NUESTRA PRIMERA TOMA DE CONTACTO CON LOS BARRANCOS DE LOS ALPES MARITIMOS.
Las aguas turquesas cristalinas que tan famosos hacen a los cañones de los Alpes Marítimos.
En nuestro primer día de estancia en los Alpes Martímos no perdemos el tiempo y lo dedicamos a barranquear. La paliza de coche del día anterior (maldita carretera qué larga se hace, es el precio que hay que pagar siempre que se va a los Alpes) nos deja tocados, al día siguiente nos levantamos cansados y no madrugamos.Decidimos empezar por algo asequible y disfrutón por lo que nos decantamos por el Barranco de Barbaira.
Para ello, tenemos que cruzar la frontera y desplazarnos a territorio italiano. En teoría no está lejos en coche, apenas 35 km, pero menuda carretera, aún soñamos con ella. Empinada, estrecha, sin visibilidad en las curvas y sin huecos dónde recular y encima a la ida con mucho tráfico, menudo festival cada que te encontrabas con un coche de frente y no había ni un sólo apartadero dónde poder recular. Y todo esto, después del palizón del día anterior, pues como que llegamos un poco quemados a Rochetta-Nervina, punto de partida de nuestro barranco.
Rochetta-Nervina es una preciosa y turística población medieval de los Alpes Ligures. Para aproximar al barranco tendremos que atravesar todo el pueblo y cruzar un puente sobre el río que vamos a bajar.
Atravesando las calles de Rochetta-Nervina en la aproximación.
La siguiente curiosidad pasa por el "impuesto" que tenemos que pagar para poder descender el barranco. Nada más salir del pueblo, el camino pasa por una caseta en la que te obligan a pagar. Estés de acuerdo o no, es lo que hay, asi que os chivo un par de trucos para que no hagáis el primavera como nosotros. A partir de las 14:00h, no hay nadie en la caseta, asi que no se paga si entráis por la tarde. También tenéis la opción de deshacer el camino de aproximación hasta la presa que marca el fin del barranco y desde aquí enlazar con el camino de aproximación. Esto lo sé ahora, ese día nos tocó talegar 4€/persona.
Nuestro "peaje" para entrar al cañón.
El cañón tiene dos entradas. Para la parte superior hay que remontar hasta el Ponte Pau, 1h15min de pateo, para la parte inferior, más interesante, hay que ir hasta el Ponte Cin, 45min de caminata. Como no madrugamos, nos comimos toda la aproximación bajo un sol de justicia, y en todo el camino no había ni una sola sombra, menuda sudada. Nuestra intención era hacer el descenso integral, pero entre la calorina que llevábamos encima, que veíamos justo debajo las cristalinas pozas de agua turquesa del barranco y que las reseñas indicaban que la parte superior casi no tenía interés, decidimos entrar por el acceso bajo.
El Ponte Cin, inicio del barranco.
A esa hora entraban muchos grupos. Es un barranco masificado en verano, gracias al "peaje" que hay en la aproximación, se pudieron contabilizar más de 3000 barranquistas en el 2013. Nos preocupaba el tapón que nos podíamos encontrar, de hecho no hicimos el salto del puente para adelantar grupos, luego comprobamos que todas las cabeceras de las cascadas tienen 2 e incluso 3 instalaciones, a cuál de ellas mejor, por lo que no tuvimos que esperar nada en los rápeles.
El Barbaira es un juguetito muy disfrutón, menuda gozada de barranco. Saltos y toboganes de mediana altura, con un caudal lo justo y necesario para darte un atracón de agua sin pasar estrés, disfrutando un montón. Primera toma de contacto con las aguas verdes cristalinas que tan famosos hacen a los Alpes Marítimos. Ahora sí, se ha acabado el estrés de coche y de carretera, esto es exactamente lo que habíamos venido a buscar en este viaje.
Pero si hay algo que destacar de este barranco es la vegetación tan exhuberante que tiene en su interior. De hecho se le considera como el barranco más tropical de esta zona de los Alpes Marítimos. En su zona más estrecha y encajonada presenta una sección de oscuros con abundantes surgencias y zonas de tobas y musgo que atravesaremos nadando por medio de pozas de agua super cristalina, todo un regalo para los sentidos.
Rincones de mucha calidad estética.....
.......y vegetación exhuberante en el interior del cañón.
Barranco para recomendar y un descenso clásico indispensable si estáis por esta zona. Tras el descenso, es casi obligatoria la visita a la población medieval de Rochetta-Nervina.
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