martes, 16 de agosto de 2016

ASCENSIÓN A LA TORRE BLANCA (2.619M)-PICOS DE EUROPA.

EL TECHO DE CANTABRIA.


Contemplando cerca de la cumbre el abrupto paisaje alpino de los Picos de  Europa.


Por fin llega nuestra primera incursión a la alta montaña de Picos de Europa y lo hacemos por la vertiente cántabra del Macizo Central o de los Urriellus que alberga las máximas altitudes de estas montañas.
Nuestra intención inicial era subir a la Torre del LLambrión, la segunda montaña más alta de Picos Europa, pero luego las condiciones y la gran cantidad de nieve que nos encontramos, nos hizo desistir de nuestro objetivo inicial y obligarnos a trazar sobre la marcha "un plan b" y desviarnos a la cercana Torre Blanca, que tampoco estaba mal, sólo unos metros inferior al Llambrión y la montaña más alta de Cantabria y, para los amantes de los números, la séptima cumbre más elevada de Picos de Europa.
El punto de partida fue Fuente Dé y su famoso teléferico, que salva un desnivel de 753m en tan sólo 4 minutos, y te situa a una cota de 1.823m de altitud. Esto de partida ya no es un buen planteamiento, ya que estamos utilizando medios mecánicos para acercarnos a las montañas, y la verdad no me motivaba mucho usar estas instalaciones. Las montañas de Picos de Europa se caracterizan por sus fuertes desniveles, se pasa casi de cotas inferiores de 200-300m de altitud a las altas cumbres por encima de 2.000m, y todo ello en un escaso margen de terreno que hace que la mayoria de las ascenciones tengan grandes desniveles que se salvan de forma salvaje. Esta instalación nos permite ahorrar tiempo y esfuerzos ya que de otra forma, para plantearse el ascenso de las cumbres de esta zona, tendríamos que emplear al menos dos días o realizar ascensiones del tirón en un día con cerca de de 2.000m de desnivel positivo, sólo aptas para montañeros con una gran forma física.
Como muestra de estos desniveles, fijaros  en la siguiente fotografía tomada desde la base del teléferico de Fuente Dé, los casi 800m de desnivel se salvan de forma salvaje por una canal que hay a la izquierda de la fotografía. Aquí se celebra todos los años el Campeonato de España de Kilometro Vertical, y no por casualidad, por si os interesa os dejo un enlace con imágenes espectáculares de la competición del año pasado para que veáis el arreón tan fuerte que hay para las piernas:



El circo glaciar de Fuente De.

El cable está suspendido directamente entre la estación superior e inferior de la instalación, lo que quiere decir que no hay torres intermedias y que la sensación de vacio y de altura sea intensa, a esto se suma la velocidad a la que se mueve la cabina, vamos que es muy espectácular pero da un poco de mieditor, las personas con vértigo lo pasarán mal.
La primera subida sale a las 09:00 de la mañana, un horario poco montañero, pero no hay otra cosa, o eso o subes andando..........y lo mejor es que estéis por lo menos media hora antes y aun así os tocará hacer algo de cola, pero por lo menos te aseguras el poder estar en la primera subida de la cabina.


El teléferico de Fuente Dé, un poco de miedo sí que da, eh?.


Hay que reconocer que las vistas desde la estación superior del teléferico son magníficas. Desde aquí podemos ver toda la vertiente sur del Macizo Central o de los Urrieles y contemplar gran parte del Macizo Oriental o de Andara.



Empezamos a andar a unos 1.800m de altitud y hasta ahora todo el desnivel lo hemos hecho en teleférico. Esto, como he dicho antes, no me gustaba nada. La cumbre que vamos a subir mide unos 2.600m por lo que el desnivel que tendremos que salvar tampoco es muy elevado. Sin embargo, la guía que llevamos da unos horarios muy elevados para los desniveles que tendremos que afrontar y el punto de partida tan elevado del que salimos, así que, o la guía se equivoca y es muy exagerada en horarios, o aquí hay trampa y estamos minusvalorando estas montañas. Horas más tarde comprobaríamos que era lo segundo y nos alegramos un montón de haber subido en el teléferico........pero vayamos poco a poco.



De momento, vemos que todas las cumbres que nos rodean son muy escarpadas, agujas y montañas de perfil piramidal defendidas por fuertes paredones y crestas afiladas. Desde lejos, no tienen pinta de poderse subir fácilmente.......
Y tampoco se ve una gota de agua a la redonda, ni un solo arroyo o regata dónde poder saciar nuestra sed, asi que la falta de agua será otra de las características a tener en cuenta cuando afrontemos estas ascensiones. 
El inicio de la ruta es muy cómodo, va por una pista de tierra que flanquea la base de la Peña Vieja, uno de los gigantes de esta zona, considerada durante muchos años la montaña más alta de Cantabria. Y los paredones que se alzan sobre nuestras cabezas son de los que quitan el hipo, y no es la única, todas las que nos rodean tienen las mismas características.


