DESENTRAÑANDO LOS SECRETOS DEL VALLE DEL FLUMÉN.
El Valle del Flumén, en el sector más occidental de la Sierra de Guara,
es una de las zonas menos conocidas y frecuentadas de todo el Parque
Natural. No obstante, y gracias al trabajo de divulgación de los blogs y
de alguna publicación reciente, en los últimos años este rincón de la
sierra está saliendo del olvido, sobretodo su excursión estrella, que es
la que va por los Acantilados de Cienfuens y visita las Cuevas del Toro
y de la Artica.
Los Acantilados de Cienfuens y el embalse homónimo.
Este valle fue profundamente alterado a principios del S.XX con las construcciones de las dos presas que regulan en río Flumén, el Embalse de Belsué, primeramente, y el Embalse de Cienfuens después.La construcción de estos dos embalses sumergió bajo el fango de sus aguas algunos de los secretos de este valle y alteró los caminos y las sendas históricas que comunicaban las diferentes poblaciones de este sector de la Sierra de Guara.
En esta entrada vamos a intentar recuperar parte de este pasado y vamos a desentrañar alguno de los secretos que se esconden bajo las aguas de estos embalses. Dado que parte de estos secretos se encuentran sumergidos y que las localidades de esta zona de Guara están practicamente despobladas, lo que nos impide que nadie nos pueda contar como era antes estos paisajes, nos vamos a valer como hilo conductor del formidable relato de Lucien Briet, publicado en Soberbios Pirineos, el cuál visitó el Valle de Flumén en el año 1908 coincidiendo con la construcción de las obras de la presa de Belsué. El escrito galo no sólo pudo contemplar este valle antes de que fuera alterado definitivamente por la mano del hombre, además nos dejó una preciosa descripción de cómo era gracias también a la información que le facilitaron los habitantes de los pueblos que ahora mismo están despoblados.
La zona pintoresca de este valle se ubica entre el despoblado actual de
Belsué y el Salto de Roldán. A partir de Belsué el río hace un giro
pronunciado hacia el sur para dirigirse hacia la Hoya de Huesca y
atravesar de forma muy accidentada el formidable desfiladero de
conglomerado que forma el Salto de Roldán. Justo cuando el río abandona
Belsué y hace el giro hacia el sur, el valle forma otro formidable
congosto a la altura de los Acantilados de Cienfuens.
La Roca de Toba o los Acantilados de Cienfuens.
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Para la construcción de la presa de Belsué, se abrió una larga pista forestal que iba desde el Collado de la Peña de San Miguel (Salto de Roldán) hasta la localidad de Belsué y que permitía transportar materiales y hombres desde la Hoya de Huesca hasta el emplazamiento de la presa. Este fue el primer elemento que alteró definitivamente el paisaje de este valle ya que se llevó por delante el trazado de la senda y los caminos históricos que fueron utilizados en el pasado para comicar las poblaciones de este valle con la Hoya de Huesca.
La pista actual está trazada a una cota elevada del valle y rodea por arriba los enormes paredones de Cienfuens para perder altura suavemente a la altura del despoblado de Belsué. El gran obstáculo que dificultaba la comunicación del valle eran los enormes paredones de Cienfuens, denominados ahora como los Acantilados de Cienfuens, pero cuyo topónimo original es la Roca de Toba. Luego nos detendremos con este topónimo.
Lucien Briet nos informa cómo el camino que venía en el pasado de Santa María de Apiés a través del Salto de Roldán iba a una cota más baja que la pista de tierra actual, seguramente coindiría con la senda que nos lleva actualmente con el Dolmen de la Piatra, cuya antiguedad y usos del pasado lo delatan las construcciones y corrales semiderruidos que todavía podemos ver en la actualidad. La senda debía llegar a la base de la Roca de la Toba para descender bruscamente al nivel del río y asi salvar este obstáculo. Lucién Briet nos revela como este paso tenía una escalera semiartificial que debía ser muy temida por los arrieros. Este paso complicado se denominaba el "ESCALAR" y el topónimo todavía se conserva en el Mapa Alpina de la Sierra de Guara aunque lo ubica erróneamente en lo alto de la cresta de los acantilados de Cienfuens.
En la actualidad, el paso de los Acantilados de Cienfuens se conoce como el Camino de la Toba y va a una cota media sobre el nivel de las aguas del pantano de Cienfuens siguiendo el trazado excavado en la roca que diseñaron los ingenieros para construir el Embalse de Cienfuéns y llevar materiales de construcción a través de railes y vagonetas tiradas por mulos. En el pasado, tras el paso del Escalar, la senda bajaba hasta las orillas del Flumén para volver a subir de nuevo justo cuando llegaba a la enorme cubeta que forma ahora el Embalse de Belsué.
