lunes, 8 de diciembre de 2014

PUESTA DE SOL INVERNAL DESDE LA CIMA DEL TOZAL DE GUARA.


MUCHO FRIO, VIENTO Y ESPECTÁCULO DE LUCES Y SOMBRAS EN LA CIMA DEL TOZAL DE GUARA.
 
Puesta de sol en la cima del Tozal de Guara.


Mes de diciembre, nuestro mes de locura de cumpleaños, fiestas y celebraciones, es lo de todos los años, asi que es un mes en el que normalmente tenemos muy poco tiempo disponible para salir al monte. En este Puente de la Inmaculada sólo disponemos del domingo, asi que nos lanzamos a probar suerte con una actividad cercana a Zaragoza en coche y que hacía tiempo que perseguía: ver la puesta de sol desde la cima del Tozal de Guara. ¿Y por qué en invierno?. Por que el viernes disfruté entrenando en Juslibol de noche de una preciosa luna llena y como el domingo lo daban despejado en Guara, pensé que podría ser una buena opción: ver el ocaso del sol desde la cima del Tozal y bajar al coche con la luna llena iluminando nuestras cabezas.
La ruta elegida fue la normal de la cara sur desde Santa Cilia de Panzano, o sea la más larga y la de más desnivel (1.300m) de todas las que suben al tozal. Pero también la más soleada, algo necesario para el día tan frio que daban, y la más despejada (sin árboles ni bosque) lo que nos permitiría disfrutar mejor de la luna llena.Además, Marta no había subido por el sur, asi que también era una ruta nueva para ella.




El domingo no madrugamos, no es necesario, con tal de llegar a la cima del tozal a las 17:25min, que es cuando estaba previsto el ocaso del sol, suficiente. A las 10:00 salimos de Zaragoza con 6º y un cierzo de la leche. ¿Pues igual tenemos condiciones "interesantes" en la cima del Tozal?.
En Santa Cilia, el sol nos calienta y estamos resguardados del viento, nos frotamos las manos por que podemos estar en camiseta, qué ilusos, no sabíamos lo que nos esperaba arriba.




La subida al tozal por esta ruta no la voy a reseñar por que es muy conocida; además, más o menos la he reseñado en este blog en otras ocasiones, por aquí he subido en varias ocasiones en formato trail running, esta vez iré más tranquilo y disfrutaré más del paisaje.
Hasta las inmediaciones del Collado de Ballemona, temperatura buena, pero conforme avanza la tarde, la temperatura cae en picado, y conforme ganamos altura, el viento se hace notar cada vez más.

Marta sobre el Poljé de los Abelés.



A partir del Nevero, el viento el viento es muy incómodo y nos tenemos que abrigar hasta las trancas. A partir de este punto, nos quedamos totalmente desprotegidos ya que la ruta de ascenso va por la divisoria de la línea de cumbres y el viento nos golpeaba con mucha fuerza.
Las condiciones meteorológicas pasaron a ser severas con una sensación térmica de -15º. Marta decide darse la vuelta, el frio tan intenso la ha asustado y no está disfrutando nada; además, vamos los dos con guantes de forro polar y lleva las manos entumecidas, hemos subestimado la montaña, no pensaba que iba a ser tan fria. 
Yo veo la cima del Tozal tan cerca y decido intentar la cumbre aunque no me apetece nada dejar a Marta sola descendiendo hasta el coche; además, me empiezan a preocupar los pies, al haber poca nieve he decidido subir con las zapas de trail y claro, no son adecuadas para este frio tan intenso. Quedan 40 min para la puesta de sol, asi que, como estoy tan cerca, decido tocar chufa en la cumbre y si en la cima hace tanto viento, me daré la vuelta por que el frio que tengo en los pies es muy intenso. 


Cabalgando sobre la divisoria de cumbres, frio muy intenso y fuerte viento.


Tras pasar el último collado, la propia ladera del tozal me hace de parapeto y como por arte de magia desaparece el viento. Genial, si en la cima no se puede estar, me quedaré aquí resguardado y subiré para estar el tiempo justo de ver la puesta de sol y hacer las fotografías. Pero es que en la cima del Tozal, aunque soplaba el viento y hacía mucho frio, más o menos se podía estar, lo que cambian las condiciones en la montaña en unos pocos cientos de metros.
Además, he conseguido que los pies me vuelvan a entrar en calor asi que llego con tiempo justo para disfrutar en total y absoluta soledad de una preciosa puesta de sol invernal en la cima del Tozal de Guara. Al ser la cima más alta de todo el prepirineo y al estar desplazada hacia el sur sin una sola montaña que le haga sombra entre ésta y el Pirineo, es un mirador excepcional, con unas perspectivas muy ámplias que me permitirán disfrutar de una puesta de sol maravillosa.
El ocaso de sol fue magnífico pero lo más sobresaliente fue poder contemplar la sombra del tozal proyectada hacia el macizo del Cotiella sobre todo el Valle de Nocito. Fue increible este espectáculo, duró unos pocos minutos, justo cuando se estaba ocultando el sol, solo por ver esto mereció la pena pasar tanto frio.
Una pena que Marta se diese la vuelta, pero el frio era muy intenso y había que estar muy loco para quedarse alli a echar fotografías. Y a la vuelta la luna llena iluminando nuestro descenso, a Marta la pillé en los Manantiales de Fondarriés (en cuanto pasé la zona de hielo, hice el descenso corriendo), y juntos hicimos el retorno hasta el coche.
Unas pocas fotos del espectáculo que pude disfrutar ayer en la cima. A veces las locuras tienen su recompensa:


La Sierra de Tendeñera desde el Tozal de Guara, poca innivación para estas fechas.




Se empieza a proyectar la sombra del Tozal sobre el Valle de Nocito.


El Tozal de Cubilars y la divisoria de cumbres "encendidas" por los últimos rayos de sol.


Cumbre del Tozal de Guara, estoy completamente sólo.


Hacía un frio del carajo pero mereció la pena el esfuerzo.


El sol se oculta sobre el horizonte.


El premio grande del día: la cima del Tozal de Guara proyectada  por últimos rayos del sol hacia el Cotiella sobre el Valle de Nocito, duró unos pocos minutos, qué guapo!!!!!.

4 comentarios:

David dijo...

Que enfermos podemos llegar a estar...

Eduardo Pardo dijo...

Hola Rubén, pues yo tuve en mente ir el domingo al Tozal de Guara, pero vi que daban temperaturas bajas, y fuertes rachas de viento, así que al final me fuí a las hoces del río mesa, que hay estaba protegido del viento. Bonitas fotos, yo no se si hubiese tenido narices de ascender, seguramente hubiera hecho lo mismo que Marta :). Un saludo

carmar dijo...

Soledad casi impuesta en una cima que en invierno se pone seria, pero que te ha permitido hacer unas fotos de lo más atractivas. El descenso a la carrera, en pos de ella, fue lo suyo;)Salud y Montaña.

RUBEN dijo...

-David, y lo peor de todo es que a nuestros años ya no tenemos remedio.
-Eduardo, en cuanto bajó el sol las condiciones pasaron a ser bastante severas, pero al final mereció la pena el esfuerzo.
-Carmar, no es la primera vez que estoy solo en la cima del Tozal de Guara, la verdad es que en esta cima he vivido momentos muy buenos.
Salud(os) a los tres.