Paredones bajo los contrafuertes de la Peña Olvidada y la Peña Vieja en el camino de aproximación hacia la Cabaña Verónica.


La pista la tendremos que abandonar cuando hace un marcado giro a la izquierda cerca de una gran cueva para pillar una senda que sube a la Cabaña Verónica,en un paraje denominado la Vueltona, y que nos lleva directamente a la base de la Torre de los Horcados Rojos, otro pedazo de montaña de aspecto piramidal defendida por paredes verticales y a la que no se llega con las manos en los bolsillos. Esto no ha hecho más que empezar y yo ya voy con la boca abierta........


La Vueltona.


La sendeta sube de forma más o menos cómoda, pero con tramos de fuerte pendiente, hasta las inmediaciones de la Cabaña Verónica, y lo hace por un paisaje lunar y desolado que me recordó muchísimo a las partes más elevadas del Cotiella.


Afrontando los tramos de fuete pendiente de la Vueltona.


Conforme ganamos altura las vistas mejoran aún más si cabe y se nos muestran más montañas, hasta ese momento desconocidas para nosotros. De nuevo, más agujas, pirámides, crestas y paredones, ni una sola loma a la que se pueda subir fácilmente andando.



Pronto alcanzamos la Cabaña Verónica,  a una altitud de 2.325m, el refugio guardado más alto de los Picos de Europa. Es un refugio curioso y pintoresco, que se construyó en 1961 utilizando la cúpula metálica procedente de una bateria antiaérea de un portaviones américano. Es una lata de sardinas en la que apenas caben 6 personas por lo que es muy incómodo. Lo único bueno, es que si vamos jodidos con el tema de la sed, aquí podemos abastacernos de agua, y no por que haya una fuente sino por que se la podremos comprar al guarda del refugio.

La Cabaña Verónica, el refugio guardado más alto de Picos de Europa.


Hasta aquí, la excursión ha sido un paseo, algo largo en distacia, pero todo el rato por pista primero y luego por senda. Estamos a 2.300m de altitud y las montañas más altas de Picos de Europa miden 2.600m asi que no nos debería quedar mucho. Nada más lejos de la realidad, a partir de aquí empieza la actividad propiamente dicha,  la progresión se hará lenta y compleja y nos obligará a perder altura en muchas ocasiones para poder superar los obstáculos que nos encontremos por lo que el desnivel a salvar será mucho mayor del que habíamos pensado. 


Estamos rodeados de paredes, agujas y crestas (Torre de los Horcados Rojos y Peña Vieja)


Para empezar se acaba la senda y entramos en el enorme karts de esta zona de Picos de Europa. Simas, lapiaces, hoyos, sumideros, depresiones, un paisaje duro, agrestre y muy hostil en el que es muy difícil progresar y que es el culpable de que en esta zona alta de Picos de Europa no haya ni una sola gota de agua. Estamos ante uno de los karts de alta montaña más desarrollado del mundo. Recuerda mucho al karts de la zona de Larra en la base del Pico Anie pero a lo bestia y mucho más grande. Para que os hagáis una idea, de las 75 simas de más de 1.000m que hay actualmente en el mundo, 10 están en Picos de Europa, destancando el Sistema de Cerro Cuevón, con 1.589m de profundidad y la quinta cavidad más profunda del mundo. Es por ello, que el karts de alta montaña de Picos de Europa se le haya considerado en más de una vez como el Himalaya de la espeleología.
Pero en esta ocasión no hemos venido a hacer cuevas, sino alta montaña y de momento no nos está decepcionando la zona. Conforme ganamos altura podemos contemplar el Collado de los Horcados Rojos, que comunica la Cabaña Verónica y Fuente Dé con la Vega Urriellu, y se nos muestra por primera vez en estas vacaciones la imponente silueta del Naranjo de Bulnes.

El monolito rocoso del Naranajo de Bulnes asoma sobre el Collado de los Horcados Rojos.


Un poco más arriba del refugio nos encontraremos la enorme depresión kárstica de los Hoyos Sengros, uno de los principales obstáculos a salvar en esta ascensión. Hay que atravesarla intentando no perder mucha altura en dirección a la Collada Blanca.


