Ha llegado el buen tiempo y nos hemos lanzado este finde al Pirineo para combinar una de las actividades que practico desde hace muchos años, el montañismo, con la más reciente y última de mis aficiones, la espeleología.
Los dos días de actividad nos han permitido iniciarnos en las cavidades de alta montaña en dos escenarios que tanto significan para el mundo de la espeleología: el Macizo del Cotiella y el Cañón de Añisclo.
Patear unas horas de aproximación subiendo montañas de varios cientos de desnivel para luego meterse en cavidades-vaya pepinos de cavidades-que tienen varios kilometros de desarrollo es una actividad que nos ha encantado y que hemos disfrutado con mucha intensidad estos días. Además, salir a la luz de las entrañas pirenaicas y encontrarte en el exterior de la boca de la cueva un paisaje de montañas nevadas es una experiencia alucinante que no se puede pagar ni con todo el oro del mundo.
Os dejo el vídeo con todo lo que ha dado de sí este fin de semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario