LOS VOLCANES DE LOS PIRINEOS ORIENTALES
El Croscat, el volcán más grande la Península Ibérica.
Volcanes. Esa es la palabra que define este Parque Natural. Nada más y nada menos que unos 70 cráteres y conos volcánicos y unas 20 coladas basálticas. Es el paisaje volcánico mejor conservado de toda la Península Ibérica. Un vulcanismo latente pero no extinto. Las últimas erupciones tuvieron lugar en esta zona hace unos 10.000 años, que en términos geológicos, es apenas un suspiro, y la zona sigue teniendo gran actividad sísmica, a destacar los grandes terremotos de finales del S.XV que arrasaron completamente esta comarca.
Esta zona se ubica a los pies de los Pirineos, a unos 40 km desplazados hacia el sur de la dorsal pirenaica, y sin duda alguna la existencia de este vulcanismo está íntimamente ligada a la formación de esta cordillera, en la que chocan las placas continentales africana y europea.
Volcán de Rocanegra.
Gedrera del Volcán de Rocanegra.
La principal área de concentración de conos volcánicos se ubica en la llanura de la población de Olot, capital política y administrativa de esta comarca y en dónde ubicamos nuestro campo base para visitar esta zona. Olot tiene una particularidad que la hace muy singular, ya que es la única ciudad de la Península Ibérica que tiene volcanes dentro de su casco urbano, tres en concreto.
El Volcán de Puig Subiá.
El otro sector importante de concentración de conos volcánicos dentro del Parque Natural se ubica en el Valle del Río Ser, dónde se ubican los volcanes más conocidos: el Croscat y el Santa Margarida. Es la zona más turística y la que visita más gente.
Lava solidificada en medio del bosque.
En el borde del crater del Volcán de Santa Margarida.
En nuestras recientes vacaciones de Semana Santa por las estribaciones de los Pirineos Orientales, nos centramos principalmente en recorrer este Parque Natural, con la intención de visitar el mayor número posible de volcanes y de coladas basáltica. La excursión típica que hace todo el mundo es la que visita los volcanes del Croscat y del Santa Margarida pasando por la Fageda d´en Jordá, es una ruta muy dominguera, perfectamente señalizada y que cualquiera puede hacer sin problemas. A nosotros se nos antojó corta y decidimos ampliarla enlazando a nuestro antojo con el resto de rutas que iban a los volcanes cercanos, en ocasiones esos enlaces fueron circulares, en otras tocó ir y volver por el mismo sitio, pero no pasaba nada, no todos los días se visitan volcanes y no nos importaba estar todo el día pateando. Ampliamos la ruta hacia los volcanes de Rocanegra y Puig Subiá y el Volcán de Fontpobra. En total unos 22km y cerca de 700m de desnivel que nos tuvieron entretenidos casi todo el día.
El Volcán de Fontpobra.
Coladas de ceniza volcánica en el Volcán de Fontpobra.
Tal vez el volcán que más impresione sea el Croscat. Es el volcán más grande toda la Península Ibérica, su cono tiene 160 metros de altura. Y también es el volcán más jóven, la última vez que entró en erupción fue hace 11.000 años. Este volcán fue utilizado hasta hace muy poco como cantera, por lo que en una de sus caras hay una enorme cicatriz en forma de quesito, que por un lado es fea, pero que por el otro lado nos permite contemplar en la actualidad las entrañas del volcán. Aún se puede ver en la parte superior del corte la chimenea volcánica, aunque está a punto de colapsarse por la erosión actual.
Frente a la gedrera del Croscat.
Coladas de lava y ceniza volcánica del Croscat, una maravilla de sitio.
El paisaje es singular y sorprendente, son unos Pirineos diferentes, muy diferentes, aquí los valles y las altas montañas son sustituidos por los volcanes y las coladas basálticas que escupieron desde sus cráteres.
Paisaje volcánico a los pies del Croscat, aunque no lo parezca, estos son los Pirineos.
Como he comentado antes, la ciudad de Olot es la única localidad de la Península Ibérica que tiene volcanes dentro de su casco urbano. La mayoria de la gente se queda en la zona del Croscat y del Santa Margarida pero se olvida de visitar los volcanes de esta ciudad. A nosotros no se nos escaparon, la verdad es que nos resultaba muy curioso este sitio.
Los volcanes urbanos de la localidad de Olot: el cráter del Volcán de Montsacopa.
Los volcanes urbanos de la localidad de Olot: el Volcán de la Garrinada.
Los volcanes urbanos de la localidad de Olot: el Volcán de Montolivet.
Esta zona no sólo nos sorprendió por los volcanes. Nos llamó mucho la atención lo verde que era, y la enorme masa forestal que atesora. Desplazada unos 40 km al sur de la cordillera pirenaica, a escasos 700 metros altitud y muy cerca del Mediterráneo, lo normal es que fuera una zona más bien seca. Pero la escasa altitud favorece la concetración de nieblas en los momentos de inversión térmica y la propia geografía de la comarca favorece que los conos volcánicos agarren la humedad procedente del cercano Mediterráneo. A esto hay que sumar que los suelos son extremadamente fértiles por las cenizas y lavas volcánicas. Todo esto favorece el desarrollo de densos bosques que ocultan completamente las laderas de los volcanes, a destacar la Fageda d´en Jorda, considerado como uno de los mejores bosques de hayas de los Pirineos y ubicado en una latitud muy meriodional, cuya existencia sería imposible en condiciones normales; de hecho, este bosque se levanta sobre la colada del lava que escupió el Croscat en su última erupción. En ciertos momentos, me recordó esta zona a los Pirineos Atlánticos por lo verde que era.
La Fageda d´en Jordá, un hayedo único en la cara sur de los Pirineos que se ubica sobre la colada de lava que hay a los pies del Croscat.
Fuera de esta zona podemos visitar más sectores con evidencias de vulcanismo. Castefollit de la Roca es uno de los más curiosos, un pueblo medieval construido sobre la proa de una enorme colada basáltica y que no os tenéis que perder si os acercáis por esta zona.
La colada basáltica de Castefollit de la Roca.
Es increible la gran diversidad de paisajes de la cordillera pirenaica, tanto en su vertiente norte o vertiente sur como en ambos extremos de los Pirineos. Los volcanes del Parque Natural de la Garrotxa es magnífico ejemplo de esta diversidad. Si no lo conocéis y tenéis curiosidad por ver unos Pirineos diferentes, no dudéis en acercaros hasta aquí, sin duda alguna, el viaje merece la pena.
1 comentario:
Hola Ruben.
Sin duda Olot, es un buen campamento base para moverse por la zona. A mi me gusto mucho, aunque solo pude hacer una incursión por este parque, y como es natural hice la clásica del crossat, Santa Margarida, y la Fageda d'en Jordá.
Como bien dices sorprende el verdor de la zona, y también las grandes masas forestales, tanto por el hayedo, como por los robledales.
Sin duda, una zona para conocer!!!
Un saludo.
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