miércoles, 13 de agosto de 2008

ESPOLON CENTRAL DEL PUIG CAMPANA (ALICANTE)

La provincia de Alicante es uno de los mejores destinos para los escaladores que buscan "roca caliente" y sol en pleno invierno. A parte de sus archiconocidas playas y feas urbanizaciones, esta provincia presenta un interior muy montañoso con numerosos accidentes geográficos que constituyen un verdadero edén para los escaladores. Calidad, cantidad y buena climatología son los ingredientes perfectos para acudir al reclamo de la escalada mediterránea.
Uno de los principales destinos de la escalada alicantina es el Puig Campana. Ubicado a escasos 20 km de la costa, la cumbre del Puig Campana se alza a 1410 metros sobre el nivel del mar. Presenta dos caras muy diferenciadas. La cara que mira hacia el interior, a la Sierra de Aitana, es de relieves suaves y permite alcanzar su cumbre mediante una agradable y larga excursión.

El Puig Campana visto desde la Sierra de Aitana

Pero la cara que mira hacia el mar, presenta una imponente muralla de roca que se alza de forma muy espectácular y fotogénica sobre el pueblo de Finestrat.

El Puig Campana desde Finestrat

Con una caliza de una calidad excepcional, la mayoria de las vías que surcan esta pared tienen un caracter clásico o de aventura al estar desprovistas de seguros fijos por lo que nos obligará a llevar material para autoprotegernos.
La vía más clásica y asequible es la que surca su Espolón Central. Un espolón que a modo de proa nos transporta en línea recta hasta su cumbre. Con sus 440 metros de vía repartidos en 13 largos, es la vía más larga que he escalado hasta la fecha. Al igual que el resto de las vías del Puig Campana, se encuentra desequipada a excepción de contados clavos ubicados en pasos clave y de las potentes reuniones de argollas.

En pleno Espolón Central con el Mediterráneo de fondo

El grado máximo que dan las reseñas es de IV+, pero no os teneis que confiar ya que a lo largo del espolón encontraremos pasos aislados de Vº. Para su escalada es recomendable llevar un surtido juego de friends medianos y algun que otro alien para proteger las plaquitas que encontremos.

Pasitos aislados de Vº en el tramo superior del Espolón

La escalada presenta dos partes diferenciadas. El primer tramo es una trepada sencilla de IIIº hasta llegar a la vertical del espolón, salvo que entreis por la variante directa, menos definida y con riesgo de embarcarse. A partir de aquí, la escalada se presenta vertical y atlética con largos muy largos que nos obligarán a llevar cuerdas de 60 metros si queremos alcanzar las reuniones. El segundo tramo, ya en lo más alto del espolón, es más técnico con algunas plaquitas puñeteras que te obligan a pensar un poco.


Ultima reunión del Espolón Central.

La gran longitud de esta vía, nos deberá imponer un ritmo alegre en la escalada para que no nos pille la noche en la pared. Además, su descenso de noche, como tuvimos ocasión de comprobar, es complejo y expuesto. Habrá que estar muy atentos a los puntos rojos pintados en la roca que nos llevarán a pasos claves equipados con siergas a modo de ferratas que nos depositarán en una larga canal con una pedrera muy incómoda.
Estad muy al loro con el horario de la actividad. Nosotros escalamos la vía en pleno mes de diciembre, el momento del año con menos horas de luz solar, y llegamos a lo alto del espolón justo cuando se ponía el sol. La vía es muy larga, tiene casi una hora de aproximación y otras dos aproximadas de descenso.
Por ultimo decir que disfrutamos mucho de la actividad. En pleno diciembre estuvimos escalando en camiseta gracias al constante sol invernal que nos estuvo dando todo el día. Las vistas son de escándalo, con el telón del Mediterráneo como fondo, y si pillais el día despejado podreis ver las Islas Baleares desde las reuniones.


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