EL PICO CANIGO, LA MONTAÑA MÁS ALTA DE LOS PIRINEOS ORIENTALES.

LEVÉ DU SOLEIL AU SOMMET DU CANIGOU 

La Pica du Canigou, o el Pico Canigó, otro de los platos fuertes de nuestras vacaciones de verano. Con sus 2.784m es la montaña más alta de los Pirineos Orientales y la ultima de las grandes cumbres que alza la cordillera pirenaica antes de morir en el Mar Mediterráneo.

Pero no sólo es la cumbre más alta de los Pirineos Orientales, es una cumbre que se alza cerca de 2.400m de desnivel sobre el valle, dominando de forma muy relevante la comarca del Conflent y dando una fuerte personalidad a todas estas tierras, ya que su cima se puede ver desde muchos kilómetros a la redonda. Nosotros, alojados estos días de vacaciones en Prades, justo a los pies del Canigó, teníamos fijada su cumbre como una de las actividades a realizar esos días.

 El Canigó domina de forma muy relevante toda la Comarca del Conflent.

Evidentemente, una cumbre que se alza de forma tan prominente sobre la comarca en la que se asienta, es una montaña de muchos metros de desnivel a salvar, pero por suerte, está surcada por pistas forestales que nos permiten acceder cómodamente a la montaña.

Nosotros queríamos hacer una ascensión nocturna para disfrutar del amanecer y de la salida del sol por el Mediterráneo desde su cumbre, por lo que elegimos la ruta más corta y accesible que parte del Refugio de Cortalets, ubicado a unos 2.000m de altitud y al que se puede acceder prácticamente en coche.

Para ello, hay que tomar la pista de tierra que sale desde la población de Villerach. Cuando preparábamos esta actividad, había leido diferentes opiniones sobre la transitabilidad de esa pista para vehículos normales, unos decían que con cuidado era accesible y otros que estaba muy mal y que la mejor opción era contratar en Prades un taxi-todoterreno que te subiera al refugio al módico precio de 50 uracos por persona.

Evidentemente, la pista se podía subir con un vehículo normal, si no no os estaría contando esta historia, pero os voy a dar un poco de información para que la tengáis presente si queréis optar por esta opción. La pista tiene nada más y nada menos que 22km de longitud y sube un desnivel superior a los 1.000m. Tiene tramos buenos, regulares y malos, pero con cuidado y pericia se puede subir perfectamente hasta arriba. La principal dificultad es la enorme longitud de la pista, con un turismo nos costará al menos 1h15h recorrerla y se nos hará muy larga, demasiado larga.

La larga  e interminable pista de tierra que sube al Refugio de Cortalets, mucho peor de lo que aparenta en la foto.

Si llegamos hasta arriba, el coche lo dejaremos a unos 15min del Refugio de Cortalets, un chalet-hotel-refugio de montaña que en verano está lleno de domingueros y que tiene unas vistas increibles hacia el mar Mediterráneo. Pero no sólo eso, al poder llegar tan alto con el coche, la gente monta las tiendas en las praderas que hay al lado de la pista, y no tiendas de alta montaña, sino tiendas de camping enormes de esas que venden en el Decathlon. Pero lo que más nos dejó alucianados es que casi todos los campistas encendían una hoguera al lado de sus tiendas, algunas de ellas montadas al lado del refugio y aquí nadie decía nada, de hecho estaba permitido. En fin, es lo que tienen los sitios accesibles, menos mal que nosotros vamos a subir de noche y no vamos a compartir la ruta que toda esta gente.

El Refugio de Cortalets, punto de partida de la ruta principal que sube al Canigó.

Nosotros cenamos algo, sin encender ningún fuego, por supuesto, y nos echamos a dormir un rato al coche, que a las tres y media de la mañana nos poníamos en marcha. Desde el coche, y sin necesidad de subir a la cumbre del Canigó, ya tenemos unas vistas espectáculares, con el mar como telón de fondo ubicado a tan sólo 50km en línea recta de la montaña.