Los Hoyos Sengrós, al fondo la Torre Blanca y el LLambríon.



Hay un montón de líneas de mojones, lo dificil es acertar con la correcta, la clave es encontrar nada más salimos de la Cabaña Verónica un línea de mojones acompañada de marcas de pintura roja en la roca.
El terreno que tenemos que salvar es caótico y complejo. La orientación está siempre clara (hacia la Collada Blanca) pero el itinerario a seguir no, progresar por aquí es difícil, hay que salvar cortados y en ocasiones la ruta nos obliga a poner las manos, lo que ralentiza mucho nuestra marcha. 


Progesión compleja y penosa por terreno kárstico..........



.......que nos obliga a salvar numeros cortados para superar los Hoyos Sengrós.


Conforme vamos ascendiendo la nieve hace apto de presencia. Desde lejos los neveros se veían pequeños pero cuando nos acercamos se nos hace imposible evitarlos.




Poco a poco vamos superando el enorme caos que supone la depresión kárstica de Hoyos Sengros y ya tenemos a tiro la Collada Blanca, nos ha tocado recular varias veces sobre nuestros pasos para encontrar el camino correcto y evitar tener  que bajar hasta el fondo de la depresión y perder mucha altura.




En la siguiente fotografía podéis ver los Hoyos Sengrós vistos de arriba, nos ha costado bastante rato superar este obstáculo.




Por fin alcanzamos la Collada Blanca y vemos que la base del Llambrión, por dónde discurre nuestra ruta hacia la chimenea de la cima, está defendida por grandes neveros. Menuda sopresa, esto no me lo esperaba y no lo tenía previsto, los crampones y el piolet se han quedado en el armario de casa...........buf, qué faena, la nieve que hemos pisado no estaba dura pero los neveros del Llambríon tienen orientación norte, los dos días anteriores fueron frios aquí arriba y no tengo claro que la nieve esté en buenas condiciones. Además, se ven bastante empinados. Lo hablo con Marta y decido abortar el intento del Llambrión, no sé si  la nieve estará dura y Marta no tiene tanta experiencia en alta montaña, un resbalón en la nieve sería fatal y no me la quiero jugar con ella. Además,  aunque llevamos un grupo por delante que sabemos que va al LLambrión, nos sorprende lo solitarios que estamos y  que no veamos desde lejos huella en los neveros, estamos ante una de la rutas normales a uno de los grandes de Picos de Europa..........


La Torre Blanca y el LLambrión desde la Collada Blanca.


Desde la Collada Blanca se puede ir al Llambríon o a la Torre Blanca, según nuestra guía la ascensión hasta la cima  de la Torre Blanca es más o menos sencilla, aunque vista desde el collado, se ve que la cima es muy escarpada, me da a mi que no se sube con las manos en los bolsillos........y no me equivocaba.......
Seguimos la línea de mojones y pronto empezamos a trepar hasta la arista, hasta que la línea de mojones se pierde cuando empiezan de verdad las dificultades en la roca. La ruta lógica nos lleva a flanquear la cara sur de la montaña pero de nuevo está defendida por grandes neveros que estamos obligados a atravesar. Pues vaya, hemos abortado en Llambrión por la nieve y en la Torre Blanca no nos vamos a librar de ella, la cosa se pone interesante por que los neveros también son empinados, por lo menos la orientación es sur y parece que la nieve se deja pisar. 
Enseguida alcanzamos a Josu y a Pirene, dos montañeros de Huesca con los que hemos compartido ascensión hasta la Collada Blanca y que se han quedado bloqueados delante de los neveros. Entre todos buscamos el camino más fácil que evite la línea de máxima pendiente de los neveros hacia el collado de la siguiente fotografía.


El collado hacia el que tenemos que ir. El flanqueo de estos neveros sin crampones ni piolet no mola nada.


Los neveros se dejan hacer aunque Marta pasa un poco más justa y en tensión debido a la falta de experiencia en estos terrenos.




La verdad es que no me esperaba tanta nieve en agosto, la broma de los neveros nos hizo perder bastante tiempo. Nos sorprende que estemos abriendo huella en la nieve ya que tendría estar trazado el camino en el nevero, y sobretodo lo solos que estamos, vamos a por una de la cumbres grandes de Picos de Europa y aquí no se ve a nadie.




Desde el collado afrontamos el tramo final de la ascensión que como me imaginaba no iba a ser con las manos en los bolsillos ya que nos toca hacer unas cuantas trepadas para llegar a la cima. Por suerte, Marta se mueve mejor en este terreno que en la nieve y pasa sin problemas y disfrutando un montón.


Marta en las últimas trepadas antes de la cima.


A la bajada, Josu e Irene nos piden hacer el descenso juntos ya que han pasado un poco justos por las trepadas. Decidimos intentar la arista para evitar los neveros, que según la guía era sencilla aunque aérea, pronto los pasos complicados de roca nos obligaron a bajar a la nieve y tuvimos que descender por el mismo camino por el que habíamos subido. Ese perfil piramidal de la Torre Blanca y esas aristas afiladas ya  prometían desde lejos una ascensión entretenida.......en Picos de Europa no se sube a las cumbres más altas con las manos en los bolsillos!!!!!!.


Irene y Marta en la  arista afilada que intentamos en el descenso para evitar la nieve, terreno de alta montaña puro y duro.


Trepaditas expuestas, fáciles pero no te caigas.


Y por fin puedo pisar una de las cumbres grandes de Picos de Europa, no ha sido el LLambrión, que era el premio gordo del día, sino la Torre Blanca, pero las condiciones marcan y la seguridad es lo primero. Pese a todo, supercontentos, la cumbre nos ha dejado satisfechos, no ha sido nada fácil llegar hasta la cima, la nieve lo ha complicado todo (esos crampones y piolets que se quedaron en casa!!!!), y ahora comprendemos por que las cumbres de Picos de Europa son tan complejas. 
Desde lejos vemos una única cordada en la cumbre del Llambrión y casi puedo decir que fue la única de ese día. Y nosotros, junto con los compañeros de Huesca, somos los únicos que pisamos ese día la Torre Blanca, las cumbres circundantes tampoco tenían muchas ascensiones, y nos sorprende por que estamos apuntando a las cumbres más grandes que tendrían que estar muy transitadas en un soleado día de agosto...........aunque hemos visto que no es sencillo subirse a estas cumbres, y tal vez eso explique la poca gente que hemos visto.


Marta y yo en la cima de la Torre Blanca, techo de Cantabria.


El paisaje que nos rodea es espectácular, las cumbres más altas de Picos de Europa y un panorama alpino de primer orden. Aunque todo es nuevo para mi, voy a intentar identificar en las siguientes fotografías las montañas que nos rodean:


El Pico Tesorero (el que tiene nieve) y detrás asoma el monolito rocoso del Naranjo de Bulnes. El azul que se ve de fondo no es el horizonte, sino el Mar Cantábrico, qué pasada de sitio!!!!!.


El Torre Cerredo, el techo de Picos de Europa. Como se puede ver, ese perfil piramidal y esos paredones prometen una ascensión entretenida.


La Torre de los Horcados Rojos y la Peña Vieja, por su base pasa el largo camino de retorno.


El Llambrión, la segunda altura de Picos de Europa, y los neveros de su base que defienden la ruta de ascenso a la chimenea que lleva a la cumbre. Se queda para otra vez.



Más contentos que chupillas y no sin esfuerzo por que la ruta es larga y nos quedamos sin agua, llegamos al teléferico de Fuente Dé. ¿Os acordáis al principio que decía que no me molaba mucho haber pillado esta instalación para subir al monte?. Pues con el sobo que llevábamos y la deshidratación que arrástrabamos, todos los prejuicios que llevaba hasta el momento se me pasaron al instante.
Las montañas de Picos de Europa no son como los Pirineos, aquí los desniveles son salvajes, el karts de alta montaña hace muy complejo y penoso el avance y nos priva de agua, por lo que el tema de la hidratación es un problema importante a resolver en estas ascensiones, y el perfil piramidal y el caracter agrestre y escarpado de estas montañas nos garantiza ascensiones entretenidas en las que, como mínimo, nos va a tocar trepar bastante.
En la estación del teléferico, mientras esperábamos nuestro turno para bajar, saciamos nuestra sed con nuestros compañeros de ascensión, Irene y Josu. Pongo la única foto en la que salimos los 4 ese día y aprovecho también para divulgar el blog de Irene: http://palmonteidea.blogspot.com.es/, no nos conocíamos en persona pero sí a través de los blogs,  qué pequeño es el mundo, al final, a los que nos gustan estas cosas, estamos sentenciados a encontrarnos en las montañas, a ver si coincidimos en otra:


Con Irene y Josu, compañeros de ascensión a la Torre Blanca, en la terraza del teleférico de Fuente Dé.

1 comentario:

Pirene dijo...

Que buenas esas cervecitas del triunfo!! oye que ese ratito de espera ya nos vino bien ya!

Un placer compartir con vosotros tamaña experiencia.

Un abrazo de los dos para los dos.

¡salud y monte!