FRIO Y MUCHA AGUA COMBINADOS EN UN BARRANCO SECO
La surgencia activa de la sala final manando agua a raudales.
Segunda salida barranquista de la temporada y primera triunfada del año. Estamos a comienzos de temporada y seguimos apostando por los barrancos secos de la Sierra Guara, antes de que el calor del verano seque y deje estancadas las pozas de estos barrancos. Hemos elegido las Gorgas de San Julian y para esta salida se nos unen Sergio, mi padre y mi hermana con la promesa de hacer una actividad asequible y sin grandes dificultades.
Este barranco era la segunda vez que lo descendíamos. En junio de 2011 descubrimos esta joya oculta de la Sierra de Guara y si bien nos gustó mucho y nos pareció un barranco muy estético, el olor de las pozas estancadas y la cantidad de ponzoña y de excrementos de palomas que nos encontramos, hizo que nos quedásemos un poco desencantados con el descenso ya que sin duda no elegimos el momento adecuado para hacerlo (para ver la reseña de ese día, pinchad aquí). Se nos quedó la espinita clavada y prometimos volver en primavera para pillar las pozas limpias. Con un invierno y una primavera tan lluviosa como la que ha habido este año, pensábamos que podría ser un buen momento para repetirlo y pillarlo en condiciones, lo que no esperábamos era encontrar la cantidad de agua que encontramos el domingo pasado.
Las Gorgas de San Julian desde la aproximación al barranco.
La aproximación de 1h15min aproximada nos llevará por parajes desconocidos de la Sierra de Guara. El finde ha salido frio e incluso llegamos a encontrar una fina capa de hielo en los destrepes previos a la entrada del barranco. Desde la aproximación oimos por debajo el ruido de las cascadas, parece que el barranco debe llevar agua, y vaya si llevaba, nada más entrar ya tenemos que progresar con el neopreno puesto y con el agua hasta las rodillas. Con tanta agua el descenso ganará en interés y será más deportivo, pero claro, el día no es que sea muy caluroso, asi que me parece que nos tocará pasar frio.
Ya desde el comienzo del descenso encontramos bastante agua.
Los barrancos secos muestran una cara diferente cuando llevan agua. Los destrepes y los resaltes desequipados que en condiciones normales se salvan con facilidad, como los primeros de este barranco, con agua y mojados son otra cosa y exigen extremar las precauciones y las pozas de recepción de los rápeles que normalmente están secas o con agua estancada, ahora son pequeñas piscinas de las que se tiene que salir nadando.
La primera parte del descenso nos lo encontramos con un caudal alegre y continuo producto de las aportaciones de agua de la cabecera del barranco y los numerosos rápeles presentaban pequeñas cascadas de agua que nos mojaban enteros. Una pasada las condiciones que nos encontramos que lo convirtieron en un descenso totalmente acuático.
El problema es que el contacto continuo con el agua helada y las temperaturas tan suaves que teníamos ese día, hizo que pasáramos mucho frio durante gran parte del descenso. Por que además, las Gorgas de San Julián son una garganta profunda y sombría en la que apenas entran los rayos del sol, asi que lo que se suponía que iba a ser un descenso tranquilo se convirtió en un barranco muy deportivo con unas condiciones de frio que hicieron que no lo disfrutáramos tanto. Fue el precio a pagar por disfrutar de las magníficas condiciones que nos encontramos.
Rapel, poza y a salir pitando que el agua está muy fria.
El tramo final del descenso es muy estético y con agua gana muchos enteros.
Sabía de antemano que la ultima parte del barranco tenía aportaciones extras de surgencias que incrementarían el caudal y enfriarían aun más la temperatura del agua. La surgencia del penúltimo rapel, que tiene la única poza obligada del barranco en condiciones secas, estaba activa y nos pegó un remojón mientras hacíamos este rapel. Qué diferencia con el 2011, la poza de agua estancada y maloliente ahora era una badina de aguas frias y cristalinas. Como mi padre y mi hermana no están tan acostumbrados y se habían quedado frios, montamos enseguida la instalación del rapel de la gran sala de los oscuros y bajamos pitando buscando los rayos del sol.
El estético rapel de la sala final, uno de los más bonitos de Guara.
Si este rapel es ya de por si muy bonito y figura entre los más bonitos de la Sierra de Guara, encontrarlo en estas condiciones es una auténtica pasada, con la surgencia activa de la base de la cascada manando litros y litros de agua. Aun con el frio metido en el cuerpo, disfrutamos de este rincón y salimos pitando para el coche que nos esperaba la toalla y la ropa seca.
La surgencia activa nos recibe en la recepción del ultimo rapel, qué pasada de sitio!!!!!!.
Para encontrar el barranco en estas condiciones hay que ser oportunista y esperar un otoño o una primavera tan lluviosa como ésta. Como pros, haremos un descenso con agua, e incluso totalmente acuático como nosotros, y evitaremos las pozas de agua estancada y maloliente que tiene este barranco cuando está seco. Por contra, en estas fechas nos pueden salir días frios como el domingo pasado,a primeros de temporada el agua todavía está muy fria, y además tendremos que tener en cuenta que las surgencias de la parte final del barranco, en el caso de que estén activas, darán un aporte extra de caudal de agua todavía más fria si cabe.
A pesar del frio que pasamos, fuimos conscientes de que encontramos este barranco en unas condiciones excepcionales que son muy difíciles de pillar. Si las Gorgas de San Julian es de por si un barranco muy bonito, con agua pasa a ser un descenso excepcional, de lo mejor que he hecho hasta ahora en la Sierra de Guara.
Todo el grupo en los oscuros de la sala final de las Gorgas de San Julian.
2 comentarios:
Que chulo Rubén,me lo acaba de contar tu padre y en cuanto he llegado,a mirar.Sois unos fenómenos.Cuando sea mayor quiero ser cómo tu.Muchos saludos.Antonio
Hola Antonio, bienvenido a mi blog. Para la próxima apuntaté, tienes las risas aseguradas.
Salud(os)
Publicar un comentario