Contemplando el Canigó, dentro de unas horas estaremos en su cumbre.

La vía que subre a la cumbre desde el Refugio de Cortalets es la ruta normal de ascenso a esta montaña. Está perfectamente señalizada y no tiene ninguna dificultad reseñable, consiste tan solo en seguir la senda que parte desde el refugio y que en unas 2h  largas nos deposita en la cumbre.

Nada más salir del refugio tenemos que pasar por un pequeño lago casi colmatado desde el cuál se ve perfectamente la cumbre del Canigó. Evidentemente, de noche no se ve nada, asi que os voy a enseñar las fotos que hicimos a la bajada.

El Canigó visto desde el pequeño lago que hay junto al refugio.

Como es de noche disfrutamos de una soledad que nos permite contemplar el espectáculo de luces de las poblaciones que tenemos a los pies de la montaña, especialmente de Perpignan y su área metropolitana. Lo dicho, son unos Pirineos diferentes a los que estamos acostumbrados por aquí, con grandes poblaciones a los pies de las montañas y con el mar muy cerca.

Marta pasando frio en medio de la noche.

La senda hace largas diagonales que nos permiten ascender de forma suave y constante hasta pasar a la otra vertiente de la montaña para alcanzar la pedrera que precede a la puntiaguda cima del Canigó.

Vistas de la puntiaguda cumbre.

Con mucha tranquilidad llegamos a la cima del Canigó y coronamos sus 2.784m en medio de una soledad y oscuridad absoluta. Aún queda un rato para que salga el sol asi que tendremos que esperar un poco y abrigarnos bien por que aquí arriba hace un frio que pela.

La cruz cimera en medio de la noche rodeados de una total y absoluta soledad.

Las luces de Perpigan vistas desde la cumbre.

Las primeras luces del día iluminan el Mediterráneo y nos permiten disfrutar del espectáculo que hemos venido a ver. Esto no ha hecho más que comenzar y ya promete.

Empieza el amanecer, comienza el espectáculo.

Marta y yo silueteados por las primeras luces del día y con el Mar Mediterráneo de fondo.

Por que el mar está ubicado geográficamente al Este de esta montaña. Esto quiere decir que desde aquí arriba podemos contemplar de un amanecer de ensueño con el sol saliendo literalmente de entre las aguas del Mediterráneo. Es lo que los franceses denominan como "Levé du Soleil au Sommet du Canigou" (Amanecer desde la cima del Canigó) y os puedo asegurar que es uno de los espectáculos naturales más grandiosos que podemos contemplar en los Pirineos. Es espectácular poder contemplar la salida del sol por el Mediterráneo desde una cumbre de casi 2.800 metros de altura.

El sol emergiendo de entre las aguas del Mediterráneo desde la cima del Pico Canigó (2.784m).

A pesar de que hace mucho frio, estamos un buen rato en la cima disfrutando de este espectáculo de la naturaleza, el amanecer de montaña más bonito que he visto en mi vida. Ah, y menos mal que no nos decidimos a venir a domir a su cumbre, además del frio que hacía y del viento que había, es una cima muy puntiaguda sin vivacs y sin posiblidad de encontrar un sitio plano dónde poder plantar el saco.

El amanecer de montaña más bonito que he visto en mi vida.

En cuanto termina el amanecer salimos pitando hacia abajo. Hemos estado un buen rato parados en la cumbre y hemos pasado mucho frio, necesitamos entrar en calor. Casi en el refugio nos encontramos con los primeros montañeros-domingueros que salen a por la cumbre. Ellos se acaban de levantar y nosotros ya estamos de vuelta, ellos harán la ascensión en medio de una romería y nosotros hemos estado completamente solos, tan sólo hace falta imaginación para disfrutar de la montaña y de la naturaleza.

Con estas maravillosas imágenes grabadas en la retina nos despedimos del Canigó hasta otra ocasión, seguro que algun día volveré a repetir esta experiencia.

Hasta la próxima.