lunes, 13 de mayo de 2013

BARRANCO DE CHIMIACHAS


VARIANTE DE ENTRADA POR EL PASO LEN-LOS ARTICAZOS


Rapel en la Cocineta.


Tengo que reconocer que el Barranco de Chimiachas era una asignatura pendiente desde hace tiempo. El verano pasado, cuando bajamos el Vero y enseñé a mis amigos y familiares la famosa sala de la Cocineta, me despedí de él con "hasta pronto", vamos que tenía claro que no iba a demorar mucho su descenso.
Este fin de semana los caudales generosos que actualmente hay en la Sierra de Guara y la buena meteo anunciada han atraido a decenas de barranquistas, menudo movimiento de furgonetas y de coches que había el sábado. Asi que mientras la peña ha estado haciendo filas en los barrancos más masificados de Guara (Mascún Superior, Fornocal, Formiga), nosotros nos hemos sacado de la chistera un descenso solitario, deportivo y disfrutón a más no poder.
Mientras preparaba durante la semana la actividad y me empollaba las reseñas, leí en la Guía de Salamero que el Chimiachas tenía un escape antes de la Cocineta por una faja denominada Paso Len. Me llamó la atención este dato, me puse a investigar un poco y me enteré que el Paso Len formaba parte de un sendero imposible que había sido recuperado recientemente y que antaño comunicaba las poblaciones de Alquezar y Lecina por la margen derecho del Vero. Esto ofrecía una alternativa de acceso al barranco bastante interesante y además, por lo visto, el sendero recuperado era muy espectácular. ¿Ummm, y si accedemos al Chimiachas por aquí, nos picamos la parte superior del barranco que es la menos interesante, y nos conocemos uno de esos rincones salvajes de Guara que tanto nos gustan?. No encuentro reseñas de nadie que haya hecho esto, y aunque seguramente no hayamos sido los primeros en entrar al Chimiachas por aquí, decidimos arriesgarnos, lanzarnos a la aventura y probar esta variante de acceso al barranco.


Dado que tendremos que portear bastante peso en las sacas, entre cuerdas y neoprenos, en vez de salir desde Alquezar, decidimos salir desde San Pelegrín y asi nos ahorramos casi 40min de camino. Esta variante, utilizada actualmente por las empresas de aventura para acceder al Vero por la Visera, aunque está señalizada, es un poco liante y cuesta un poco orientarse por la red de pistas existentes, pero bueno, hay muchas reseñas y no os costará llegar al punto de partida. Una vez situados en los 2 grandes montones de piedras que hay en la pista de las Balsas de Basacol, sólo hay que seguir los carteles y la senda que nos lleva al Ciervo de Chimiachas. El camino, en este punto, ya promete por las vistas, y sube primeramente un fuerte repecho para superar las paredes y los abrigos plagados de pinturas rupestres de Quizans. Una vez superada esta pared, encontraremos un letrero que nos desvía del camino principal y nos lleva a la derecha por la senda del Paso Len.

Contraluz en la Cueva Grasa.


El Paso Len forma parte de una senda recuperada recientemente que, a través de pasos imposibles en medio de las paredes y acantilados del Vero, comunicaba Alquezar con Lecina. Al principio el camino está muy vestido pero se encuentra bien señalizado y pasa por varios abrigos y pequeñas cuevas como la Cueva Grasa.
El descenso es vertiginoso y nos acerca a unos acantilados en los que te preguntas cómo narices vamos a pasar por aquí sin tener que sacar las cuerdas. Enseguida llegamos al Paso Len, una faja rocosa natural con bastante ambiente que permite flanquear una pared vertical que obstaculiza nuestro paso. La faja está equipada actualmente con una sierga para asegurarse con el arnés pero con cuidado y paso firme se puede pasar a "pelo", con el "paso lento", tal y como se denomina a este impresionante sendero. Es alucinante este paso, y un ejemplo vivo de cómo nuestros antepasados conocían perfectamente el medio natural en el que vivían.

El vertiginoso y aéreo Paso Len, un sendero imposible en la margen derecha del Cañón del Vero.


Pero lo mejor de este sendero aéreo, imposible y vertiginoso, son las vistas de la Peña Bobín (también llamada Tozal del Vero) y del tramo medio e inferior del Cañón del Vero. Son unas vistas insólitas, espectáculares y creo que nivel estético y paisajístico es de lo más bonito que he visitado en la Sierra de Guara. Muy guapo.

Insólitas y poco conocidas vistas de la Peña Bobín (Tozal del Vero).


Tras la faja rocosa del Paso Len la senda cae en picado sobre un bosque muy cerrado para acercarnos de forma rápida y vertiginosa sobre las paredes del Chimiachas, al que accederemos tras algun destrepe sencillo y por un sendero muy vestido de vegetación pero actualmente muy bien señalizado. Poco antes de llegar al Chimiachas pasaremos por un abrigo  totalmente oculto por la vegetación denominado Cueva de los Cuchareros, alucinante, que lugar más salvaje y recóndito.


La parte media e inferior del Cañon del Vero vista desde las alturas del Paso Len.


