martes, 10 de diciembre de 2013

EL INTERIOR DE LA CUEVA DE SAN CLIMEN (ARGUIS).


 VISITA A UNA NUEVA CAVIDAD ACTIVA DE LA SIERRA DE GUARA.

Sergio superando el tramo volado del pasamanos de acceso a la boca superior de la cueva (al fondo asoma una de las surgencias de la cavidad).


Qué mala es la curiosidad. Cuando en el invierno del 2010 visitamos la Cueva de San Climén en Arguis (pinchad aquí para ver la reseña de esa visita), me marché pensando qué habría más allá de las 2 bocas que se veían en el techo de la gran sala. De reojo, miraba también el pasamanos que subía por la repisa colgada que permitía acceder a la parte superior de esta gran sala. Desde luego este pasamanos prometía emociones intensas. Desde entonces se quedó como asignatura pendiente a la par que crecía dicha curiosidad cada vez que pasaba enfrente con el coche por la carretera del Puerto de Monrepós.

La Cueva de San Climén vista desde la carretera del Puerto del Monrepós (a la derecha el primer tramo del pasamanos de acceso a la boca superior de la cavidad).



La Cueva de San Climén es muy conocida y se encuentra a escasos metros de la presa del Embalse de Arguis. Es una cueva semi-activa que drena toda el agua de lluvia que se filtra en las cumbres de la Sierra de Gratal. Bastan unos pocos días de fuertes lluvias para que la cueva entre en carga y salga agua por las dos bocas de la parte superior de la gran sala de entrada, funcionando como trop-plein de todo el acuifero de este sistema subterráneo. Os dejo un par de enlaces que he encontrado en youtube para que veáis el gran poder que exhibe la naturaleza cuando esta cueva entra en carga después de fuertes lluvias:


La Sierra de Gratal vista este invierno desde el Pico del Aguila y el Pico de las Calmas, en cuyas faldas se abre la Cueva de San Climén.



Curioso fenómeno geológico por que cuando uno ve estos vídeos se imagina un enorme karts en estas montañas capaz de filtrar toda esta cantidad de agua. Nada más lejos de la realidad ya que si uno recorre las cumbres de la Sierra de Gratal apenas encontrará fenómenos exokárticos salvo algunas pequeñas depresiones kársticas, pequeñas dolinas y un lapiaz muy poco desarrollado y dificil de ver entre la gran cantidad de vegetación que hay en superficie. Sin embargo, la naturaleza porosa de la roca de estas montañas es capaz de infiltrar toda esta cantidad de agua alimentando el acuífero de este sistema subterráneo.

Depresión kárstica en las faldas de la cara norte de la Peña Gratal.



De hecho la circulación del agua por el interior de estas montañas debe formar un sistema subterráneo de cierta complejidad que transporta el agua filtrada hacia la cara sur de la sierra. Por ello es relativamente fácil encontrar fuentes y manantiales en esta vertiente de la montaña. A modo de ejemplo, en las Gorgas de San Julilán, barranco que se ha desarrollado en la cara sur del Pico Gratal, la circulación de agua en la parte media e inferior del barranco tiene un orígen principalmente kárstico y permite alimentar surgencias como las de la siguiente fotografía por las que sale agua después de fuertes lluvias. Esta foto la tomamos esta primavera tan lluviosa en la que pudimos descender las Gorgas de San Julián con un caudal majete de agua.


La surgencia activa de las Gorgas de San Climén en carga tras una primavera muy lluviosa.



La Cueva de San Climen, cercana a este barranco, forma parte de la red subterránea de esta sierra y es una de las cavidades de la Sierra de Guara que entra en actividad con más frecuencia, motivo que nos animaba a visitarla.
Lo que la mayoria de la  gente conoce únicamente es el porche de entrada de la cueva, una gran sala de unos 30 metros de altura que no tiene continuación. Sin embargo, la verdadera entrada de la cavidad se encuentra en el techo de esta sala a través de las bocas de los 2 tubos de presión por los que sale el agua cuando entra en carga. Para acceder a dichas bocas, hay que atravesar un pasamanos equipado con sierga que sube inicialmente por una repisa que nace en el exterior de la cueva y que una vez dentro de la misma se transforma en una cornisa aérea.


 En el tramo central del pasamanos tras entrar en la cueva, muy incómodo y con poco espacio para avanzar.



El primer tramo del pasamanos (el que va por el exterior de la cueva), es bastante cómodo y no reviste dificultad. Despues, cuando gira dentro de la cueva se vuelve muy incómodo y nos obliga a progresar medio agachados. Por último, cuando llegamos a la cornisa suspendida sobre el techo de la cueva, se vuelve muy aéreo pero por contra nos deja más espacio y por lo tanto más comodidad para colgarnos con traquilidad de las bagas con el cuerpo mirando hacia el vacio.

Esto empieza a tener ambiente: último tramo del pasamanos colgado a unos 25 metros del suelo.



El pasamanos está instalado con sierga y se encuentra en buen estado.Fue equipado por el Grupo de Investigaciones Espeleológicas de Peña Guara en los años 80 para subir los equipos de buceo que permitieron superar los 3 sifones que tiene el interior de la cueva en los años 90. Sin embargo, esta cueva,  con anterioridada ya había sido explorada hasta los sifones en los años 60, superando mediante una escalada de dificultad la cornisa que ahora está equipada por el pasamanos referido. De hecho, aún se conservan clavijas antiguas de estas escaladas junto a los anclajes actuales del pasamanos.


Sergio llegando a la boca superior colgada sobre el techo de la Cueva de San Climén, un pasamanos precioso.



Una de nuestras mayores dudas antes de entrar a la cueva era el estado tanto del pasamanos como de los anclajes, sobretodo el tramo que cruza una de las surgencias de la cavidad y por lo tanto expuesto a la continua actividad hídrica de la cueva pero pudimos comprobar que se encontraba en buen estado de conservación y que en la actualidad no reviste ningun problema.


Vistas inusuales del gran vestíbulo de la entrada desde una de las surgencias activas de la cavidad.



Tras superar este emocionante pasamanos ya estábamos en una de las bocas activas de la cueva, la verdadera entrada de la cavidad. Colgados desde aquí arriba pudimos disfrutar de unas vistas excepcionales del porche del vestíbulo de la cueva.
A partir de este punto es todo "terra incognita", sabemos que la cueva tiene unos 800 metros de galerias y que está interceptada por 3 sifones que se superan con técnicas de espeleobuceo. Nuestro objetivo era llegar al primero de los 3 sifones. 
Nos esperábamos encontrar el típico tubo de presión de una cueva activa y lo lógico es que nos encontráramos agua, aunque no sabíamos cuánta. No obstante, dejamos el neopreno en casa para evitar tentaciones asi que no sabíamos cuánto íbamos a poder avanzar. Y ya, desde el inicio se veía una galeria de techo bajo con 2 gourgs que estaban hasta las cejas de agua. Le comento a Sergio que no sé cuánto vamos a poder continuar asi que empiezo a reptar con la idea de darme la vuelta en cuanto el agua me supere el nivel de la cintura.

Entrando en la verdadera Cueva de San Climen tras mojarnos y superar los gourgs del paso bajo de la entrada.



Tras superar este paso de techo bajo, que debe sifonarse enseguida cuando la cueva entre carga, entramos en las galerias superiores de San Climén, muy poco conocidas y creemos también que muy poco visitadas, aunque en el interior encontramos pisadas en el barro de visitas que deben ser relativamente recientes ya que la continua actividad hídrica de la cueva las borraría de inmediato.



¿Pero qué pasa aquí?. Formaciones en las galerias superiores de la cavidad.



Las galerias interiores nos rompieron un poco los esquemas. Tenían tramos ascendentes con alguna bifurcación de galerias descendentes pero sobretodo nos sorprendió no encontrar el típico tubo de presión de sección ojival sino galerias inclinadas de cierta anchura que permitían una progresión relativamente cómoda.
Pero lo verdaderamente sorprendente fue encontrar formaciones, no muchas, pero formaciones. Estalactictas, estalagmitas, numerosas banderas e incluso excéntricas, además de abundantes gourgs. Vaya sorpresa, ya que a pesar de ser una cueva activa en la actualidad,  las galerias superiores son fósiles y no se deben inundar cuando la cueva entre en actividad. De hecho, encontramos una colonia de murciélagos que espantamos ya que estaban justo en el giro de una galeria y a lo que nos dimos cuenta ya estaban volando, pero esto también nos sirve para testimoniar que estas galerias ya no tienen actividad. Por cierto, seguro que estos murciélagos estaban en invernación, asi que nos fuimos con la cabeza un poco baja por haber perturbado su tranquilidad; no obstante, no hicimos fotos de estas galerias para no molestarlos mucho más rato.

Si hasta encontramos excéntricas!!!!!!!!.


 Tras pasar un cruce de galerias e interceptar una galeria descendente muy inclinada llegamos por fin al nivel freático de la cueva.Ahora sí la galeria adquiere una sección ojival, con el techo horadado por numerosas marcas de gubia que testimonian la fuerte actividad hídrica de la cueva. 
Hemos llegado al primer sifón en el que aún se conserva la cuerda guía de los espeleobuceadores que lo superaron en los años 90. Nos detenemos aquí, es el fin de nuestra exploración, el espeleobuceo está reservado a unos pocos elegidos, pero estamos contentos por haber llegado a nuestro objetivo. Nos paramos un rato a echar unas fotos y a disfrutar del lugar, hace días que no llueve y el otoño está siendo seco, asi que ahora mismo la bestia está en estado latente pero no me gustaría estar en estas galerias cuando la bestia despierte.


La Sierra de Guara desconocida: frente al primer sifón de la Cueva de San Climén.


El primer sifón de la Cueva de San Climén, fin de nuestra exploración.



De retorno volvemos a la cabecera del pasamanos pero esta vez a la vuelta no lo vamos a recorrer otra vez sino que vamos a hacer un precioso rapel semivolado de unos 25-30 metros de altura sobre el techo de la gran bóveda del vestíbulo de la entrada. Un rapel precioso entre las 2 surgencias o bocas activas de la cavidad. La instalación del rapel es muy buena y se hace sobre 2 químicos asi que si os animáis a venir a la cueva os recomiendo subir metros de cuerda suficientes por que este rapel merece la pena.


Descendiendo el  precioso rapel semivolado de unos 25-30m por el porche del vestíbulo de la cueva. Buah, rápeles como éste no hacen todos los días!!!!!.


Otra aventura más que hemos podido disfrutar Sergio y yo en el poco conocido  mundo subterráneo de la Sierra de Guara y ya empiezan a ser unas cuántas. Se nos queda la espina clavada de Marta, la pobre estaba muy resfriada y decidió quedarse en el exterior de la cueva asi que tendremos que volver para que la conozca.

Sergio y yo en el exterior de la cavidad tras visitar las galerias superiores de la Cueva de San Climén.

2 comentarios:

Eduardo Pardo dijo...

Bonita cueva Ruben, yo de momento me conformo con verla desde fuera cuando lleva agua. Cuando de una vez por todas aprenda a rapelar, quiero entrar en ella, eso sí hasta el porche y después hacer ese rápel espectacular, saludos

David Serrano dijo...

Que envidia!! Con las ganas que tenia yo también de visitar el interior de esa cueva... veo que mola lo suficiente para visitarla!!

La apunto en la lista de deberes pendientes!