lunes, 9 de agosto de 2010

PICOS DE ERISTE

En las vacaciones he tenido la ocasión de subir a los Picos de Eristes por el Valle de la Ribereta, los ultimos tresmiles que me quedaban por hacer del Macizo del Posets. A falta de compañeros me tuve que subir sólo, tenía muchas ganas de hacer estas cumbres y era una ocasión que no podía desaprovechar. La actividad me ha dejado muy buen sabor de boca ya que tuve la suerte de practicar un tipo de montañismo y con una mentalidad que se está perdiendo a marchas forzadas.
Lejos de pistas forestales y carreteras, de la comodidad de los refugios-hotelitos de montaña y de vías normales masificadas, la ruta por la que opté fue la más salvaje, solitaria, dura y larga que se puede elegir para subir a unas cumbres que ya de por si están muy alejadas. Esto me costó dos días muy intensos y duros de actividad, 2200 metros de desnivel positivo acumulados y un vivac precioso en un sitio que más solitario no podía ser.
En este blog no hago descripciones pormenorizadas de las actividades que realizo pero esta vez, debido a la calidad y a la poca frecuentación de la actividad realizada, voy a hacer una excepción:


Para subir a los Eristes por esta ruta tendremos que dejar el coche en el Santurario de Guayente, junto a Eriste, a unos 1100 metros de altitud. Desde aquí, sale una senda muy marcada en dirección al Valle de la Ribereta.


El inicio de la senda es duro y gana altitud con rapidez por encima de la villa de Eriste. Una vez giremos por la loma de montaña, podremos ver a nuestra izquierda la entrada del valle colgado de la Ribereta y abajo a la derecha la pista forestal que sube al Refugio del Angel Orús (ver imágen inferior).

En cuanto entramos en el valle la senda se vuelve más difusa a la vez que disminuye el desnivel a subir. La mayor parte iremos llaneando aunque en ocasiones tocará subir algún repecho que nos irá depositando en la parte superior del valle. Estamos en un lugar salvaje y solitario, muy poco frecuentado por los montañeros. Está tan poco frecuentado que en diversos tramos la senda se pierde entre una vegetación muy espesa. En la foto inferior podéis ver uno de esos tramos selváticos en los que la vegetación me llegaba hasta los sobacos.

En unas tres horas (a mi me costó dos horas y media con la mochila de porteo pero iba a fuego), nos plantaremos en un paraje denominado la Aigueta de la Ball, justo en el inicio de la subida que marca el final del valle. En este bucólico sitio, a unos 2000m de altura, es dónde montaremos nuestro vivac.

Como veis, el sitio es precioso. No quedan muchos valles vírgenes en los Pirineos y éste es uno de ellos. Y si os gusta la soledad y disfrutar de la alta montaña alejados de las grandes multitudes, estáis en el lugar ideal. Por supuesto, no me encontré a nadie, ni falta que hacía, en toda la jornada de aproximación.


Este es el emplazamiento de vivac. Es un lugar de grandes praderas y riachuelos por lo que no os faltará agua en ningún momento.



El vivac es ideal para fraccionar las dos largas jornadas que nos llevarán para subir a los Eristes por esta ruta y para descansar. Y más vale que descanseis bien por que al día siguiente el terreno no nos dará ni un minuto de tregua.
Si hay poca gente que suba a la Ribereta aun menos sube a los Eristes por esta ruta por lo que a partir del emplazamiento del vivac se acaban los mojones y las indicaciones. Esto nos exigirá haber estudiado bien la ruta, por que es muy compleja, y tener muy desarrollado nuestro sentido de orientación en la montaña y no precisamente para no perdernos sino para no embarcarnos y complicarnos la vida más de lo necesario.
El inicio de la jornada siguiente sólo lo puedo calificar como terrorífico. Hay que salvar una cascada de agua que baja de los ibones de Bagueña por una ladera de piedra sueltas y un corredor muy empinado.

En la siguiente foto podéis ver la terrorífica subida a los ibones de Bagüeña desde el emplazamiento del vivac. La ladera inicial de piedras sueltas y el corredor oblicuo son muy empinados, tanto que salvaremos 500 metros de desnivel en muy poco tiempo. Técnicamente es sencillo pero físicamente es durísimo y lo peor de todo es que, debido a la inclinación y al tipo de terreno, la bajada será aun más dura que la subida. Creo que es lo más duro en desnivel que he subido en los Pirineos.

Tras darnos la paliza de subir por el mencionado corredor, llegaremos al ibón inferior de Bagüeña, desde dónde podremos ver, por primera vez en toda la actividad, las cumbres que vamos a subir. Vamos a encadenar tres cumbres y lo haremos por sus vías normales. A través de su cresta, podriamos encadenar las tres cumbres pero exige pasos de escalada y la roca está muy suelta asi que como voy solo, subiremos por sus vías normales siguiendo la ruta marcada en la imágen.

