de escalada clásica  libre y artificial de gran dificultad solo accesibles a la élite de este deporte. Como muestra, pinchando aquí podéis ver el vídeo que grabó Manu Cordova escalando "Vertigo", la última vía abierta en la pared.


 El Tozal del Vero se muestra imponente por encima de nosotros.



Tras este tramo abierto, llegamos al Segundo Caos del Vero, una nueva sucesión de bloques desprendidos sobre el cauce del río que forma otra sección de Oscuros de gran valor estético. Estamos en otro de los tramos deportivos del descenso que en condiciones normales no ofrece ninguna dificultad particular pero que con caudales altos tiene pasos obligados que pueden llegar a estar sifonados.



 Contraluces y tramos de gran interes estético en el Segundo Caos.



Tras el Segundo Caos, el cauce se vuelve a abrir de nuevo pero a diferencia de los anteriores tramos abiertos, en esta sección del barranco hay numerosas badinas profundas que nos permitirán progresar nadando y realizar pequeños saltos.



Fijaros en la siguiente fotografía como, aunque el río haya perdido en este tramo interés deportivo en el fondo del cañón, el entorno maravilloso de sus paredes compensa con creces esta falta de deportividad.


Al fin llegamos al ultimo caos, el más técnico y obligado del descenso, con destrepes delicados y complicados con caudal alto. Antes del comienzo de este caos sale a mano derecha una senda poca evidente que evita por este margen del barranco los pasos más delicados del cañón.


Y por fin, tras 6 horas largas de descenso y unos 6 km pateando por el río, llegamos al Puente de Villacantal, fin de nuestra aventura aunque no de nuestra actividad, ya que aún nos queda media hora larga de subida hasta Alquezar.




El Vero es un descenso emblemático de la Sierra de Guara que en los ultimos años se está haciendo menos debido a su longitud y a su supesta falta de interés deportivo. No es un barranco para hacer todos los años pero la estética de algunos de sus tramos, sus famosos Oscuros con juegos de luces y sombras, y sobretodo todo el entorno que rodea a este cañón, creo que compensa con creces el esfuerzo que supone su descenso y la falta de interés deportivo de alguno de sus tramos. Pese a todo, es un descenso indispensable de la Sierra de Guara.
Y esto es todo amigos, al final  me ha salido una reseña muy completa del Vero.

9 comentarios:

Eduardo Pardo dijo...

Pues si, te ha salido una bonita reseña, y unas fotos extraordinarias. Por cierto el material del grupo¿lo alquilasteis en el camping?

RUBEN dijo...

Hola Eduardo, yo tengo mi material pero esta gente alquiló todo en Radiquero. Lo importante de este sitio era que se adaptaban a nuestros horarios, tanto de entrega como de recepción de los neoprenos.
Saludos,

Begoña dijo...

Después de leer tu post y ver la fotos dan ganas de animarse a hacerlo!!

RUBEN dijo...

Hola Begoña, bienvenida a mi blog, qué sorpresa. El Vero es más largo que la Peonera asi que supone más esfuerzo físico. Sin embargo, es menos deportivo y acuático que ésta, aunque en mi opinión tiene rincones (sobretodo los Oscuros) más bonitas que ésta, eso sí, sin desmerecer a la Peonera que es otro de los grandes descensos de Guara. A ver si a la próxima actividad os podéis apuntar........
Salud(os)

Iñaki dijo...

Seguro que esta vez no pasasteis tanto frío como en el 95!!!
Envidia de agua fría!!!

RUBEN dijo...

Iñiki, el sábado pasado aún vimos a un grupo que iba sin neoprenos. Se me encogieron los cataplines sólo de verlos, que el agua de los Oscuros del Vero estaba del tiempo.
Salud(os)

David dijo...

Felicidades por el super reportaje, me ha encantado!! Es una de mis asignaturas pendientes, el Vero, sí! Increible pero no lo he hecho nunca, lo conozco a tramos de excursiones de mi año por Barbastro, pero el hecho de que haga falta combinación de vehículos ha sido un fuerte obstáculo (nunca vamos grupos numerosos y no llevamos dos coches)

Me apunto al Chimiachas!!

RUBEN dijo...

Esto si que es noticia David, un sitio en el que tú no has estado y encima el Vero, uno de los descensos más clásicos y concurridos de la Sierra de Guara. De haberlo sabido, te vienes con nosotros y asi me hubieras ayudado a controlar al grupo que llevábamos....ja,ja,ja. A ver si coincidimos en algun barranco este verano!!!!!!!

Anónimo dijo...

Hola a todos!!! Yo también he sido una de esos inconscientes que hace como 20 años bajó el Vero sin neopreno. A pelo! Y si de algo me acuerdo es del frío que pasé!!! Lo he hecho como 6 ó 7 veces. Los primeras veces sin neopreno. Las otras con neopreno corto. Como ya tengo una edad y he madurado (jeje), el próximo sábado lo bajaré para recordarlo, pero con equipación completa. En condiciones! Y si os parece pesado el final, ni os cuento si lo hacéis como yo, que lo bajé hasta puente Colungo. Ahí lo dejo.....