La senda atraviesa y se mete en el cauce del Chimiachas justo antes del inicio de los grandes rapeles que nos llevan a la sala de la Cocineta, y supera las paredes del barranco a través de otra faja natural y aérea denominada Paso de los Articazos, que actualmente está equipada con otra sierga y que se aprovecha como instalación en el descenso deportivo del Chimiachas. 
Hemos tardado 2h aproximadas en la aproximación pero nos lo hemos tomado con mucha tranquilidad, disfrutando del paisaje y haciendo decenas de fotografías.En este punto nos equipamos y nos ponemos el peto de neopreno ya que por el cauce baja un hilo de agua. Lo mejor de todo es que hemos entrado por la parte más bonita, espectácular y deportiva del Chimiachas, evitando la parte superior vestida de vegetación en algunos puntos y menos interesante.

La faja del Paso de los Articazos, dentro del cauce del Chimiachas.


Desde la sierga del Paso de Articazos descenderemos a la instalación de las grandes verticales de esta sección del barranco. En un momento descenderemos 115m fraccionados en 3 rapeles de 45+25+45.


Empieza el disfrute de las cuerdas y los rápeles.


Los 2 primeros rápeles son limpios, en rampa y de sencilla ejecución, aunque ese día estaban mojados por el hilo de agua que bajaba desde arriba y resbalaban un montón.


 El segundo rapel en rampa con el techo de la Cocineta al fondo.


Enseguida nos anclamos en la ultima instalación del techo de la gran sala de la Cocineta. Qué ganas tenía de descender esta sala, el rapel de la Cocineta es uno de los más famosos y bonitos de la Sierra de Guara.


Sobre el techo de la Cocineta, qué ganas tenía de visitar este sitio.


45 metros de rampa muy resbaladiza más o menos vertical nos permitirá descender esta gran sala con forma de cocina aragonesa y que marca la confluencia del Chimiachas con el Vero, configurando un paisaje emblemático y muy reconocible en el descenso del río Vero.Disfrute máximo en este rapel que a pesar de sus 45 metros al final se acaba haciendo corto.

El rapel de 45m de la gran sala de la Cocineta, uno de los rápeles más bonitos de la Sierra de Guara.


 Contraluz de las paredes de la sala de la Cocineta, un sitio muy bonito.


Ya hemos llegado al Vero y a diferencia del Chimiachas, es un río y no un barranco seco por lo que habrá que estar a loro con su caudal si no nos queremos quedar atrapados tras descender el Chimiachas ya que hay que vadearlo de forma obligatoria 2 veces. Hay una badina profunda que llega hasta el pecho, si no estamos en verano, recomendamos el neopreno aunque sólo sea para este tramo. A nosotros nos bastó con el peto y eso que el Vero bajaba fuerte.

Ya estamos en el Vero, ahora toca vadearlo 2 veces.


Para el retorno tenemos 2 opciones: 1. Bajar por el Vero hasta Alquezar, largo pero una combinación muy interesante con el Chimiachas y más si lo hacemos con esta variante de entrada. 2. Retornar andando al punto de partida. Si elegimos la segunda opción, tendremos que vadear el Vero hasta la entrada del Caos de la Visera y buscar en la margen derecha una senda que evita el caos por arriba y que nos deposita, tras una buena subida, en las Balsas de Basacol. Este camino de retorno tiene unas vistas excepcionales del Vero, asi que no es una mala opción y además es la más corta.

Gran bloque al final del Caos de la Visera que marca el inicio de la senda de escape hacia las Balsas de Basacol (imagen obtenida desde el Paso Len, haceros una idea del sitio por dónde va la senda).


El Chimiachas es mucho más que un descenso barranquista ya que la planificación de la actividad nos obligará a realizar un buen pateo con unas vistas excepcionales tanto si le entramos por arriba como si lo hacemos por la variante que realizamos nosotros. Combinar el Chimiachas con la senda del Paso Len supone sumergerse en uno de los parajes más salvajes de mayor interés paisajístico de la Sierra de Guara. Merece la pena realizar el esfuerzo de la aproximación y el retorno de este barranco. Como recompensa, buenos paisajes, naturaleza salvaje y un descenso muy deportivo y espectácular en su tramo final.

 La Peña Bobín (Tozal del Vero) y la Visera, naturaleza mineral y ciclópea en el Cañón del Vero.


La Sierra de Guara, tan cercana y tan desconocida, sigue guardando parajes recónditos e imposibles para el disfrute de aquel que se atreva a conocerlos. Por mucho que creas que la conoces, siempre te acaba sorprendiendo.

2 comentarios:

David Serrano dijo...

Que buena!! Que pena habermela perdido! Avisame para la próxima!!

Eduardo Pardo dijo...

Viendo estas entradas tuyas de barrancos, me ha hecho plantearme el hacer un curso de barranquismo. Yo el barranco de Chimiachas he ido hasta el ciervo. Por cierto ese sendero que va de Alquezar a Lecina, por el paso de Len, ¿sabes si se puede realizar a pie completo?