Desde el ibón inferior, subiremos a las Basetas de Bagüeña desde las cuales giraremos al norte para acercarnos a la base del Eriste Sur, nuestro primer objetivo. El terreno sigue siendo duro y no hay ni un sólo mojón por lo que tendremos que avanzar por intuición y buscar el terreno más franco para ganarle metros a la montaña.

Si pensáis que hemos realizado lo más duro, estáis equivocados. La base de los tres picos están protegidos por unos canchales infámes muy empinados en los que daremos un paso adelante y dos atrás. Y lo peor de todo es que tendremos que subir por estos canchales tres veces. Desde la base del Eriste Sur podremos intuir la vía de ascenso y la brecha-paso clave- para ascender al Gran Eriste o Eriste Central.

La muralla del Eriste Sur se puede subir por un sistema de canales y corredores en los que es muy fácil embarcarte si no das con la ruta exacta. No hay ni un sólo mojón hasta que no llegas a los pasos clave por lo que tendremos que agudizar al máximo nuestra intuición para avanzar por la Alta Montaña. Si acertamos con la ruta, técnicamente es muy sencilla y nos depositará de forma rápida en la primera cumbre del día: el Eriste Sur.

Más abajo, podremos identificar el Ibón Chelau que marca la ruta más asequible que sube a los Eristes desde el Puerto de Sahún y los Ibones de Barbarisa.


Para ir al siguiente pico hay que bajar perder metros desnivel y bajar hasta la base para flanquear el pedregal infame y subir hasta la brecha que separa el Eriste Sur del Central. Esta brecha es el paso clave para subir al Eriste Central y marca la diferencia entre subir de forma sencilla hasta su cumbre o embarcarse hasta las orejas. La brecha es la más cercana al Eriste Central y no hay mojones hasta que estás debajo de ella.
Desde la brecha se pasa a la vertiente opuesta y por una canal muy descompuesta marcada con mojones-por fin, que alegría verlos-se llega facilmente a la cumbre del Eriste Central.



Continuamos la actividad y eso que ya vamos inflados, qué lejos está esto y que duro que se hace llegar hasta aquí!!!!. Para ello, descenderemos la canal, atravesaremos otra vez la brecha y de nuevo volveremos a la pedrera infame para rodear el Eriste Norte por su base.


Esta vez hemos tenido que perder más metros de desnivel y lo peor de todo es que para recuperarlos lo tendremos que hacer por nuestra querida pedrera. No tengo muy claro la ruta que voy a emplear pero lo que si que tengo claro es que no me voy a complicar la vida. Por ello, gano altura poco a poco y alcanzo la arista que comunica el Eriste Norte con el Collado de Millás. Hasta que no llego a la arista no encuentro mojones, pero una vez en ella una línea de mojones me llevan, salvando los pasos más complicados por el sur, hasta la ultima cumbre del día: el Eriste Norte.


Panorámica de las cumbres ascendidas desde la cima del Eriste Norte. Podéis apreciar los empinados canchales que hay en su base y que tendremos que subir y bajar hasta tres veces.


Y otra vista preciosa del Posets y de la famosa cresta Posets-Espadas, mi primera cresta pirenaica y que tuve la suerte de recorrer hace más de 10 años!!!!!!.


Lo peor de esta ruta es que la bajada hasta el vivac casi es peor que la subida, sobretodo el canalón que salva la cascada inicial que cae de los ibones de Bagüeña. Menudas agujetas al día siguiente, pero no importa, el esfuerzo ha merecido la pena, he subido a los Eristes por la ruta más solitaria y salvaje que hay, en todo el valle de la Ribereta no me he encontrado con nadie y he vuelto a practicar un tipo de montaña y con una mentalidad que particularmente es la que más me llena.

4 comentarios:

Abel dijo...

Magnífica ruta Rubén!!,...envidia me das que a mi me faltan los Eristes, pero yo hubiera optado por la cresta para evitar tanta pedrera. Saludos!

RUBEN dijo...

La cresta tiene ambiente, es para hacerla con compañero y yo iba solo asi que me tocó sufrir la pedrera.
Saludos Abel

David dijo...

Bonito recorrido. Yo lo hice parecido en 2007. Mas detalles en

http://davidmalabarista.spaces.live.com/blog/cns!6B8EB86AEEF88705!3241.entry

Dormi en un bucolico refugio, subí mas arriba para acceder comodamente hacia los Eristes mas alto, y evitar el desagrable pedregal; perdoné el último central que ya lo tenía, y me baje por Barbarisa, a Sahún por un bonito sendero completando un bonita circular!!

Iñaki dijo...

Yo tb intenté los Eristes por la misa ruta que tú, pero el día anteriopr había subido al Aneto y bastante tuve con llegar al pie de la cascada para dormir. A ver si convenzo a Abel, o a cualquier otro, y hacemos la cresta!!!!