Las Planas de María tras hacer el Nisupu cuesta arriba.
Parece mentira pero ya nos hemos plantado en el mes de abril. Poco a poco se van sucediendo las diferentes etapas de mi preparación para afrontar los objetivos fijados para el 2013. Desde la Carrera del Ebro ha habido luces y sombras. No me recuperé del todo bien del esfuerzo de esta carrera y casi sin parar he dado comienzo a una nueva fase de entrenamientos, mucho más intensa que la anterior. Mi organismo ha respondido por su punto más débil, que en estos momentos son mis pies, por lo que tengo de nuevo mi fascitis plantar en pleno apogeo.
En este ultimo mes ha habido algun día realmente malo en el que casi no podía ni andar y no me estoy refiriendo a los entrenamientos sino incluso a la vida diaria. También tengo que reconocer que esos días estuve muy desanimado. No obstante, no pienso dar ni un paso atrás, está claro que esto es duro, y el que no tenga fascitis, tendrá tendinitis, lumbalgia, o las rodillas petadas, preparar una ULTRA tiene estas cosas, asi que a levantar los ánimos y a luchar a muerte por los objetivos.
Claro que una cosa es querer y otra poder. Tengo claro cuál es mi punto débil y mis limitaciones, asi que estoy trabajando para adaptarme a ellas y que esto no me impida continuar adelante. De momento, me está saliendo bien la jugada, aguanto bastante bien el ritmo de los entrenamientos que me he fijado, algunos días acabo dolorido pero estoy incidiendo mucho en los estiramientos y en los ejercicios para fortalecer la planta de mi pie lo que me está permitiendo aguantar el tute que me estoy metiendo. Me gustaria dar un punto más de dureza a los entrenamientos pero tal y como están las cosas, me conformo con calzarme las zapatillas y entrenar como lo estoy haciendo.
El río Huerva desbordado a mediados del mes de marzo, habrá que subir a las Planas por otro sitio.
Estas semanas han sido muy potentes meteorológicamente hablando. Me ha tocado hacer algunos rodajes largos bajo una intensa cortina de agua. La primavera ha llegado y salen días de buen tiempo en los que la peña se anima a entrenar y es fácil ver gente corriendo por los Galachos y los Acantilados de Juslibol, que es por dónde normalmente entreno. Pero son precisamente los días de mal tiempo, en el que tú eres el único loco que se está machacando y que está pasado frio bajo la lluvia, los que te das cuenta que la progresión es buena y que esto marcha hacia adelante.
Las fuertes lluvias y las continuas precipitaciones han hecho efecto sobre nuestros ríos, afectando al trazado de alguno de los parajes por dónde entreno y obligándome a adaptar los recorridos. El lunes pasado fui testigo en persona de la llegada de la punta de la riada del Ebro a los Galachos de Juslibol anegando en tan sólo 2h toda su llanura de inundación. Los caminos que a mi ida estaban secos, 2h después estaban bajo las aguas. Sabía que el Ebro podía crecer muy rápido pero no me podía imaginar que tanto, si me llego a despistar un poco más ese día tengo que salir de ahí nadando.
¿Y ahora cómo salgo de aquí?. 2 horas antes estaba todo seco.
Los efectos de la riada del Ebro sobre el Galacho de Juslibol (foto tomada desde los escarpes del Ebro).
La Plana y los Barrancos de María continúan siendo mi "plan b" para esos días en los que dispongo de más tiempo.También me he visto afectado por la crecida del Huerva, hubo un día en el que tuve que dar marcha atrás y no pude cruzar el río por que estaba desbordado.
La verdad es que disfruto un montón recorriendo las duras y empinadas sendas que bordean los barrancos que suben a la Plana. Ya ha caido algun "Nisupu" cuesta arriba combinándolo con el Sillón de María y también he salido algún día a explorar el fondo de los barrancos que veo desde las crestas cimeras, descubriendo rincones realmente preciosos en terreno técnico puramente de montaña.
Los profundos barrancos de María de Huerva, terreno de montaña puro y duro.
Y esto es el resumen de todas estas semanas de entrenamientos. El cohete va con todos los motores encendidos y rumbo a su cita de primeros de junio, esperemos que no tenga que pasar antes por el taller. Y como apertivo, el próximo 14 de abril estaré en la línea de salida de la OSAN CROSS MOUNTAIN , una carrera de montaña de montaña de 17 km y unos 1.000 metros de desnivel positivo de la que me han hablado maravillas, a ver qué tal se me da y cómo se porta mi pie.
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