DESCENSO DEL BASENDER

Este verano el barranquismo ha sido una de las pocas cosas que me ha dejado hacer mi lesión. Actividad ésta que practicaba en el pasado con una cierta asiduidaz pero que ultimamente la tenía completamente olvidada. No es que sea una de las actividades de montaña que más me guste, pero hay que reconocer que es muy divertida y muy refrescante en el verano.

Como bien es sabido, la Sierra de Guara es uno de los paraisos europeos para la práctica de este deporte. En un corto espacio se concentran una gran cantidad de barrancos que guardan descensos de gran belleza, algunos de ellos de fama internacional.

He de reconocer que las aguas bravas no son mi fuerte y encima soy friolero en el agua a más no poder. Digamos que soy de secano. Por eso he descendido en la Sierra de Guara más barrancos secos que acuáticos.

Marcha de aproximación a la cabecera del barranco con el Vero de fondo.

El finde pasado me fui con la familia a descender el Basender. Si no cuento mal, era la sexta vez que hacía este descenso.Este barranco es un afluente seco del Vero y es ideal para iniciar a la gente en las técnicas del rapel ya que es muy sencillo y con rapeles limpios y de escasa altura (el más alto mide 14 metros). Pero además de su sencillez y escaso compromiso, el descenso tiene tramos de gran belleza con algunas galerias perfectamente excavadas en la roca en las que podremos observar el cauce fosilizado del barranco.

Mi padre en los primeros rapeles

Disfrutando del descenso

Esta vez tocaba iniciar a mi hermana en las técnicas de rapel. Al principio, el miedo típico de los principiantes cuando tienen que echar la espalda hacia el vacio pero enseguida le pilló el tranquillo y acabamos disfrutando todos como enanos. Actividad disfrutona, ideal para enseñar a la gente y para crear afición en este deporte.

Mi hermana haciendo sus primeros pinitos con las cuerdas



Las preciosas galerias excavadas en la roca del Basender


Rapel de salida al Vero