Este otoño nos hemos acercado a "husmear" y a buscar cosicas por el Valle del Flumén y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos los vasos de los Embalses de Belsué y Cienfuens completamente vacíos.Vaya, no íbamos a encontrar el valle en su estado natural que tenía a principios del S.XX pero sí que se nos abría la oportunidad de contemplar con nuestros propios ojos alguno de los secretos que sabía que existían y que se encontraban sumergidos bajo las aguas de ambos embalses, ocultos por lo tanto a los ojos de los curiosos desde hace décadas.
El vaso del Embalse de Belsué completamente vacío.
La primera sorpresa fue ver vacía la cubeta del vaso del Embalse de Belsué. La construcción de este embalse fue un despropósito desde el principio. La naturaleza kárstica del terreno dónde estaba construida la presa hizo que el embalse tuviese muchas pérdidas de agua por las numeras filtraciones que tenía; de hecho, nada más construirse ya se tuvo que plantear la construcción de otra presa aguas abajo de ésta que, a modo de contrapresa, retuviese las pérdidas de caudal de este embalse. La finalización y el fracaso de las obras de la presa de Belsué marcaron de inmedianto el nacimiento del proyecto de la presa de Cienfuens.
Con el vaso del embalse de Belsué completamente vacío, hemos podido comprobar sobre el terreno y a simple vista los problemas de filtraciones que tiene. Fijaros en la siguiente fotografía, los enormes sumideros que, en forma de dolinas ahora completamente tapadas por el lodo, se pueden ver en una de las orillas del embalse.
Sumideros en el Embalse de Belsué.
Aguas abajo de la presa de Belsué no nos pudimos resistir a la tentanción de bajar al nivel de la cola del Embalse de Cienfuens que estaba completamente vacío ese día. El lodo estaba seco asi que se podía transitar más o menos bien y no todos los días teníamos la oportunidad de transitar por el fondo del valle del Flumén a la misma cota del nivel río, justo por dónde iba la senda histórica que en el pasado comunicaba Belsué con Santa María de Apiés.
Las sorpresas no tardaron en llegar. No sólo existe el actual camino excavado en la roca que comunica los embalses de Cienfuens y Belsué, al mismo nivel del río hay otro camino excavado en la roca, con túneles y todo, que al igual que el anterior, sirvió para transportar mediante railes y vagonetas tiradas por mulos los materiales de construcción de la presa. En la siguiente fotografía se puede ver este camino-o lo que queda de él-y uno de los túneles excavados en la roca, en condiciones normales esto está oculto por las aguas del embalse de Cienfuens.
La pista excavada en la roca al nivel del río.
Pero lo mejor estaba por llegar y de hecho, antes de verlo ya lo estábamos oyendo. Menuda oportunidad de oro que se presentaba ante nuestros ojos, cómo para desaprovecharla!!!!!!!!!. Es curioso el topónimo de Cienfuens, significa literalmente "cienfuentes" y aludía a los numerosos manantiales que tenía este valle y que vertían sus aguas al río Flumén a ambos márgenes del valle casi a la misma cota de nivel por la que discurría el río. ¿Pero dónde están esos manantiales que hacían tan famoso a este valle?. Pues el más importante, y el que daba el nombre a esta zona de Guara, el de CIENFUENS, se encuentra sumergido bajo las aguas del pantano del mismo nombre desde la década de 1930.
La presa de Cienfuens vacía.
Asi que amigos, me voy a dar el gusto de publicar una primicia. En la siguiente foto podéis ver cómo es actualmente la SURGENCIA DE CIENFUENS, el verdadero nacimiento del río Flumén o la fuente que más aporte de caudal le da, y una de las principales surgencias, en lo que caudales se refiere, de toda la Sierra de Guara.
Esta foto vale millones: frente a la Fuente de Cienfuens.
El aspecto actual de la surgencia me dejó desconcertado. Está encauzada mediante 3 tuberias por las cuáles sale una enorme cantidad de caudal hacia una piscina artificial desde la cual se desborda el agua hacia una pequeña presa con entibos de madera. Lucién Briet llegó a ver la surgencia en su estado natural y en la descripción que hace en Soberbios Pirineos indica que estaba constuida por un montón de bloques de piedra que le impedían precisar el punto concreto de dónde salía el agua. Su caudal estimado es de 250 litros por segundo, lo dicho, una de las surgencias más caudalosas de la Sierra de Guara.
La Surgencia de Cienfuens. Fijaros en el color blanquecino del agua, debido a la gran cantidad de carbonato cálcico que arrastra.
