UNA INTERESANTE ALTERNATIVA A LAS LLUVIAS Y LOS CAUDALES ELEVADOS DEL DOMINGO PASADO.
El domingo, tras pegarse toda la tarde y parte de la noche lloviendo, amanece despejado y nos desplazamos de Sort a Viu de Llevata para descender el siguiente objetivo del viaje: el Barranco del Viu de Llevata. En el trayecto nos sorprende la distancia que hay entre los 2 pueblos, nos pegamos 45min largos de coche que, unidos a que no hemos madrugado mucho y a que nos lo hemos tomado con tranquilidad, hace que lleguemos a Viu de LLevata a las 11h:30 largas. El Viu de LLevata es uno de los barrancos más famosos del Pirineo Leridano, asi que no necesita presentación, ese es el motivo de que lo hubiéramos fijado como objetivo.
Tras meter todo en las sacas e iniciar el camino de aproximación, unos vecinos del pueblo nos indican que tengamos mucho cuidado, que el día anterior había llovido una barbaridad y que un grupo de barranquistas había entrado en el barranco a primera hora de la mañana pero había tenido que escapar por los altos caudales que había. Decidimos seguir bajando a ver que nos encontramos pero al poco de salir del pueblo otro grupo vuelve al coche y nos corrobora que el barranco está petado. Desde la sendeta vemos a lo lejos como por el Barranco del Teixidor, afluente del Viu de Llevata, baja una potente cascada cuando normalmente es un descenso seco y más en verano. Ante esto, nos rendimos a la evidencia y volvemos al coche con una mano adelante y otra atrás.
Por el Barranco del Teixidor, normalmente seco, baja una cascada potente de agua, asi que a recular del Viu de Llevata.
Nos hemos quedado colgados, estamos alejados de otras zonas de barrancos, y además se nos está echando la hora ya que, además de que han anunciado tormentas por la tarde, tenemos un buen rato de coche a Zaragoza. Barajamos la opción de la cuenca del Isábena, relativamente cercana y que tengo fichada desde hace tiempo pero su descenso estrella, el Congosto de Obarra, seguro que va petado por las tormentas del día anterior y los afluentes de la zona son descensos relativamente largos.
Mirando las guías que llevamos nos decantamos por las montañas de Serradell, cercanas a la Pobla de Segur, dónde hay un barranco, el Torrent del Bosc de Serradell, que, además de ser cortito y ajustarse a los horarios que llevamos, las guías indican que estéticamente es un barranco de primer orden.
¿Y dónde están las montañas de Serradell?. Ni idea, ninguno de los 4 las conocemos ni nos suenan, pero tras visitarlas el domingo pasado, os puedo asegurar que vamos a volver. La pista forestal que sale de la pequeña localidad de Serradell nos lleva directamente al corazón de unas montañas y paredes de conglomerado salvajes y preciosas que a mi me recordaron mucho a la Horta de San Joan. No sabemos cómos será el barranco pero desde luego el entorno natural dónde se ubica es magnífico. Pero además, encontramos carteles que señalizan la cercanía de la Cova de Cuberes, y esto sí que nos suena más, ya que es la cueva de mayor desarrollo de Cataluña y, si no me he documentado mal, el segundo desarrollo subterráneo a nivel mundial en cuevas de conglomerado. Vaya, vaya, pues sí que hay tomate aquí, no tiene mala pinta la zona, fichada queda............
¿La Horta de San Joan?. No, las montañas del entorno de Serradell.
Curiosamente, el Barranc del Bosc de Serradell, a pesar de estar rodeados de montañas de conglomerado, está excavado en calizas y tiene una fuerte infiltración por lo que normalmente es un descenso seco. Pero el domingo pasado, después de las fuertes lluvias del día anterior, por su cauce corre un pequeño caudal de agua lo sufientemente grande como para que nos tengamos que poner el neopreno y darnos pequeños chapuzones en las pozas de recepción. Ni que decir tiene que en estas condiciones, el descenso ganará enteros.
Aguita fresca para iniciar el descenso.
El primer rapel ya anuncia la estética de la garganta. Perfectamente excavado tiene pasillos y secciones muy engordadas que harán las delicias de los barranquistas.
El primer rapel ya nos permite comprobar la estética de la garganta.
Pequeño caudal de agua en un barranco normalmente seco.
El tramo central del barranco tiene una zona abierta accesible por una sendeta en la que se han equipado vías de escalada. Curioso por que nunca había visto esto, de hecho, la roca por donde están abiertas las vías está completamente pulida, vamos que tiene que ser un patinadero importante, pero cuando el barranco se seque en verano, se tiene que estar fresquito aquí.
Secciones muy chulas y engordadas del descenso.
Lo mejor del barranco está en sus 2 rapeles finales que encadenaremos consecutivamente. El primero va por un pequeño canalizo que, si la poza de recepción tiene el agua suficiente, se puede toboganear con la cuerda pasada por el descensor. Muy divertido, qué risas nos echamos.
Toboganeando el penúltimo rapel y chapuzón resfrecante para mitigar el calor de ese día.
Y el último, vertical y limpio, es puro disfrute y nos sirve como recompensa por haber venido a visitar este sitio.No estaba previsto este barranco, pero lo hemos utilizado como alternativa a los altos caudales del Viu de Llevata y no nos ha decepcionado para nada.
Vistas desde arriba del precioso rapel de salida del barranco.
Descenso a programar si estamos a la zona y ha llovido lo sufienciente, al menos yo lo recomiendo en estas condiciones ya que, a pesar de ser pequeñito, está muy bien configurado y es muy estético. Y lo mejor es el entorno dónde su ubica, sólo por eso merece la pena venir a este lugar.
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