El estado actual de la surgencia, visiblemente alterada por la mano del hombre, me plantea la cuestión de cuándo y por qué se hizo el acondicionamiento de la fuente. Lucien Briet visitó el valle cuando se estaba construyendo la presa de Belsué pero en sus escritos de 1908 indica que aguas abajo de la presa y a la altura de Fuente de Cienfuens, ya en aqueños años se estaba construyendo un salto artificial de agua aprovechando el caudal de la fuente para la producción de energía eléctrica; de hecho, fue testigo de cómo barrenaban un poco más abajo de la fuente. Puede que la pequeña presa que se ve en la siguiente fotografía y las ruinas de la caseta que hay encima daten de estas fechas y que fuera ya en ese momento cuando se intervino directamente sobre la surgencia dándole el aspecto que tiene ahora.
En todo caso, tras el fracaso en la impermeabilidad del Embalse de Belsué, se planteó la construcción de otra contrapresa en la década de 1930 que retuviese las pérdidas de caudal del embalse de la parte superior del valle y el emplazamiento elegido de esta presa fue precisamente aguas abajo de la enorme surgencia de Cienfuens, la principal fuente de aguas del río Flumén.
La surgencia, la pequeña presa que tiene en frente y al fondo la presa actual.
En la siguiente fotografía, tomada desde la base de los murallones de los Acantilados de Cienfuens, he marcado la localización exacta de la surgencia sobre el fondo del vaso vacío del embalse de Cienfuens, fijaros que la ubicación de la presa no fue casual.
Emplazamiento de la Fuente de Cienfuens sobre el fondo del embalse.
¿Pero de dónde saca tanta agua esta surgencia?. El enorme farallón rocoso que tiene encima, conocido actualmente como los Acantalidos de Cienfuens, aunque hemos visto que el topónimo original era la Roca de Toba, es el orígen de esta surgencia. La cima de este farallón rocoso está constuida por una enorme meseta kárstica que tiene un lapiaz muy desarrollado, en un paraje denominado como PACO AS LIANAS, aunque actualmente pasa desapercibo por la gran cantidad de vegetación arbustiva que hay en superficie y que oculta la roca karstificada.El Paco As Linas es el punto de absorción de aguas de este sistema subterráneo por el que se filtra toda el agua de lluvia. En este punto es imposible encontrar agua en superficie ya que está toda filtrada.
La karstificación del terreno ha provocado la existencia de cuevas y simas. Destaca la cavidad conocida como GRIMAS DE LOBARTAS, más conocida en el mundo de la espelología como la Sima Estéban-Felipe, de desarrollo principalmente vertical y dentro de la zona de absorción del Paco As Lianas.
Boca de la Cueva del Toro y barranquera a sus pies que delata su funcionamiento en el pasado como surgencia.
Hacia la vertiente que mira al fondo del valle encontramos las bocas de las antiguas surgencias por las que salía en el pasado, al igual que funciona actualmente la Surgencia de Cienfuens, el agua que se filtraba por el Paco AS Lianas. Destaca por un lado la Cueva del Toro, ya descrita anteriormente de forma pormenorizada en este blog. Si os acercáis a verla, y sobretodo si la contemplais desde la vertiente del valle que baja del Pico Gabardiella, podréis apreciar la barranquera que baja desde la boca hasta el fondo del valle, testimonio geológico que delata que en el pasado esta cueva funcionaba como surgencia de todo este sistema.
Boca de la Cueva del Toro a la altura del río Flumén desde la cola del Embalse de Cienfuens
La CUEVA ARTICA es otra de las cuevas que en el pasado también funcionó como surgencia aunque los rasgos geológicos que la delatan no son tan evidentes como en la Cueva del Toro.
Interior de la Cueva Ártica muy concreccionado.
Quería acabar el año con este pequeño monográfico sobre el Valle del Flumén, mostrando alguno de los secretos de la Sierra de Guara, y divulgando parajes que hasta ahora permanecían ocultos por las aguas de los pantanos de los embalses de Belsué y Cienfuens. Ese día no encontramos lo que buscábamos pero nos dimos de frente con esta sopresa, asi que volvimos a casa con las manos llenas, oportunidades como éstas no se tienen todos los días.
6 comentarios:
Apasionante prepirineo!!!!
Guapa y divulgadora entrada!! Yo también me había preguntado por la toponimia de Cienfuens!!! Era demasiado evidente!!
Enhorabuena por el hallazgo. Muy bien documentado todo. Iteresantísima entrada. Un saludo.
Excelente trabajo!! Muy buena entrada!
Excelente trabajo!! Muy buena entrada!
Muchas gracias por vuestros comentarios, me alegro que os haya gustado la entrada.
Salud(os)
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